La activista gambiana Isatou Jeng participó en el VIII Encuentro Mujeres que Transforman el Mundo, que se celebró en Segovia del 16 al 25 de marzo de 2018.
¿Qué quiere transformar esta mujer gambiana?
En su caso concreto, quiere acabar con la mutilación genital femenina y con los matrimonios juveniles en su país. Es una feminista que desea que las chicas tengan iguales oportunidades que los chicos, en todos los ámbitos y sin excepción.
¿Cómo ha llegado a ser una mujer africana activista?
Se ha visto sometida a todas las adversidades que afectan a millones de chicas africanas. La diferencia está en cómo ella reaccionó al infortunio. A los seis meses fue víctima de ablación genita, una práctica prohibida en Gambia pero que persiste. Su madre, a quien ella admira, lo permitió para librarla del ostracismo social. Con sólo tres años quedo huérfana de padre. Su padrastro no la aceptaba como hija suya; crecer así supuso para ella un verdadero trauma. A los 15 años quedó embarazada, algo frecuente entre las adolescentes africanas. En estos casos la sociedad considera a la chica como la única responsable. Los hombres de su familia querían que se casara con el padre del bebé, pero su madre intervino y se negó rotundamente. “Si no hubiera evitado el matrimonio, a estas horas no estaría hablando de los derechos de las mujeres”, nos dice
¿Qué la ha hecho diferente de tantas chicas africanas que viven situaciones parecidas?
Su madre nunca fue a la escuela, pero comprendía la importancia de la educación, por eso se hizo cargo del bebé para que su hija pudiera volver a la escuela pese a la desaprobación de la familiares y los vecinos. Para una madre adolescente volver a la escuela lleva consigo ostracismo e insultos. Pero Jeng persistió hasta que con el tiempo logró graduarse en ciencias políticas, algo casi imposible siendo de familia pobre y habiendo pasado por un embarazo juvenil.
¿Qué empujó a Jeng a militar por los derechos de la mujer?
Toda su experiencia de vida, incluyendo el embarazo, la embarcaron en esta aventura. Quiso ayudar a las chicas que se encuentran en la misma situación. Para ello fundó la organización The Girl´s Agenda @AllGirlsAgenda con el objetivo de acabar con la mutilación genital femenina y con las niñas esposas: “Quiero que las madres adolescentes vuelvan a soñar. Les damos formación en feminismo, mutilación genital, matrimonio juvenil y les preparamos para enfrentarse al estigma de la sociedad”. En Gambia el matrimonio juvenil es frecuente y el 75% de las mujeres de entre 15 y 49 ha sido víctima de ablación.
¿Tiene éxito su movimiento?
Los miembros de la organización acuden a las pequeñas comunidades rurales y hablan con la gente de estos problemas, en la lengua local y en un lenguaje asequible. La ablación genital femenina es algo cultural por lo que hay que convencer a la gente explicándoles cómo afecta su vida sexual y su salud. Esto anima a otras mujeres a compartir sus experiencias. El hecho de hablar en público de algo tabú es signo de cambio y las generaciones jóvenes están firmemente opuestas a la ablación y a los matrimonios infantiles.