En la realidad, las empresas chinas están activas y presentes en todos los sectores económicos de la isla: la agricultura, donde los operadores chinos han construido una sólida red de recolección para exportar a China todo tipo de especias, vainilla, clavo, café, cacao, madera, etc.; la pesca; la energía; el cemento y el petróleo, con minas y depósitos de hierro como Soalala, la reserva más grande del país, operada por el consorcio chino Wuhan Iron and Steel Corporation; y el textil. Pekín ha sabido renovar y diversificar su ayuda y, por tanto, su presencia en Madagascar utilizando diferentes instrumentos que van desde la asistencia técnica hasta los préstamos subvencionados.
Las relaciones entre China y Madagascar tienen un carácter específico de fuerte asimetría: las exportaciones se concentran en unos pocos productos, principalmente materias primas; la corrupción es casi estructural; y el suministro de equipos, desde infraestructura hasta equipos médicos, entra en la relación diplomacia-comercial. Para la potencia asiática es fundamental garantizar el acceso a los recursos energéticos y determinadas materias primas, necesarias para asegurar el intenso ritmo de crecimiento de su economía; abrir mercados a sus productos y sus empresas; aumentar su influencia política directa y, al mismo tiempo, reforzar los vínculos con los países africanos. Para esto, Madagascar es clave, siendo un puente entre el programa Nuevas Rutas de la Seda y el continente africano, y más con el reciente descubrimiento de un considerable depósito de gas explotable en el canal de Mozambique, por lo que el enclave estratégico de Madagascar podría eventualmente ganar en importancia a nivel regional.
Un informe publicado en noviembre de 2022 por el Instituto Francés de Relaciones Internacionales recoge los datos concretos de las relaciones comerciales que sitúan a China como el primer proveedor altamente diversificado de la nación insular, y su cuarto cliente para productos esencialmente primarios. La presencia china se ha reforzado además con una política de cooperación multisectorial, prestando especial atención a las estrategias de poder blando y diplomacia cultural, creando Institutos Confucio en las universidades y difundiendo la cultura china a través del establecimiento de capacitaciones locales y el otorgamiento de becas a estudiantes; así como la cooperación en materia de salud y asistencia con intercambios técnicos entre médicos chinos y malgaches.
Sin embargo, la brutalidad de las empresas chinas y sus representantes en las relaciones laborales con el personal malgache, cuestiones de apropiación de tierras e infracción de los recursos naturales o patrimonio y la corrupción han perjudicado gravemente la imagen china, generando una creciente animosidad en la población en los últimos años. China ha tratado de contestar esta percepción a través del poder blando, promoviendo discursos de fortalecimiento de la integridad, gobernanza limpia y cooperación para la lucha contra la corrupción.
Madagascar se encuentra en una encrucijada y las próximas décadas mostrarán si el país africano es capaz de rentabilizar su posición geoestratégica y convertir las potencialidades en oportunidades de crecimiento. Su condición insular conlleva la inherente maritimación de los problemas económicos y los equilibrios geopolíticos, creando y manteniendo riesgos y amenazas transnacionales que van desde el terrorismo hasta la piratería, los flujos criminales y los ataques al medio ambiente y la biodiversidad. El déficit de seguridad marítima de Madagascar se explica en parte por la debilidad estructural de sus fuerzas navales y, hasta hace muy poco, por una virtual ausencia de cooperación regional en el ámbito marítimo. Desde 2019 el Centro Regional de Fusión de Información Marítima (CRFIM) otorga a Madagascar un papel central e internacional en las operaciones de vigilancia marítima y el país se encuentra integrado en el Estrategia Marítima Integrada Africana 2050 que tiene como objetivo garantizar la seguridad global para el transporte gratuito de mercancías y la lucha contra la contaminación de los espacios marítimos. Veremos si Madagascar podrá rentabilizar esta ventana de oportunidad para el desarrollo autónomo de sus capacidades y potencialidades estratégicas y romper las relaciones de dependencia.
Elena Cañete Montilla
Referencias:
– Por qué China está cada vez más interesada en Madagascar, por Emmanuel Veron. Le Journal de Afrique
– El impacto de China en la economía política de África en el siglo XXI, por Artur Colom Jaén. Revista Idees
– A Madagascar, la Chine est un acteur majeur de l’exploitation cachée des ressources naturelles (rapport). Agence ECOFIN
– China and France to conquer African markets through strategic alliance. Agence ECOFIN
CIDAF-UCM