Atención a los supervivientes del Ébola en Uganda

20/01/2023 | Crónicas y reportajes


Uganda declaró el fin del brote de la enfermedad de Ébola causado por el virus del ébola Sudán el 11 de enero de 2023. Las autoridades sanitarias trabajaron intensamente, aumentando las medidas de control del brote que ayudaron a detener el virus en menos de cuatro meses después de su confirmación. La mejora en las pruebas, la vigilancia, el rastreo de contactos, la atención clínica de apoyo y el aumento de la participación comunitaria en la respuesta fueron fundamentales para poner fin al brote.

ebola_2_cc0-6.jpgSi bien se ha declarado que el brote ha terminado, el país mantiene la vigilancia de la enfermedad para responder con prontitud a cualquier brote. También se está intensificando el apoyo a las personas que se recuperaron del virus, brindando apoyo médico y psicosocial. Un total de 87 personas se recuperaron del Ébola. El núcleo de apoyo es el programa nacional para supervivientes del Ébola que el Ministerio de Salud, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros socios, ha establecido en los tres distritos más afectados: Entebbe, Kasanda y Mubende.

Alex Ssebayigga, de 26 años, es un taxista de moto y agricultor de la aldea de Lulongo, en el distrito central de Mubende, en Uganda, donde se detectó por primera vez el brote de ébola Sudán que acaba de terminar. Ssebayigga fue una de las primeras personas en ingresar en un centro de tratamiento de Ébola en el hospital de Mubende hace cuatro meses. Contrajo el virus después de transportar a su sobrino, de 8 años, enfermo a una clínica cercana. Ssebayigga es uno de los 87 supervivientes del Ébola en Uganda. Su sobrino no tuvo tanta suerte.

Sebayigga está agradecido por la atención que recibió y que lo ayudó a recuperarse: “Los trabajadores de salud que nos atendieron fueron un gran apoyo y nos dieron esperanza de que era posible la recuperación total”. Fue dado de alta después de un mes en el centro sanitario. Entonces se dio cuenta de que acababa de comenzar un largo viaje de regreso a la vida que tenía antes del Ébola.

Ssebayigga sufre todavía dolencias físicas después de recuperarse del Ébola. Tiene una erupción en la piel y el vello de su cuerpo se volvió marrón mientras se sometía al tratamiento y se ha mantenido así. Tiene también una pérdida auditiva temporal cuando hace frío o si pasa demasiado tiempo entre comidas.

Los síntomas de Ssebayigga son comunes entre los supervivientes del Ébola, quienes enfrentan una serie de desafíos de salud física y mental después de la recuperación. La queja más predominante es el dolor muscular y de huesos; y la mitad de los supervivientes masculinos han experimentado dolor en el escroto. Las deficiencias visuales y auditivas son también muy comunes.

Para responder a las necesidades únicas de los supervivientes del Ébola en Uganda, el Ministerio de Salud, con el apoyo de la OMS y otros socios, ha establecido un programa nacional para ellos.

El programa tiene como objetivo mejorar el acceso a la atención médica de calidad para los supervivientes y ha establecido dos clínicas para ellos, una en el distrito de Mubende y la otra en Entebbe, en las afueras de Kampala, y pronto abrirá una tercera en el distrito de Kasanda.

Estas clínicas cuentan con profesionales médicos, como especialistas en medicina interna, oftalmólogos, especialistas en oído, nariz y garganta, psicólogos y antropólogos para ayudar a los supervivientes en una variedad de situaciones.

Todos menos uno de los 87 que se han curado han tenido su primera consulta en una de estas clínicas y serán examinados todos los meses durante el próximo año y luego trimestralmente durante otros seis meses.

El Dr. Ronald Kisembo, técnico de laboratorio en la clínica de supervivientes del Hospital de Mubende, dice que la clínica se ha beneficiado también del equipo especializado crucial para tratar a los supervivientes de la enfermedad:

Gracias al apoyo en forma de suministros médicos y recursos humanos de la OMS podemos ofrecer apoyo médico a los supervivientes que vienen a revisión, con servicios como hemograma completo, análisis de orina, semen y pruebas hepáticas para evaluar posibles efectos que podría haber causado el virus en el sistema del cuerpo”.

