Una organización sin fines de lucro está quemando plástico para crear nuevos materiales de construcción y empleos. Si bien se ocupa del flagelo de los desechos plásticos, quedan algunas preguntas sobre el proceso y los subproductos tóxicos que produce.
En la capital de Sudán del Sur, Juba, una organización local intenta abordar el problema de la generalizada contaminación de la ciudad.
Help Food Security and Livelihoods Africa (HF-Africa), una organización local sin fines de lucro en Sudán del Sur, convierte los desechos biodegradables y no biodegradables en materiales de construcción y fertilizantes, una medida que podría salvar el medio ambiente de los negativos impactos de los plásticos.
La organización comenzó su trabajo en 2019 para abordar problemas ambientales. “Estamos apuntando al cambio climático y al calentamiento global. Suponed que no nos importa la basura, especialmente el plástico, y hacemos uso de ella. En ese caso, nuestra vida estaría en peligro”, dice Godi Swalleh Safi, director ejecutivo de Help Food Security and Livelihoods Africa.
El proceso
En uno de sus sitios, Kor Wolliang, un suburbio al sur Juba, la organización recolecta enormes cantidades de basura, en su mayoría botellas de plástico. Los desechos plásticos se recolectan de muchos otros vertederos en Juba y luego se queman en un contenedor metálico. Luego, los desechos se transforman en una sustancia líquida.
Se recoge la sustancia en un moldeador de 20 por 15 centímetros usando una pala. Se agrega un poco de tierra de arena seca a la sustancia en el moldeador y luego se mezcla con una paleta. Luego se moldea la sustancia mezclada en varios materiales de construcción como ladrillos, tejas y adoquines entrelazados.
El proceso de convertir los plásticos en una sustancia líquida «requiere mucho desperdicio«, dice Godi Swalleh Safi, director ejecutivo de HF-Africa. “Para un ladrillo entrelazado se necesita un camión volquete lleno. No usamos solo botellas de plástico. Usamos sillas viejas y todo lo que se puede derretir lo quemamos”, dice Safi.
HF-Africa utiliza leña, parafina y diésel para crear materiales reciclados de construcción. Dice que los materiales de desecho biodegradables, como alimentos, uno de los tipos más destacados de basura esparcidos por la capital, son transformados en fertilizantes para huertos familiares.
Las oportunidades
Safi dice que medidas como el reciclaje de plástico podrían crear oportunidades de empleo para jóvenes al alentar a los lugareños a recolectar los desechos plásticos que HF-Africa les compra.
Hasta ahora, HF-Africa , dice Safi, ha reclutado a siete voluntarios que participan en diversas actividades como pesar la basura plástica, tomar registros y monitorear todo el proceso.
Amna Hafis, de 26 años, estaba sin hacer nada desde que terminó la escuela secundaria hace unos años. Es voluntaria en HF-África donde trabaja como secretaria durante los últimos dos años. “Ser voluntaria es mejor que quedarse en casa sin hacer nada. Ahora estoy adquiriendo experiencia y aprendiendo”, dice.
El reto
Un gran problema es el humo emitido por la quema de plásticos que es otra forma peligrosa de contaminación .
“Cuando estamos quemando los plásticos, actuamos de manera organizada. Quemamos los plásticos y todos los demás materiales en un recipiente metálico y lo cubrimos. Se conecta un tubo de tres metros de largo al contenedor metálico y lleva el humo del contenedor metálico a un bidón de agua. Mientras se produce la quema, el humo es absorbido por el agua. Verás el agua hirviendo, pero no sale nada de humo”, explica Safi, y agrega: “si sale humo, es en pequeña cantidad en el momento en que estamos pasando el plástico derretido del recipiente metálico al moldeador”. Luego, el agua se usa para limpiar las calles, dice Safi.
El analista de políticas ambientales Gizam Moses, Oficial de Proyectos de la Coalición de la Sociedad Civil sobre Recursos Naturales en Sudán del Sur, describe el compromiso de HF-África como una “buena iniciativa”. Dice que la iniciativa merece la colaboración de las asociaciones públicas y privadas para ampliar sus operaciones y ayudar a abordar problemas ambientales clave y problemas sociales como el desempleo.
Él dice que a pesar del desafío de gestionar el subproducto final, el agua tóxica del proceso, «la innovación es un proceso continuo«, y HF-Africa necesitaría idear otras formas mejores de gestionar el agua tóxica. “Incluso cuando la desechas en el suelo o cavas otro pozo para desecharla, podría penetrar en el agua subterránea que bebemos”, advierte Moses.
