¿Qué son las Fuerzas Democráticas Unificadas, FDU)?
Se trata de un movimiento político de oposición ruandesa compuesto por representantes de diferentes capas de la población, hutu, tutsi, twa. Es un movimiento que quiere un cambio en Ruanda; está compuesto por antiguos políticos y nuevos políticos que han trabajado con el FPR, pero también por una nueva generación que quiere el cambio por vías pacíficas. Porque hasta hoy, cada vez que ha habido cambios en el poder en Ruanda, se han hecho siempre recurriendo a la fuerza, utilizando siempre la violencia; nosotros pensamos que ya ha pasado el tiempo de hacer la guerra.
¿Usted será candidata de las FDU en las elecciones de 2010 en Ruanda?
Sí
¿Qué motivos tiene su visita a Canadá?
Estoy haciendo una gira por los diferentes países donantes de Ruanda. Voy a tener encuentros con políticos canadienses, con autoridades, con los que deseo hablar sobre los problemas de Ruanda y sobre todo sobre la necesidad de un apoyo de Canadá, un país amigo que siempre ha ayudado a Ruanda en su desarrollo; país que deseamos acompañe también el proceso democrático en Ruanda.
¿Se ha entrevistado usted con el grupo parlamentario que se ocupa de cuestiones internacionales?
Sí, he tenido un encuentro con la comisión parlamentaria de asuntos exteriores y me he percatado que conocen la situación de Ruanda; su análisis se asemeja al nuestro, en el sentido de que si la situación sigue evolucionando en la misma dirección, el país va directamente al caos, como en 1994. Están de acuerdo con nosotros en que es hora de cambiar el liderazgo y que el país sea dirigido por políticos responsables. Me ha agradado comprobar que comprenden que en Ruanda el país se hunde cada día más en una situación socioeconómica y política desastrosa.
¿A qué cambios se refiere?
Al cambio en la dirección por la que el país va. Ruanda es un país marcado por las violencias cíclicas, ligadas al mal gobierno y a formas de exclusión. Se constata hoy que todas esas causas han provocado el genocidio y los crímenes contra la humanidad. Todos esos elementos, esos ingredientes, que han hecho que hayamos conocido hechos sangrientos, se dan unidos en el Ruanda de hoy. Pensamos que hay que volver a poner el país en los raíles de la democracia, justamente para garantizar la cohesión de la población, para que el desarrollo duradero sea posible, lo mismo que una estabilidad duradera.
¿Qué papel puede jugar Canadá en el proceso democrático?
Canadá es un país que siempre ha acompañado a Ruanda en su desarrollo, por eso pienso que puede tener un protagonismo importante en este proceso democrático. Concretamente, hoy el régimen establecido no acepta la oposición. Es la razón por la que nos hemos organizado en el exterior y por lo que la oposición está activa fuera del país. Queremos regresar a nuestro país para realizar nuestras actividades políticas, Pero, como nos encontramos ante un régimen militarista que no acepta la libertad de asociación, la de expresión, necesitamos que los países amigos, como Canadá, acompañen al pueblo ruandés, sobre todo presionando al régimen ruandés para que dé espacio político a la oposición; algo necesario para que el proceso democrático vuelva a los cauces.
Usted caracteriza el régimen actual como totalitarismo, exclusión, negocio, aventurismo militar, expansionismo político. ¡Es una valoración un tanto severa!
No es una valoración severa, ya que responde a la realidad sobre el terreno. Por ejemplo, en lo que respecta al expansionismo militar, usted sabe que los militares del General Kagame atacaron el Congo y que a causa de esta guerra el Congo perdió más de 5 millones de vidas humanas. Así pues, no veo por qué usted se indigna porque se haga semejante constatación, cuando no hay nadie que lo denuncie o se indigne por el hecho de que en el Congo haya habido tantas víctimas. Pensamos que el régimen de Kagame, responsable de estos crímenes en la región, no puede seguir ejerciendo esas responsabilidades. Tememos que los crímenes cometidos en el Congo vayan a causar problemas a las futuras generaciones. Queremos preservar las futuras generaciones y evitar que haya de nuevo una guerra entre el Congo y Ruanda. Porque hoy todo el mundo sabe que el ejército congoleño es débil y tenemos miedo a que cuando el Congo posea un ejército fuerte pueda lanzar una guerra contra Ruanda para vengar los crímenes cometidos por Kagame. Para evitarlo tratamos de hacer un llamamiento a favor de una justicia contra los militares de Kagame, para que esos crímenes no sean imputados a toda la nación, al pueblo ruandés.
