Uganda. El sector del agua atascado por la corrupción

7/09/2009 | Crónicas y reportajes

El debate político sobre el establecimiento de un regulador independiente del agua ha resurgido después de que el sector se haya dado cuenta, gracias a una investigación que se presentó la semana pasada, entre 5 y 10 millones de dólares, destinados a mejorar el acceso a agua potable, para consumo humano en Uganda, se pierden por la corrupción cada año.

Una investigación de la línea de base, patrocinada por el Banco Mundial, sobre la integridad en el suministro en los sectores del agua y la sanidad en Uganda descubrió que entre el 10 y el 20 % del dinero dado a los contratistas es gastado en sobornos, que reduce significativamente el alcance del contrato en cuanto a mejorar el acceso al agua potable y a los servicios sanitarios.

Alrededor del 54 % de los operadores privados de agua aseguran que pagan el 10 % del valor del contrato, para obtenerlo, mientras que el 46 % de los consumidores urbanos confiesan que pagan cargos extra para que les conecten a las redes de abastecimiento de agua potable.

Teniendo en cuenta el hecho de que el presupuesto nacional ha destinado al sector de agua una media de 130.000 millones de chelines, o 65 millones de dólares, a lo largo de los últimos cinco años, el país podrá haber perdido alrededor de 65.000 millones debido a la corrupción, a estas alturas.

El esfuerzo nacional por mejorar el abastecimiento de agua y las instalaciones sanitarias, o alcantarillado, equitativamente, también se ve distorsionada por la interferencia de asignaciones presupuestarias para favorecer áreas en las que los políticos esperan ganar terreno político, otra forma de corrupción que un regulador independiente podría investigar.

Para ocuparse de esta corrupción descarada, así como del tráfico de influencias de los políticos, algunos agentes involucrados proponen un organismo regulador independiente, la introducción de pactos de integridad entre el gobierno y los contratistas, que esté monitorizado por la sociedad civil.

La idea de establecer un organismo así surgió por primera vez en 2003, después de una serie de casos de corrupción, principalmente el proyecto de presas de valle, que el vicepresidente Specioza Kazibwe fue acusado de malversación que ocasionó la pérdida de 4.000 millones de chelines, dos millones de dólares, de los contribuyentes. La corrupción en aquel tiempo era tan pronunciada en el sector que algunos donantes como el gobierno de Suecia retiró sus fondos.

El ministerio del Agua y Medioambiente cree en este concepto y ha enviado de verdad a varios funcionarios a realizar una gira de estudio a Alemania, para aprender de la misma experiencia que está llevándose a cabo allí.

Sin embargo, la Corporación Nacional de Agua y Alcantarillado, argumenta que un organismo regulatorio no haría más que incrementar las tarifas del agua, en el caso probable de que los actores bajo control, a su vez sean responsables del presupuesto del organismo de control.
Además, no hay competencia en ese segmento del sector, lo cual significa que los reguladores-controladores vigilarán sólo a la Corporación Nacional de Agua y Alcantarillado.

“Ya hemos establecido una unidad en el ministerio para probar a poner en marcha la idea reguladora que aprendamos de Alemania, porque ellos tienen uno de los mejores sistemas reguladores del agua del mundo”, declaró la ministra para el Agua, Jennifer Namuyangu.

Un regulador independiente aseguraría la adherencia a los procesos de obtención -donde se ha informado de la mayoría de los casos de corrupción-, operaciones y gestión. También podría poner objetivos de actuación y aprobar tarifas para la instalación del agua, que es utilizado para hacer estas cosas por sí mismo.

Actualmente, la regulación se realiza por contratos de actuación sólo, elaborados con componentes anticorrupción, aunque estos se consideran infectivos porque la unidad que da los contratos para, por ejemplo construir agujeros en el campo, es la misma parte que supervisa el trabajo, y es responsable de los recursos.

Con la presión de actuar desde arriba, hay una tendencia por parte de los supervisores a evaluar positivamente, hasta cuando el trabajo se ha hecho de manera chapucera.

La gestión de la Corporación Nacional de Agua y Alcantarillado defiende en su lugar un marco regulador con guías para ser implementadas por un comité selecto y respaldado por las instituciones controladoras existentes, como el ombudsman y el regulador de adquisición.
“Es muy costoso establecer un organismo regulador, y es el consumidor el que asumirá este coste”, asaegura William Muhairwe, el director de gestión de la Corporación Nacional.

Sin embargo, la empresa pública del agua, aunque teniendo un superávit, dedica la mayor parte de sus ingresos internos a gastos constantes, mientras que el dinero para los gastos de desarrollo normalmente es proporcionado por inyecciones de capital del gobierno y los donantes.

Los observadores señalan que las autoridades regulatorias existentes no han reducido la corrupción, precisamente, en sus respectivos sectores.

La investigación del Banco Mundial fue encargada después del conocimiento de la Inspección del cuerpo de Inspectores del gobierno y de Integridad Nacional, en 2008, que recomendaba que se hicieran estudios de corrupción por sectores. Estos estudios darán una imagen representativa de cuánto se ha perdido por la corrupción en todos los sectores.

A diferencia de otros sectores, el agua no tiene una autoridad reguladora, dejando que esa regulación la hagan sólo los contratistas, y algunos burócratas y grupos de expertos de socios de desarrollo, si se establecieses una, se reduciría la corrupción y se mejoraría la eficacia.

“Es importante para nosotros tener integridad en el sector, porque no queremos llegar a una situación como la que tuvimos en 2004, cuando Suecia retiró los fondos por culpa de la corrupción en el sector”, asegura Helen Holm, primera secretaria a cargo del Agua y los sistemas sanitarios, de la embajada de Suecia, en Uganda.

En una reunión en la que se presentaron los resultados de la inspección, una recomendación notable de los consultores fue que se estableciese una autoridad regulatoria independiente, con urgencia.
En la reunión, no se discutió el tema de la duración, según los funcionarios, porque las políticas no se hacen en talleres, sino en los clubs de golf, con mesas redondas presidenciales y en el gabinete de ministros.

Malingha Doya

(The East African, Kenia, 7-09-09)

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