Las recientes reflexiones de Federico Mayor Zaragoza sobre las etiquetas y connotaciones que colocamos a las personas, o grupos de personas, para descalificarlos y rechazarlos me parecen muy relevantes para nuestra sociedad occidental actual y sus líderes.
En los países africanos que conozco, no encontramos semejantes etiquetas, como: conservadores, progresistas, derechas, izquierdas, aunque existan otras categorías como: tribus, religiones, agrícolas, pastores, etc.
La inmensa mayoría de la gente hoy día ha terminado su carrera universitaria, y son por tanto científicos y profesionales, en diferentes ámbitos, como: medicina, educación, fisca, agricultura, ingeniería, gestión de empresas, ética, derechos humanos, etc.
Todos estamos pues preparados para ser profesionales y competentes en los diferentes servicios que hemos aceptado en la sociedad.
Lo que la sociedad exige de cada profesional, sea: médico, maestro, gestor, juez, ingeniero, etc., es que sea competente y responsable en su trabajo, sin mirar a sus ideas religiosas o políticas personales.
En la actualidad, estamos permitiendo que muchos políticos partidistas y radicales, cataloguen y dividan la sociedad y a sus profesionales, con etiquetas y connotaciones lamentables, como: “conservadores o progresistas.”
Cuando miramos a profesionales, como: médicos, profesores, jueces, gestores, o líderes religiosos, vemos ante todo a gente competente y responsable, sean cuales sean sus ideas o convicciones personales.
Entre los grupos sociales, con diferentes profesiones, el grupo social que se comporta con menos profesionalidad, es probablemente el grupo de los partidos políticos actuales.
Necesitamos elegir en primer lugar a líderes profesionales y responsables, en todos los ámbitos de la vida social, para poder trabajar juntos y construir un desarrollo sostenible, humano y ecológico.
