El furor minero del oro en el lago Victoria tiene en alerta a las autoridades por los daños ocasionados a la biodiversidad por culpa de las numerosas extracciones alrededor de la orilla. Preocupa sobre todo la cantidad de residuos de metales pesados que acaban en la tierra y la deforestación que causan estas actividades en la naturaleza del lago.
Está demostrado que debido a las lluvias los sedimentos que quedan como residuos, producto de la explotación, acaban llegando al lago. También alarma el alto índice de mercurio en la zona, usado para fundir oro, que compromete los cultivos de alrededor y por tanto hace peligrar la seguridad alimentaria de la zona.
La mayoría de las explotaciones son a pequeña escala y carecen de licencia. En su mayoría, no se concederían ya que la ley prohíbe la explotación minera a menos de 200 metros de un cuerpo de agua por motivos ambientales. Sin embargo, el número de explotaciones no hace más que crecer. Como medida, las autoridades han intentado formar a los trabajadores en trabajos y métodos alternativos y más respetuosos con la naturaleza. No obstante, su alto coste impide su implementación.
Fuente: Monitor Uganda
[Traducción y edición, Celia Amador Chamorro]
[CIDAF-UCM]
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