¿Se dirige Kenia hacia la destrucción?

26/02/2010 | Opinión

Apenas dos años después de las elecciones que dejaron 1.500 personas muertas, Kenia todavía está en un camino peligroso, según algunos analistas.

La semana pasada, un escándalo de corrupción amenazó con derrumbar el gobierno de unidad del país, después de que el presidente Mwai Kibaki revocase una decisión del primer ministro, la de suspender a dos ministros sospechosos de corrupción. Hicieron falta días para que los dos líderes se reuniesen finalmente.

Sin embargo, incluso si los dos líderes intentan suavizar las diferencias, Kenia todavía se enfrenta a enormes problemas.

El país es joven y educado, pero el desempleo juvenil es del 78 % del desempleo total. Si quieres un trabajo, dicen muchos jóvenes al terminar sus estudios, “tienes que sobornar a alguien primero”. El problema es tan grande que existe un riesgo importante de que el país se convierta en un estado fallido, según advierte el director de Transparency International de Kenia.

“No hay inversores dispuestos a invertir en nuestra economía debido a que está basada en la corrupción”, señala Job Ogonda, citando a Liberia y Sierra Leona como ejemplos en los que esto ha sucedido antes. “Encontrar trabajo depende de la corrupción, y eso hace que la gente se sienta alienada”.

Según Ogonda, los jóvenes cada vez más se están dedicando a la violencia como único medio de avanzar por sí mismos, añadiendo que el país podría enfrentarse a un derrumbamiento en 2012. Ogonda señala la polémica de la secta de Mungiki, que tiene un dominio absoluto del sector del transporte, y otros grupos que extorsionan para obtener dinero con que autofinanciarse.

“Hay un barrio de clase media en el país en el que la gente es obligada a pagar por su seguridad. Pagas cuando llegas a tu nueva casa, después pagas una tarifa mensual y cuando te vas a marchar del barrio, pagas otra vez. Si no, no te permiten ir allí a vivir.”

La corrupción es un problema constant en Kenia, que en un tiempo era considerada como el faro de la estabilidad en el África oriental. Por ejemplo, según esta ONG, el gobierno ha fracasado a la hora de construir una red de abastecimiento de agua en el país porque las compañías relacionadas con el gobierno ganan mucho dinero vendiendo agua a la gente en las zonas afectadas por la sequía, o en las barriadas de chabolas sin apenas servicios.

Jody Clarke

Mail & Guardian

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