Abordemos el tema de la reconciliación- Una gran parte de la población ruandesa está exiliada en los países limítrofes y por todo el mundo.
Ruanda es un país que ha conocido el genocidio, que ha conocido crímenes contra la humanidad y pienso que lo primero que debería haber hecho el régimen de Kagame es tratar en primer lugar de reconciliar el pueblo ruandés. No lo ha logrado porque él mismo tiene responsabilidades en lo que ha sucedido en el país. No se ha atrevido, no ha tenido el coraje de enfrentarse al problema. ¿Y cuál es el problema? La gestión del poder entre las dos etnias. Muchos piensan que el problema de Ruanda es la etnia. Para nosotros no es ése el verdadero problema del país. El problema se produce cuando los políticos no tienen una visión nacional; los políticos irresponsables utilizan la etnia para mantenerse en el poder o para acceder a él.
Para reconciliarse el pueblo ruandés necesita que se instaure una justicia equitativa, instituciones que garanticen la seguridad de todos los componentes de la sociedad ruandesa y para lograr poner en pie esas instituciones es preciso que se dé un diálogo inter-ruandés. Opinamos que es el único medio para la reconciliación. Es necesario agrupar alrededor de una mesa todos los actores políticos, todos los actores de la sociedad civil, los miembros de las iglesias, para ver cómo se pueden establecer esas instituciones que garanticen la seguridad tanto de los tutsi como de los hutu, como de los twa. Así se evitará que existan de nuevo matanzas entre las etnias de Ruanda.
¿Cree usted que Ruanda se presta al diálogo? ¿Cree usted que Kagame no ha hecho esfuerzos en ese sentido?
El régimen de Kagame no ha hecho jamás un esfuerzo en ese sentido. Estoy en la oposición desde hace 10 años y siempre hemos hecho llamamientos al diálogo; hay grupos armados en países limítrofes que han pedido el diálogo; el régimen de Kagame siempre lo ha rechazado.
Las FDU se implica en este proceso democrático en las próximas elecciones presidenciales y lo primero que vamos a hacer si ganamos las elecciones es organizar ese diálogo inter-ruandés, del que pensamos que es el único medio para unir a los hijos del país, para trabajar por el desarrollo duradero y por la paz en Ruanda y en la región.
Las FDU están en el exilio, ¿cómo va usted a hacer la campaña en Ruanda?
Vamos a hacer campaña en el interior del país. Los ruandeses que van a votar están en el interior. Hay que regresar al país. Aunque conocemos la mala fe del gobierno, hemos pedido los pasaportes para poder viajar, para regresar al país. Hasta hoy no hemos recibido nuestros pasaportes. Pero el problema no está ahí. Pienso que nadie tiene derecho a impedir que los ruandeses vuelvan a su país. Y menos el régimen de Kagame que sabe bien que en 1990, cuando tomó las armas contra su país, fue porque el régimen de entonces dificultaba el regreso al país de los exiliados. Así pues, si tenemos nuestros pasaportes, y aunque no los tengamos, vamos a volver a nuestro país y una vez allá vamos a encontrarnos con nuestras bases, que se encuentran en el interior del país. Hasta ahora esas bases no trabajan públicamente, pero cuando estemos en Ruanda, vamos a inscribir nuestro partido político y luego iniciaremos nuestra campaña electoral.
¿En este momento, ustedes no existen dentro del paisaje político ruandés?
