La Conferencia de Obispos Católicos de Kenia (KCCB) inició recientemente una campaña anticorrupción denominada «Rompiendo las cadenas de la corrupción». Al volver a leer la declaración que hicieron pública durante el lanzamiento de la campaña en Subukia, me llamó la atención una afirmación bastante fuerte.

Según lo entiendo, la campaña pretende recordar a todos los kenianos, comenzando por la propia Iglesia Católica, que la corrupción, usando las palabras exactas en la declaración de los Obispos, es «una podredumbre del corazón».

Una imagen bastante fuerte

Enfermarse, incluso sin pudrirse, es bastante incómodo. Entonces buscamos cura. En el desafortunado caso de que uno esté herido, llevar una venda en cualquier parte del cuerpo es molesto. Es aún más molesto si la herida es el resultado de una operación. Para que los médicos opten por una cirugía mayor habrían considerado que no hay alternativa. En todo esto, buscamos eliminar la causa de la enfermedad.

Pudrirse es un estado de descomposición. La imagen de un corazón podrido significa un ser humano que está en camino a la muerte. Porque nadie puede vivir sin corazón. Una podredumbre en el corazón significa la existencia de una cicatriz en el motor que bombea vida al resto del cuerpo.

Si la corrupción es realmente una podredumbre en el corazón, ¿cuáles deben ser los síntomas? Los obispos dan una respuesta: el síntoma es la pérdida de sentido de lo que es justo. Lo que significa que cuanto más se pudre el corazón, más decae la conciencia. Cuanto más decae la conciencia, más crece la corrupción. Cuanto mayor es la podredumbre, mayor es la corrupción.

Una persona que sufre una podredumbre en el corazón no se dará cuenta de que la corrupción es una enfermedad porque esa persona ya está enferma. A menudo, una persona loca no sabe que ciertas acciones son perjudiciales para sí misma y para los demás. Para tal persona, cualquier acción pensada puede ser realizada.

Todos sabemos cómo la corrupción ha impregnado los sistemas de gobernanza en este país. Podemos parafrasear esto usando las palabras de los obispos. Todos sabemos cómo la podredumbre en el corazón de la nación ha impregnado las venas del país. Nuestras venas suministran sangre al organismo nacional desde un corazón con podredumbre.

La pregunta que debemos hacer en este momento es esta: ¿por qué no, individual y colectivamente, buscamos atención médica para eliminar la podredumbre en nuestro corazón nacional? Al menos los obispos decidieron curarse de la podredumbre con el gesto de quitarse los zapatos como señal de arrepentimiento y firmar un formulario declarando su posición contra la corrupción durante el lanzamiento de la campaña.

¿Qué sostiene una podredumbre en el corazón?

Hay, obviamente, muchos factores. Aquí es solo un punto de partida.

Políticos y personas dotadas de profundos bolsillos deberían hacer un favor a los grupos religiosos: ayudarlos a mantenerse en pie lejos de la corrupción.

Una canción muy antigua en la Iglesia Católica dice que «kutoa ni moyo wala sio utajiri» (lo que uno quiere es dar; no mostrar riquezas). La, a veces, distorsionada teología de que cuanto más das, Dios duplicará, no es más que una podredumbre de un corazón codicioso. No te permitas alimentar al corazón de la iglesia con lo que podría ser un virus de corrupción. Haz simplemente lo correcto en materia financiera. Da porque es lo que tu corazón te invita a hacer. Cuanto más das porque estás dispuesto a hacerlo, y no porque estés manipulado espiritualmente, más obtienes.

Los cristianos son muy hábiles para manchar a los políticos y a los ricos con todo tipo de suciedad. Saben cuán corruptos son y cómo corrompen a cualquiera Sin embargo, he escuchado en ocasiones a políticos que expresan claramente su frustración de que después de correr y correr enfrentándose a todo tipo de hostilidades y extorsiones, corren a la Casa de Dios para encontrar consuelo. Lamentablemente, ese espacio resulta ser también un foro para que alguien solicite fondos falsamente justificados.

Es vuestro turno como políticos de uniros a los obispos para decir a los cristianos que os estamos presionando para que hagáis cosas que en lo profundo de vuestro corazón sabéis que no queréis hacer. Es decir, a excepción de aquellos cuyos corazones sufrieron daños considerables y no desean buscar atención médica para manipular gente para que den o reciban dinero con fines moralmente injustificados, muchos políticos y personas adineradas quieren vivir una vida sincera y honrada, haciendo lo que tienen que hacer sin tener que preocuparse por cantidades de dinero para distribuir diariamente para fundadas e infundadas solicitudes.

El mensaje es simple

Negarse sin miedo a ser utilizado por líderes sin escrúpulos en varios niveles como cajeros automáticos. Todos tenemos que protegernos mutuamente de adquirir la «podredumbre del corazón». La lucha contra la corrupción es omnidireccional, no unidireccional.

Elias Mokua

Fuente: AMECEA

[Fundación Sur]

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