Gobernanza y Elecciones: El Instituto de democracia sostenible en África anuncia el siguiente calendario de elecciones en 18 países del continente durante 2022: Angola, Chad, Comoras, Yibuti, Guinea Ecuatorial, Gambia, Kenia, Lesoto, Libia, Malí, Mauricio, República del Congo, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sierra Leona, Somalilandia, Sudán y Túnez.
Del Informe Mo Ibrahim obtenemos que aunque el 62 % de los pueblos africanos viven en democracia aumenta el deterioro en la seguridad y en el respeto de derechos humanos. Varias dictaduras se disfrazan de democracia pero controlan los movimientos y la libertad de expresión, así como el acceso a las redes sociales por parte de cualquier tipo de oposición. Además, la falta de transparencia y gestión injusta de los abundantes recursos e ingresos hace imposible un progreso integral y sostenible para muchos países africanos.
Las elecciones siguen teniendo lugar en procesos bastante democráticos, pero la participación de la sociedad en la gestión de los presupuestos es muy escasa. Los movimientos sociales, particularmente de las mujeres y de los jóvenes, van tomando parte activa en este proceso democrático para garantizar una gestión más justa para el bien común. Ellos son en gran parte la esperanza de la democracia y de la buena gobernanza.
Economía, empleo y salud: África sufrió un gran deterioro económico en 2020, contrayéndose su economía un 2,1 %, pero el continente ha salido de la recesión en 2021 con una previsión al alza de un 3,3 % y se prevé una mayor recuperación económica durante 2022. El proceso de integración económica en el continente africano (AfCTA) debería facilitar y agilizar los intercambios comerciales y favorecer el desarrollo.
El primer dato que condicionará esta recuperación será el de las consecuencias de la pandemia de la covid-19 y los riesgos que esto supone en una población con muy bajo nivel de vacunación. Los presupuestos de salud pública son insuficientes y solo 10 naciones del continente ofrecen servicios de salud gratuitos. El esperado aumento del turismo durante 2022 dependerá en gran parte de la evolución de la pandemia y de las campañas de vacunación.
Los conflictos armados y los grupos radicalizados constituyen otro obstáculo para el desarrollo y la paz de muchas regiones africanas, especialmente en el cuerno de África y en la región del Sahel. Por otra parte, los migrantes africanos representan menos del 14 % de los migrantes mundiales. Se deben crear oportunidades para las personas en sus lugares de origen y, además, canalizar vías legales de emigración. Debemos recordar que la UE necesita de recursos humanos para seguir desarrollándose. Además, es importante desarrollar la energía en África. La mitad de la población no tiene electricidad. No se puede construir una economía si no dispone de electricidad.
Derechos humanos y educación: El derecho a la educación también recibe un presupuesto deficiente en la mayoría de los países africanos. En gran parte de los países africanos, como en Uganda, la educación pública solo recibe un 1,9 % del presupuesto nacional. Debido a la pandemia muchos países africanos han sufrido un duro revés en la oferta y en la calidad de educación.
La violación severa de los derechos humanos sigue afectando a varios países africanos, como: Etiopía, Sudán, Ruanda, Uganda, RCA, etc. Este atropello de los derechos humanos y de la justicia aumenta durante los periodos de elecciones generales.
Integración social de mujeres y jóvenes: La pandemia, el desempleo y el cierre de los centros educativos han causado un aumento considerable en la violencia de género, de embarazos no deseados y de divorcios en la mayoría de los países africanos. Se prevé que hasta el 30 % de las jóvenes que dejaron la escuela por la pandemia y por el cierre de centros educativos ya nunca regresarán al sistema educativo. En la mayoría de los países africanos las mujeres no cuentan con un sistema de justicia eficaz y neutral que las pueda proteger y defender de forma adecuada.
Cooperación internacional panafricana y global: El nivel de cooperación entre la ONU, la UA y la UE en la toma de decisiones es deficiente en todos los ámbitos del desarrollo, resolución de conflictos y emergencias. Los servicios se duplican y son ineficaces y costosos. Esta colaboración es muy necesaria en los casos de golpes de Estado, elecciones, tráfico de armas, guerras civiles, pandemia de la covid-19 y de grupos armados radicales que desestabilizan tantas regiones del continente africano.