Los esfuerzos por contrarrestar la subida de los precios en Ruanda han provocado un gran desacuerdo entre el gobierno y los vendedores de alimentos. El conflicto se debe a que el gobierno del país decidió fijar unos límites en el precio al consumidor de ciertos alimentos, lo cual causó descontento entre los comerciantes, pues esta medida les perjudica.
Como parte de la nueva estrategia para el control de los precios, el Ministerio de Comercio e Industria publicó recientemente los precios de compra al por menor y al por mayor de los alimentos básicos, entre ellos el maíz, el arroz y las patatas irlandesas. Además, anunció la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para reducir los costos de otros productos básicos.
La idea era que los nuevos precios se aplicasen de inmediato, pero a una semana después del anuncio, ninguno de los nuevos precios se había implementado aún en los mercados de Ruanda. Los comerciantes argumentan que necesitan vender su mercancía anterior antes de poder adoptar los nuevos precios.
La estrategia del gobierno ha causado desconcierto y frustración entre los consumidores, que esperaban una caída inmediata en el costo de los alimentos. “Me sentí muy aliviado cuando vi el anuncio del gobierno, especialmente por la bajada del precio del arroz y del maíz, porque son nuestro alimento de todos los días y su precio se había más que duplicado desde el año pasado. Pero me decepcionó cuando llegué aquí y no vi cambios, es sólo en el papel”, declaró Goreti Mukamuhire, un consumidor frecuente del mercado de Kimironko.
Fuente: Rwanda Today
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
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