UGANDA. Lilly Atong: “Yo fui mujer de Joseph Kony”

15/06/2009 | Crónicas y reportajes

Lilly Atong, de 26 años, fue secuestrada por primera vez por los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor, LRA, en el distrito de Amuru, al norte de Uganda, en 1991, cuando tenía 10 años. Fue convertida en mujer del líder del LRA, Joseph Kony, pero se escapó en 2005. Sin embargo, durante las conversaciones de paz de Juba, en 2006, volvió a reunirse con Kony para persuadirle de que liberase a las demás mujeres y niños. Después fue secuestrada otra vez en el parque nacional de Garamba, donde se escondían los rebeldes. Logró escapar una segunda vez y ahora vive en un centro de rehabilitación en la ciudad del norte de Gulu.

“Yo iba a la escuela ciando los rebeldes secuestraron a ocho de nosotras, en 1991”. “Fui dada a uno de los comandantes llamado Abucingu. Nos llevó al Sur de Sudán, donde encontramos a muchos rebeldes en Nisitu, uno de sus campos principales. Entonces Kony me llevó a mí y a otras dos niñas. Nos djo que íbamos a trabajar en su casa ayudando a sus otras mujeres”.

“Después, en 1996, Kony me dijo que era su mujer. Yo tuve miedo de que me matase si me negaba. No estaba preparada para ser una esposa tan pequeña y fue muy difícil y doloroso. Yo lloraba, pero no había manera de salir”.

“Tuve mi primer hijo en enero de 1997 y él le llamó George Bush, En 1999 tuve otro bebé con él”.

“En 2005, volvimos a Uganda, y tuve otro bebé. La vida era muy dura. No había comida y el ejército (Las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda, UPDF) siempre estaba persiguiendo al grupo”.

“Un día los rebeldes fueron atacados. Su comandante decidió liberar a las mujeres con niños pequeños. Yo tenía dos, mi hijo el mayor, Bush, se quedó en Sudán con Kony. Llegamos a un destacamento del UPDF cercano”.

“Volví a mi casa pero no había trabajo. Luckily, una mujer llamada Else Deternamann, vino a ayudarme y llevó a mis niños a la escuela en 2005. Por fin me estaba asentando y olvidando todos los recuerdos de la selva, pero en 2006, oí mi nombre en la radio, Kony quería verme a mí y a sus otras mujeres. Las conversaciones de paz de Juba acababan de empezar”.

“Yo no quería ir pero después de varias peticiones de la gente que me decía que fuera y le convenciese para que liberase a las mujeres y a los niños, accedí. Éramos 22, entre nosotros había líderes de los distritos de Gulu, Kitgum y Pader”.

“Estuvimos allí una semana, pero cuando teníamos que marcharnos, Kony me dijo que yo no iba a volver a Uganda. Ordenó a dos de sus escoltas que me disparasen si intentaba escapar”.

“Yo insistí en que no me iba a quedar, pero Kony se puso muy furioso y le dije que estaba dispuesta a quedarme si él liberaba a otros niños y mujeres, pero me contestó que me mataría si volvía a desafiarle”.

“Al día siguiente Kony me trasladó a otro campo del LRA, más adentrado en la selva. Ahí había otras diez mujeres de Kony y muchos niños. Encontré a mi hijo Bush, había crecido mucho”.

“El campamento estaba fuertemente custodiado por los soldados del LRA, porque era una de las principales bases”.

“Durante la operación Trueno Relámpago, en diciembre de 2008, me escapé y ahora soy feliz, finamente en casa, pero ahora no sé qué hacer. Mi hermano está enfadado conmigo porque he tenido otro niño con Kony, de cuando estuve otra vez en la selva”.

“Ellos dicen que no debería haber ido y que no pueden cuidar de mi y del niño. No a dónde iré cuando salga del centro de rehabilitación GUSCO (Gulu Support Children Organization].

“Pido a alguien o a alguna organización que me ayude a formarme en confección, para poder ganar algo de dinero. Antes de volver a Congo, yo vendía verduras en el mercado de Gulu, pero ahora todo eso ha desaparecido, necesito algo para que me ayude a empezar una nueva vida. No sé qué pasará si Else deja de ayudar a mis niños con la escuela, puede que tenga que volver al pueblo”.

(IRIN, 15-06-09)

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