Vanessa Nakate es una activista medioambiental de Uganda, fue la primera activista de su país en unirse a Fridays for Future y es la fundadora del movimiento Rise Up Movement.
Durante su participación en el foro sobre cambio climático y racismo medioambiental, es preguntada por la periodista Nelufar Hedayat sobre qué es el racismo medioambiental y de qué manera afecta éste. Nakate explica que para ella el racismo ambiental es el ataque a grupos minoritarios, grupos marginados, especialmente comunidades de personas de color con vertederos, con presas de desechos, con incineradores… La activista ha visto, tanto en Estados Unidos como en el sur global, como las comunidades de color están afectadas de manera desproporcional por los problemas de salud a causa de la contaminación o de vivir en comunidades cercanas a las centrales eléctricas de carbón. Abordar en la agenda de la lucha contra el cambio climático el racismo medioambiental es fundamental para lograr la justicia medioambiental.
Ante la pregunta de Hedayat sobre cómo impacta el cambio climático en el sur global, Nakate explica que, aunque los países del sur global son los que menos contribuyen al cambio climático, son los más afectados. Eventos históricos como el colonialismo, el imperialismo y la explotación de las comunidades como la suya son los responsables de la crisis climática que afecta a estos países. Como resultado, muchos niños tienen que dormir hambrientos porque sus padres lo han perdido todo a causa de la crisis climática, así como muchas niñas se ven obligadas a dejar el colegio porque sus padres no pueden ocuparse de ellas por el mismo motivo.
Pero el racismo medioambiental también se hace patente a través de los medios de comunicación y las estructuras de poder que, como declara en la entrevista, la recortaron de una foto que se tomó en Davos a principios de este año, donde aparecía con otros jóvenes activistas como Greta Thunberg. La activista ugandesa explica que históricamente se ha excluido y borrado a los negros de los principales movimientos ecológicos, a pesar de ser voces fundamentales, por la idealización mediática de los activistas blancos como dirigentes únicos del movimiento.
Ante la pregunta de la periodista sobre si el activismo medioambiental es un privilegio para algunos y un desafío para otros en el mundo, Nakate considera que si hay diferencias entre el norte y el sur global. En el norte existe el privilegio de tomar alternativas, sin embargo, en países como el suyo no las hay, por ejemplo la mayor parte de los colegios usan leña para preparar la comida aun sabiendo los daños que generan en el medioambiente, pero Nakate reitera, no tienen alternativas. Pero señala que no se trata de que las personas del norte global se sientan culpables sino de que sean conscientes de su privilegio y lo utilicen para ayudar a las comunidades más afectadas, encontrando soluciones para ellas y poniendo fin a las desigualdades e injusticias medioambientales.
Fuente: Doha Debates-Imagen: @DeLoviePhotos
[Traducción y Edición, Irene Ruzafa Martín]
[Fundación Sur]
Artículos relacionados:
– La región del Sahel amenazada por los grupos extremistas y el cambio climático
– Caritas Zambia lanza un premio de periodismo para impulsar la lucha contra el cambio climático
– Sostenibilidad para Sonderwater
– La parroquias de Kenia forman a los católicos en el cuidado del medio ambiente
¿Cómo de blancas son las redacciones que informan sobre África?
– El racismo develado en tiempos del COVID-19
– La raza es un sistema de castas creado por el racismo
– El racismo como ADN de la humanidad , por Ika Oliva Corado
– Racismo, injusticia y olvido, por Omer Freixa
– Africanos y afrodescendientes, contra el racismo, por Omer Freixa
0 comentarios