No estamos inscritos ni reconocidos como partido político en Ruanda, pero tenemos afiliados. Los ruandeses tanto del interior como del exterior están al corriente de nuestra existencia; saben lo que son las FDU, no se trata de un movimiento desconocido en el país. Es un partido conocido en el país pero que todavía no está registrado.
¿Piensa usted que la presión de los países donantes va a conseguir que las elecciones se desarrollen en un marco normal?
(Risas) ¿Un marco normal? (Risas) Comprendo lo que usted quiere decir, pero es necesario que yo le describa el paisaje político de Ruanda. En cuanto el FPR llegó al poder y que el general Kagame tomó el poder, puso en pie instrumentos para frenar la oposición. Adoptó medidas constitucionales, por ejemplo en la constitución se encuentra el artículo 13 sobre la ideología genocida y el divisionismo. Se trata de términos que se lanzan, así, vagamente contra cualquier opositor; son instrumentos para impedir que la oposición se exprese. Está luego el artículo 56 que estipula que los partidos políticos deben integrarse en un forum y que fuera de ese forum no se pueden realizar actividades políticas. Se trata de elementos que frenan. Además, han creado organizaciones secretas, servicios secretos, la policía Local Defense Force que están presentes en todas las aldeas. Estas milicias crean un clima de terror entre la población y ésta no se atreve a expresarse libremente. Pensamos que será difícil para la oposición trabajar, llevar adelante una campaña sin problemas, frente a estas medidas que el régimen actual ha establecido. Es la razón por la que necesitamos el acompañamiento de los países donantes, de los países amigos de Ruanda como Canadá, para pedir a este régimen que elimine esos bloqueos y que haya elecciones libres, transparentes, y que todo se desarrolle con plena seguridad para todos.
Llegado el momento, ¿Canadá puede jugar un papel positivo?
Sí, así lo creo yo. Por ejemplo, Canadá ha decidido cerrar el grifo, no dar ya dinero al régimen de Kigali, por no estar satisfecho con la manera con que el dinero donado al régimen era gestionado. Es una buena señal que demuestra que Canadá ve perfectamente que allá no se trabaja a favor del pueblo sino a favor de un pequeño grupo que está en el poder. Por todo ello yo confío en las autoridades canadienses para que acompañen al pueblo ruandés en el proceso democrático.
¿Cuáles son sus propuestas?
Nuestro programa político consta de 7 propuestas esenciales, pero me da la impresión de que no tenemos demasiado tiempo para hablar de ellas. Sólo voy a mencionar que la primera y primordial es la reconciliación que queremos hacer por medio del diálogo inter-ruandés. El 2º pilar de nuestro programa político es la economía. Se oye decir hoy que la economía de Ruanda va bien, que Ruanda es el Singapur de África. Lo cual es totalmente falso, porque el régimen establecido trata de fabricar informes que nada tienen que ver con la realidad. Claro que han construido grandes edificios gracias a lo que han saqueado en el Congo, pero no hay que olvidar que en los medios rurales la gente se está muriendo de hambre, ya no tienen casas donde vivir, hay muchos niños que no poseen los medios para ir a la escuela; todo el mundo sabe que la educación es la base del desarrollo. Así pues, si se observa todo lo que sucede en Ruanda, no puede decirse que el desarrollo va bien, que la economía en Ruanda va bien. Más bien hay que decir que va mal. Pensamos que los pocos medios disponibles deben ser compartidos equitativamente entre todas las zonas. Que todos los niños puedan tener acceso a la educación, que toda la población pueda tener acceso a los cuidados sanitarios.
¿Y sobre el conflicto con el Congo?