El problema de residuos
Los desechos plásticos, especialmente las botellas y bolsas, constituyen la mayor parte de la basura de Juba. En ausencia de una organizada eliminación de desechos, se tira la basura en caminos, mercados, áreas residenciales y muchos vertederos improvisados.
Si bien las autoridades de Juba se esfuerzan por recolectar todos los días parte de la basura que luego arrojan a lo largo de algunas carreteras principales, a solo unas pocas millas de la capital. Muchas personas pobres y vulnerables, en su mayoría niños y mujeres, son a menudo vistos en los vertederos para recoger artículos, incluidas botellas de plástico. Además de contaminar el medio ambiente, los desechos están causando problemas de salud a residentes
“Estos desechos son un problema para nosotros ya que causan enfermedades. Cuando se queman huelen mal y cuando no se queman, atrae muchas moscas”, dice Hafis Lazim Sadig de 56 años, residente de Kor Wolliang. Dice que en su zona se tiran residuos desde 2006 y añade que “cuando llueve o hay viento, el olor es horrible”. Los intentos del ayuntamiento de Juba por recoger la basura no están ayudando a solucionar el problema, añade Sadig. “Nuestra zona está un poco alejada, cerca de un río, y los vehículos oficiales no pueden llegar donde residimos y no se recoge nuestra basura”, dice.
Según analistas políticos como Moses, la inadecuada gestión de desechos plásticos afecta a toda la región de la cuenca del Nilo. Por ejemplo, el río Nilo, que utilizan casi 600 millones de personas, es uno de los recursos más contaminados con plástico. Esta realidad amenaza la vida acuática y el turismo, ambos esenciales para medios locales de sustento a lo largo del Nilo. Los químicos tóxicos de los materiales plásticos en el agua son dañinos. Existe una alta probabilidad de enfermedades del corazón para la gente. Pueden nacer niños con deformidades como resultado de que las madres beben agua contaminada”, dice Moses.
También señala que muchos países de la cuenca del Nilo, incluido Sudán del Sur, no han invertido en proteger el Nilo de la contaminación con plásticos. No hay estadísticas en Sudán del Sur sobre cuántas botellas de plástico se fabrican y se tiran todos los días.
En otros lugares, según Gopure, una empresa de distribución y marketing con sede en EE. UU., se compra en todo el mundo un millón de botellas de agua de plástico por minuto de las cuales el 91 % no se reciclan. Esto significa que el consumo de botellas de plástico de agua actualmente es de casi 1.500 millones por día.
Peligros de los plásticos para la salud
Las botellas de agua de plástico contienen una considerable cantidad de bisfenol A (BPA), un químico de alto volumen de producción con efectos adversos para la salud reproductiva y endocrina. Las botellas de agua de plástico también contienen suavizantes de plástico conocidos como phthalates que están en todas partes y una oleada de investigaciones ha documentado su amplio impacto negativo para la salud.
Las botellas de plástico de agua están hechas de productos derivados del petróleo, como el tereftalato de polietileno, que requieren una sustancial cantidad de combustibles fósiles para contenedor y transporte. Esto significa que reciclar botellas de plástico es complejo, lo que hace que botellas de plástico terminan a menudo desechadas en vertederos de donde finalmente llegan a parques, ríos y océanos.
En Sudán del Sur se está haciendo poco para combatir este contaminante ambiental. Algunos intentos recientes de abordar el problema de desechos plásticos se centraron en prohibir el uso de las bolsas de plástico.
El alcalde de Juba prohibió las bolsas de plástico y ordenó al público y a las empresas que utilicen bolsas de papel de cartón para llevar bienes y para servicios. Si bien fue un buen paso para abordar el problema de la contaminación del medio ambiente con desechos plásticos, Moses dice que “esa iniciativa desapareció”, y agrega que “no existe ninguna otra iniciativa para recolectar estas bolsas de plástico para reciclarlas o reutilizarlas”.
Actualmente no existe una ley que aborde la contaminación ambiental en general en todo el país. El proyecto de ley ambiental de Sudán del Sur que debería haber ofrecido una base legal para gobernar el medio ambiente y penalizar los abusos ambientales sigue siendo un proyecto y debe ser promulgado como ley por el parlamento.
Fuente: The Niles
[Traducción, Jesús Esteibarlanda]
[CIDAF-UCM]