Antes de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre Sinodalidad programada para octubre de 2023, la Secretaría General del Sínodo ha publicado dos instrumentos de trabajo: el Documento preparatorio y el manual (Vademécum) para ser utilizado por las Iglesias locales como guía para la preparación de la Asamblea.
Los dos documentos para la primera fase de la jornada sinodal, publicados el martes 7 de septiembre, tienen como objetivo impulsar “un amplio proceso de consulta para recoger la riqueza de las experiencias de vivida sinodalidad, en sus diferentes articulaciones y facetas, involucrando a Pastores y Fieles de las Iglesias locales a todos los diferentes niveles«.
Según el Vaticano, el Papa Francisco invita a toda la Iglesia a reflexionar sobre el tema «Por una Iglesia Sinodal: Comunión, Participación y Misión«, señalando que “es precisamente este camino de sinodalidad el que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio«. El tema llama a caminar juntos a través de la mutua escucha del Espíritu Santo en todos los niveles de la vida de la Iglesia orientada a la evangelización.
Al crear la oportunidad de escuchar y dialogar a nivel local a través de este Sínodo, el Papa Francisco está llamando a la Iglesia a “redescubrir su naturaleza profundamente sinodal. Este redescubrimiento de las raíces sinodales de la Iglesia implicará un proceso de aprender juntos humildemente cómo Dios nos llama a ser como Iglesia en el tercer milenio”.
Caminando y reflexionando juntos “la Iglesia podrá aprender a través de Su experiencia qué procesos pueden ayudarla a vivir en comunión, a lograr participación, a abrirse a la misión (de ahí) nuestro“ caminar juntos ”es, de hecho, lo que representa y manifiesta con mayor eficacia la naturaleza de la Iglesia como Pueblo de Dios peregrino y misionero”.
Además, este caminar “no solo nos une más profundamente unos con otros como Pueblo de Dios, sino que también nos envía a proseguir nuestra misión como un testimonio profético que abarca a toda la familia de la humanidad, junto con nuestras hermanas denominaciones cristianas y otras tradiciones religiosas«.
El documento preparatorio publicado, “Nos recuerda el contexto en el que se desarrolla este Sínodo; la pandemia mundial, los conflictos locales e internacionales, el creciente impacto del cambio climático, la migración, diversas formas de injusticia, racismo, violencia, persecución y el aumento de las desigualdades en la humanidad, por nombrar algunos […] En la Iglesia, el contexto está también marcado por el sufrimiento experimentado por menores y personas vulnerables debido al abuso sexual, de poder y de conciencia perpetrado por un significativo número de clérigos y consagrados”.
El documento preparatorio “influirá en la publicación del segundo borrador del documento de trabajo que se publicará antes de junio de 2023” y actuará como “una herramienta para facilitar la primera fase de escucha y consulta al Pueblo de Dios en las Iglesias particulares” para la fase diocesana del sínodo.
Según el documento del Vaticano, el manual que acompaña al documento preparatorio «ofrece un apoyo práctico a las personas diocesanas de contacto designadas por los obispos diocesanos, para preparar y reunir al Pueblo de Dios para que puedan dar voz a su experiencia en su Iglesia local […] Se anima a quienes son responsables de organizar el proceso de escucha y diálogo a nivel local a ser sensibles a su propia cultura y contexto, recursos y limitaciones, y a discernir cómo implementar esta fase sinodal diocesana, guiados por su Obispo diocesano […] Os alentamos a que toméis ideas útiles de esta guía, pero también a que tengáis vuestras propias circunstancias locales como punto de partida. Se pueden encontrar nuevos y creativos caminos para trabajar juntos entre parroquias y diócesis con el fin de llevar a buen término este Proceso sinodal […] Este proceso sinodal no tiene que ser visto como una carga abrumadora que compite con la atención pastoral local. Es más bien, una oportunidad para fomentar la conversión sinodal y pastoral de cada Iglesia local para que sea más fecunda en la misión”.
Evidentemente, los dos instrumentos de trabajo son complementarios y deben leerse conjuntamente.
Según el documento preparatorio, el objetivo de la primera fase del camino sinodal, que se prevé que dure seis meses, desde octubre de 2021 hasta abril de 2022, “es propiciar un amplio proceso de consulta para recoger la riqueza de las experiencias de vivida sinodalidad en sus diferentes articulaciones y facetas, involucrando a los pastores y fieles de las Iglesias particulares a todos los niveles”.
Jecinter Antoinette Okoth
Fuente: AMECEA
[Fundación Sur]
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