Madrid Rumbo al Sur: Ruta hacia Imilchil

14/10/2009 | Bitácora africana

JORNADA 8

27 AGOSTO, 6:30, Tattiouine

Carrera espacial.

Coincido en el desayuno con Pedro, el astrónomo, y le pregunto por su taller de astronomía de anoche. Hablamos de magnitudes estelares, de energía oscura que llena el Universo según las últimas teorías, de las curiosas estrellas dobles… Todo muy interesante, pero lo que más nos ha impresionado a todos ha sido su señalizador láser, que partiendo de su mano llega hasta las constelaciones.

El hombre alcanza las estrellas por 300 euros.

Poseidón.

Miguel, el bombero, nos llena las cantimploras de agua y nos enseña a potabilizarla. Es el que nos suministra lo esencial. Es el más buscado, es el Dios del agua.

Foto a la navarra.

Salinos del campamento hacia el corazón del Atlas. Una pick-up para delante de la casa donde la Madre Montse realiza su labor. De la pick-up salen los componentes del clan navarro de MRS. Queremos hacernos una foto con nuestra paisana. Telmo, Mar, Pablo, Alex, Joserra el responsable de telecomunicaciones, y yo, más Jaime, el monitor que nos asegura tener orígenes navarros, seguramente por pertenecer a tan selecta élite, rodeamos a Montse y Cuesta hace las fotos. Las mujeres del poblado completan la estampa.

Hemos tenido que apartar a un burro de los que abundan realizando labores de carga. También quería salir en la foto.

27 AGOSTO, 14:00, ruta hacia Imilchil

Hacia el corazón del Atlas

Viajamos en los autobuses y los todoterrenos hasta Rich. Allí los chicos bajan de los autobuses y montan en abigarradas furgonetas Mercedes, tipo guaguas, que conducidas por marroquíes nos llevarán por la angosta carretera. Las bacas se llenan con las mochilas, y los asientos se llenan de nosotros. Fuera, un sol capaz de derretir las piedras y moldear las montañas, hace trabajar su martillo.

Educación vial.

El chófer de nuestra Mercedes 308D es Zaid Haddach (Eso leo en su permiso de conducir, colgado al lado del retrovisor central). Zaid no habla, sólo pita al vehículo que le antecede, para que le deje sitio y adelantarle, levantando la tierra del arcén izquierdo. Zaid hace ésto con una mano, mientras con la otra introduce una nueva cinta de música marroquí en el radiocassette.

Zaid Haddach, que salía el último, pasa muy pronto a liderar la larga caravana.

El compás del Atlas.

La angosta carretera se va estrechando cada vez más a medida que nos acercamos al corazón del Atlas. Las curvas son más cerradas y abundantes, los picos se ven más cercanos, y se aprecia cierta vegetación, alimentada por algún riachuelo de montaña. Los aproximadamente 20 chicos que viajan en la caja de la Mercedes con sus monitores, duermen en su mayoría. Sus cabezas se mueven de manera coreográfica al compás de los baches, y parecen seguir las estridentes canciones de Zaid.

Ana, la enfermera, y yo, que viajamos en la banqueta del copiloto, velamos previendo el próximo movimiento de nuestro conductor.

27 AGOSTO, 18:30, Imilchil.

Perspectiva.

La última parte del trayecto se desarrolla por una especie de altiplano, de meseta de altura. En sus contornos, los dientes de sierra del Atlas con sus picos, perfilados unos tras otros en distintos tonos de grises dependiendo de la distancia a la que se encuentran.
Primer contacto.

Pilar, una de las chicas que viajan en la furgoneta, me pide que le haga hueco en la parte de adelante, para sacar fotos. Maneja una cámara compacta que, según me explica, es su primera cámara. El viaje ha sido la oportunidad. Le digo que aproveche y se proponga ir avanzando en el mundo de la fotografía. Quién sabe qué nuevas facetas de la personalidad de todos nosotros despertarán a lo largo de estos días.
Minutos después, Pilar y otros compañeros viajan felices en el techo de la furgoneta. Ha olvidado por completo la cámara, pero quizás se haya creado algún zarcillo en su interior que cuando menos se lo espere le recuerde que un día dijo que quería hacer bonitas fotos.

Lago Isli

En una estribación de las que bordean la altiplanicie, Imilchil. Pasada la población, una pista de tierra nos lleva a un circo entre montañas con un lago en su centro. El lago Isli. El sol se oculta y sólo durante unos instantes podemos vislumbrar lo que semeja un hermosísimo paisaje, de terreno de apariencia volcánica, oscuro y pelado.

A la espera de poder apreciar mejor el lugar mañana, comienza la rutina de montaje de focos, ubicación de la zona de campamento, instalación del generador de electricidad, trabajos de cocina, órdenes y contraórdenes, y pulular de luces frontales, que forman el negativo de los mosquitos: Ellos son puntos negros en la luminosidad de los focos, nosotros somos puntos brillantes en la negrura de la noche. Hermanos villanos de las estrellas, puntos inmóviles de luz en un cielo precioso.

Ramón Huarte Cronista Oficial de MRS 2009

http://www.madridrumboalsur.com

Autor

  • Madrid Rumbo al Sur

    La expedición "Madrid Rumbo al Sur" es una oportunidad excepcional para los jóvenes de la Comunidad de Madrid de viajar para conocer África. Los objetivos son: la promoción del conocimiento de África y de los africanos de la Comunidad de Madrid, la sensibilización de la juventud madrileña hacia los desafíos del desarrollo y la oportunidad de conocer sobre el terreno las actividades de cooperación al desarrollo promovidos por la Comunidad de Madrid. Para ello, los jóvenes madrileños ganadores de esta 3ª edición del concurso "Madrid Rumbo al Sur", realizarán una ruta por África Occidental, por países en los que la Comunidad de Madrid está actualmente desarrollando proyectos de Cooperación.

    Bitácora Africana irá publicando las crónicas del viaje realizado durante el verano de 2009 por tierras de Marruecos por los jovenes madrileños que se embarcaron en este emocionante viaje de aprendizaje y cooperación.

    http://www.madridrumboalsur.com

Más artículos de Madrid Rumbo al Sur