Ocho policías kenianos han sido asesinados por militantes de Al-Shabaab cuando el vehículo que los transportaba fue destruido por un artefacto explosivo. La acción terrorista, que tuvo lugar en la región de Garissa, fronteriza con Somalia, se produce como represalia a la ayuda prestada por Kenia al gobierno de Mogadiscio para combatir a Al-Shabaab. Kenia contribuye con un elevado número de tropas a la operación militar que la Unión Africana (UA) lleva a cabo contra el grupo armado en Somalia.
La UA ha sufrido recientemente un duro golpe con el asalto de una de sus bases por parte de Al-Shabaab, acabando con la vida de 54 soldados ugandeses. El grupo lleva años acosando a Kenia, con acciones como la de la Universidad de Garissa en 2015, en la cual acabaron con la vida de 148 personas.
Fuente: IGL
[Traducción y edición, Guillermo de Simón]
[CIDAF-UCM]
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