Ssebayigga está agradecido por la asistencia que está recibiendo en la clínica. “Tenía los ojos rojos después de que me dieron de alta pero me trataron y ahora estoy bien”, comenta, añadiendo: “Creo que la erupción y los problemas de audición también serán tratados”.

Este programa para los supervivientes no solo aborda las necesidades de salud física sino también los enormes desafíos de salud mental que acompañan la recuperación.

Nuestras observaciones indican que un mes después del alta, más de la mitad de los controlados muestran signos de estrés postraumático y depresión. Algunos sufren también pérdida de memoria y recurrentes pesadillas”, dice el Dr. Jerome Ntege, antropólogo de la OMS que apoya la respuesta en Mubende. La clínica ha proporcionado hasta ahora más de 100 consultas de ambulatorio.

Para muchos en nuestro pueblo sobrevivir al Ébola significaba regresar a una casa vacía donde fallecieron la mayoría de sus seres queridos; a un trabajo que ya no existe, a un vecindario donde los viejos amigos ahora los evitan”, comenta Rebecca Nanyonjo, de 43 años, miembro del consejo local en el pueblo de Kiruuma, en Mubende. “Los curados del virus necesitan mucho apoyo para salir de esa depresión”.

Además de ofrecer apoyo psicosocial, las clínicas dan seguridad a esta comunidad.

ebola_virus_cc0-2.jpgAbdul Yiga, de 45 años, residente de la aldea de Kalwana, en el distrito de Kassanda, es miembro de la Asociación de Supervivientes del Ébola, que fue formada por algunos de ellos bajo la dirección del personal del Hospital de Mubende y la OMS.

Experimentó el trauma de sufrir Ébola y perder a personas cercanas y señala que en el pico del brote de Ébola vio todos los días ambulancias llevando gente al hospital. Entonces, cuando la ambulancia vino a por él, pensó que no regresaría con vida.

Pero gracias a Dios me he curado y estoy agradecido a los trabajadores de salud por sus incansables esfuerzos”, dice. “La vida en la unidad de tratamiento no fue fácil, pero siempre nos animaban. Estoy feliz de haber recuperado la salud”.

La asociación de supervivientes juega un papel integral en la vida de sus 13 miembros. Se recuerdan mutuamente no faltar a las citas en el hospital y sensibilizan a las comunidades para evitar discriminar a los curados del virus.

La asociación apoya a sus miembros a medida que se recuperan ayudándolos a obtener asistencia financiera para recuperar sus medios de vida.

La OMS ha desempeñado un papel esencial en el establecimiento y funcionamiento del programa nacional de supervivientes.

Aprovechando su experiencia en África Occidental y la República Democrática del Congo, la Organización ha brindado orientación técnica al Ministerio de Salud, incluyendo pautas y herramientas de atención clínica. Al menos siete miembros del personal de la OMS, incluidos expertos en gestión de casos, psicólogos y antropólogos, han sido desplegados en las clínicas de los distritos de Mubende y Kasanda. También se está apoyando la redacción de un plan operativo nacional que guiará el enfoque del país hacia el programa de supervivientes, asegurando que las comunidades sean resilientes durante la recuperación y que el país permanezca en máxima alerta ante el riesgo de resurgimiento.

El programa nacional de supervivientes es una continuación de los incansables esfuerzos de control de brotes del Gobierno de Uganda”, dice el Dr. Yonas Tegegn Woldemariam, representante de la OMS en Uganda. “Me complace que la OMS haya podido apoyar al gobierno en su trabajo para poner fin a este brote y, en última instancia, contribuir a la salud y el bienestar de cada superviviente del Ébola”.

Fuente: OMS Africa@WHOAFRO

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[CIDAF-UCM]

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