Ya he dicho antes que Ruanda ha agredido el Congo desde 1996 y he mencionado a las víctimas congoleñas. Pero, existen también los refugiados ruandeses, los más de 200.000, que fueron masacrados en el Congo. Lo que se ve hoy es que existe una inestabilidad en el Congo y que el régimen de Kagame tiene una responsabilidad en esta inestabilidad. Para nosotros, la no resolución de los conflictos internos de Ruanda sigue siendo el factor principal del incendio que asuela la región de los Grandes Lagos. Por eso, pensamos que para estabilizar la región, para estabilizar el este del Congo, es absolutamente necesario resolver el problema de Ruanda. No basta con retirar por la fuerza los grupos armados que están en el Congo, sino que hay que tratar más bien de resolver el problema global de Ruanda. Actualmente, la comunidad internacional tiene tendencia a pensar que si los grupos armados que están en el Congo son obligados a regresar el problema quedará resuelto. Olvidan sin embargo que mientras el problema interno de Ruanda no se resuelva, aunque los grupos armados regresen a Ruanda, siempre habrá otros grupos que se creen y que reclamarán sus derechos. Así pues hay que resolver el problema de Ruanda antes que pensar en estabilizar el Congo.
Los intereses ligados a los recursos de la región. Papel de Ruanda en la exportación de esos recursos.
Todo el mundo sabe que el problema de Ruanda no está ligado únicamente a la crisis interna; están también los intereses en juego respecto de los recursos naturales del Congo. Hay muchas empresas, multinacionales extranjeras, que se aprovechan del caos del este del Congo para saquear el Congo. Todo el mundo sabe que esos productos saqueados pasan por Kigali. Hay informes que han probado la implicación de Ruanda en ese pillaje. Por otra parte, se sabe que el régimen de Kagame tiene responsabilidades en dicho saqueo, aunque afirmen siempre que si están en el Congo, si envían tropas al Congo es para luchar contra los grupos armados. En gran medida, está allí para saquear las riquezas. Pensamos que este pillaje puede generar la desconfianza y futuros conflictos. Incluso aunque hoy se trate de resolverlos, pensamos que habrá conflictos futuros, porque el Congo no quedará satisfecho, ya que su población ha sido asesinada, y se ha saqueado. Lo que proponemos es crear mecanismos que puedan ayudar a los pueblos de los Grandes Lagos a crear una solidaridad entre ellos. Después de la 2ª guerra mundial, los países europeos se beneficiaron del plan Marshall, que les ayudó a desarrollarse. Pensamos que los países donantes podrían poner en pie un plan Marshall para la región de los Grandes Lagos, que permitiría desarrollar infraestructuras de base (electricidad, escuelas, hospitales), a fin de que los habitantes de la región de los Grandes Lagos puedan trabajar juntos y desarrollar una industria juntos. Pensamos que ese puede ser el momento de generar la solidaridad entre las poblaciones. Van a olvidar los rencores de las guerras, las víctimas que han conocido y vamos a trabajar conjuntamente. Pensamos que es la manera como se puede ayudar a los pueblos de esta región. Ello no quiere decir que se les va a pedir que olviden. Estoy de acuerdo con la Sra. Clinton cuando dijo que en el Congo hay que mirar hacia delante, pero no estoy de acuerdo de ningún modo con que haya que olvidar. No se puede matar a 5 millones y olvidarlo como si no hubiera sucedido nada. Reclamo que se haga justicia en el Congo, del mismo modo que lo hago respecto del pueblo ruandés; justicia para los que han asesinado, justicia par los que han saqueado. Que los responsables paguen por sus crímenes y que no sea toda una población la que pague por lo que no ha hecho.
¿Qué papel pueden desempeñar las mujeres africanas?
Las mujeres africanas deben comprender que tienen un gran protagonismo. Hoy, en África, las mujeres siguen en situación de retraso. Hago un llamamiento para que accedan al lugar al que tienen derecho. Son ellas las que deben alcanzarlo, no son otros los que lo van a hacer por ellas. Como usted sabe la economía de base reposa en las mujeres, son ellas las que tratan de cubrir los gastos de escolaridad de sus hijos, de vestirlos y alimentarlos. Pero yo les invito a que no se limiten a pequeños proyectos y se lancen a proyectos grandes para el desarrollo de África.
(Entrevista realizada en una radio canadiense, el 18 de septiembre de 2009)
Traducción a partir de la trascripción realizada por Eugène Shimamungu, en Ruandinfo de Kanyamibwa.
Traducida por Ramón Arozarena, para Fundación Sur.
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