Un asesinato y una mina de carbón, por Bartolomé Burgos

29/10/2021 | Bitácora africana

drakensberg_sudafrica_kwazulu-natal_cc0.jpgEn el norte de KwaZulu-Natal, la Señora Fikile, que luchaba contra la apertura de una mina a cielo abierto en donde se encuentra su aldea, fue asesinada a tiros, por tres hombres armados que invadieron su casa.

¿Cuáles son los componentes del problema?

  • 1) La compañía minera Tendele que opera en el lugar desde 2006, y que quiere expandir sus operaciones en 22 000 hectáreas a cielo abierto, en pleno poblado, lo que significaría que unas 200 familias tendrían que ser reubicadas;
  • 2) los campesinos dueños de terreno que aceptan el ofrecimiento de vender sus tierras y ser reubicados;
  • 3) los que se niegan a vender sus tierras, su único medio de vida y por las que sienten un apego ancestral. Y luego están las autoridades que tienen que decidir.

¿Quién es responsable del asesinato?

Nadie había sido arrestado a la hora de escribir este artículo y la policía pretende que aún se desconoce el motivo del asesinato. El director de la compañía minera clama que ellos no tienen nada que ver con el crimen y han dado el pésame a la familia y condenado la violencia.

La minería es una de las industrias más antiguas de Sudáfrica, pero produce preocupación por la contaminación del aire y los problemas de salud de las comunidades mineras, así como por la pérdida de tierras de pastoreo.
Pero las autoridades ven, por otra parte, la necesidad de impulsar la economía y generar empleos.

¿Cuál es la situación actual?

Las 21 familias que no quiere vender han llevado a la empresa a los tribunales y el plan de expansión está paralizado. Esas mismas familias están recibiendo amenazas de muerte: «Estamos recibiendo amenazas de muerte porque no queremos mudarnos«, dice un vecino. La gente vive aterrada. Entre las amenazas está la de matar al sustentador de cada familia.

Quienes viven con miedo en medio de las negociaciones dicen que la empresa minera no hace lo suficiente para traer la calma. Pero el directo de la mina asegura que estas afirmaciones son infundadas y que no hay conexión con la supuesta intimidación. Insiste en la necesidad de dialogar para lograr un equilibrio entre beneficios económicos y las preocupaciones ambientales y el apego ancestral a la tierra. Y añade: “Tenemos que encontrar una manera en que podamos escucharnos unos a otros, de lo contrario, el riesgo de violencia futura es terrible”.

Bartolomé Burgos

Autor

  • Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

Más artículos de Burgos, Bartolomé