El presidente de Sudán, Omar Hassan Al Bashir, pasó 30 minutos de pánico en un aeropuerto del norte de la región de Tigray, en Etiopía, durante su visita oficial el mes pasado, según un periódico etíope.
“The Reporter”, un diario publicado en la lengua nativa amárica asegura que la delegación sudanesa, encabezada por Bashir estuvo inmovilizada en el jet presidencial, en el aeropuerto de Mekele, esperando la escalera de desembarco.
Al Bashir había llegado a Etiopía en representación de Sudán, para una reunión.
La visita del jefe de estado sudanés a Etiopía era la última de una serie de viajes al extranjero que demuestran desafío a la orden de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional, ICC, para él, en marzo, por crímenes de guerra cometidos en la región de Darfur.
Sin embargo todos los países que ha visitado no eran signatarios del tratado de Roma, el texto fundador del ICC, lo que significa que no tienen obligación legal para arrestar a Al Bashir en su territorio.
El periódico asegura que el retraso por parte de las autoridades del aeropuerto en acercar la escalera causó un “pánico severo” entre el asediado presidente y su séquito. Algunos testigos que cita el periódico aseguran que el pánico se exacerbó al ver, cerca de su jet, un avión con bandera de Estados Unidos.
Antes de los viajes de Bashir al extranjero, desde que se emitiera la orden, los funcionarios sudaneses habían expresado su temor a que los poderes occidentales intentasen llevar a cabo una operación de arresto a través de sus bases militares en África.
Estados Unidos y Francia son dos países con presencia militar en la región.
Los funcionarios del aeropuerto declararon al periódico que el incidente fue causado por la ausencia del oficial de turno en aquel momento.
Como resultado del incidente, el presidente de Sudán volvió a Jartum sin haber visitado todos los lugares que tenía previsto visitar.
Durante una rueda de prensa celebrada en Addis Abeba durante su visita, el presidente Al Bashir negó que la orden de arresto del ICC pudiera restringir sus viajes y crear una imagen negativa en su país. “Hemos venido a esta reunión para demostrar a los que dijeron que no podríamos viajar fuera de Sudán, que podemos hacerlo. Nada podrá interponerse para hacer que dejemos de viajar”.
Sudán, junto con los países africanos y árabes, ha rechazado la orden de arresto y han asegurado que no cooperarán con el ICC en la ejecución de la orden.
(Sudan Tribune, 05-04-09)
