El conflicto de Somalia, por Bartolomé Burgos

20/04/2021 | Bitácora africana

somalia_mapa-7.pngSegún un informe del Hiraal Institute de Somalia, al-Shabab recauda tantos ingresos como el gobierno.

¿Qué es el Hiraal Institute?

Es un instituto de investigación, o grupo de expertos investigadores, cuya función es la reflexión sobre temas de política social, estrategia política, economía, ejército, tecnología o cultura. El informe al que nos referimos ha sido elaborado por medio de entrevistas con funcionarios, empresarios, miembros del gobierno, campesinos e incluso militantes del Al-Shabab.

Y ¿qué es al Shabab?

Es un grupo de militantes islamistas, afincados en Somalia, que durante una década ha estado combatiendo al gobierno y controla gran parte del territorio nacional, en el sur y en el centro del país.

¿Cómo puede recaudar más impuestos que el gobierno?

Los islamistas recaudan unos 15 millones de $ mensuales, y no sólo en el territorio que ellos ocupan, sino también en los territorios controlados por el gobierno, incluyendo la misma capital, Mogadiscio, y las principales ciudades del país, ya que tienen agentes en todas partes.

¿De quién obtienen el dinero?

Recaudan impuesto de las empresas y hombres de negocios. Todas las compañías importantes en Somalia pagan a los yihadistas, en cuotas mensuales y, una vez al año el 2,5 de sus ganancias. Las importaciones por el puerto de Mogadishu, que es la mayor fuente de ingresos del gobierno, también paga impuestos a los yihadistas, que obtienen el manifiesto de carga del personal del puerto. Les paga impuestos el sector inmobiliario y los yihadistas son los únicos que recaudan ingresos en las áreas rurales: establece gravámenes sobre el ganado, sobre las cosechas e incluso sobre el agua; los campesinos tienen que pagar para regar con aguas de los ríos y los canales.

Muchos empleados del gobierno dan una parte de su salario a los yihadistas, quienes los contactan con llamadas desde el móvil para exigirles dinero. Incluso un comandante del ejército gubernamental tuvo que pagar a la yihad para que los albañiles terminaran de construir su casa; cuando se negó a pagar, todo el personal de la obra despareció y no volvieron hasta que pagó lo que le exigía la yihad. Algunos compañías pagan impuestos tanto al gobierno como a la yihad, que los protege, algo que el gobierno es incapaz de hacer.

¿Son estos pagos voluntarios?

Por supuesto que no. Los métodos de la yihad para extraer dinero son brutales: intimidación, violencia y amenazas de muerte. Quienes se niegan a pagar pagan con sus vidas, o bien están obligados a cerrar sus negocios o a huir del país. Quien paga impuestos a Al-Shabab, en los puestos de control, puede viajar seguros, tanto a través del territorio controlado por los yihadistas como por el territorio controlado por el gobierno. Quién no paga se expone a viajar con peligro de su vida. El Hiraal Institute opina que la única manera de impedir que los islamistas recauden impuestos, sería mejorando la situación de la seguridad en Somalia, lo que, por ahora, es ilusorio.

Bartolomé Burgos

Autor

  • Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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