Los ciudadanos kenianos se han manifestado contra el gobierno por la subida de los precios en los productos básicos. La policía intervino con gas lacrimógeno para disolver a las personas congregadas al considerar que el evento se estaba tornando violento.
Las medidas de seguridad que se han tomado para abordar la situación han sido estrictas: la policía se colocó en puntos estratégicos de la ciudad de Nairobi, los comercios cerraron y se cancelaron los servicios de tren que viajan de las afueras hacia el centro de la ciudad. El líder de la oposición, Raila Odinga, ha instado a la población a tomar las calles todos los lunes y jueves.
El inspector general de la Policía, Japhet Koome, ha calificado las manifestaciones de ilegales y ha señalado que serían prohibidas.La policía manifiesta que ha tenido que enfrentar actos violentos de los manifestantes, que van desde los apedreos hasta la quema de llantas.
En las protestas más recientes un estudiante universitario perdió la vida en un enfrentamiento con la policía y más de 200 personas fueron arrestadas, incluyendo a muchos políticos de la oposición, mientras que los manifestantes fueron dispersados con gas lacrimógeno y cañones de agua.
Fuente: Monitor
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
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