El pasado día 9 de abril, Jueves Santo para los católicos, se celebraron comicios en Argelia, para elegir presidente. Como se esperaba, como se recelaba, como se temía, el presidente saliente Buteflika, Abdelaziz de su nombre, de 72 años, ha sido elegido para un tercer mandato de 5 años, lo que lo llevará a los 77 al término del mismo; si es que llega, pues su estado de salud es precario. Pero como casi todos sus pares africanos, sean árabes o subsaharianos, da lo mismo, están aquejados de una enfermedad hereditaria, que yo llamo el síndrome PATRIARCAL, en su peor variante: la tendencia a fundar DINASTÍA.
En las tribus y clanes africanos, el ANCIANO, el VIEJO, mandaba hasta la muerte. No se retira, no demisiona, no es destituido, a no ser por enfermedad gravísima, que lo deje inservible o por locura. Tenemos el caso de Mugabe, en Zimbabue, con sus 85 años cumplidos, atacado por esa enfermedad, que los franceses llaman “la folie des grandeurs”
Sus pares de la UA
LA PARADOJA ARGELINA
Durante los años de la carestía del petróleo, Argelia se encontró con el “maná” en el desierto. El flujo de petrodólares fue utilizado para saldar sus deudas con el FMI, el Banco Mundial y otras instituciones internacionales, que le eran acreedoras. Raros son los países, que pueden decir como Argelia, que no tienen deuda externa.
Además el dinero, a pesar de la bajada del precio del petróleo sigue afluyendo a sus arcas. Por eso, nos preguntamos: ¿Qué hace el gobierno argelino con tanto dinero? Es el caso típico de un país rico con un pueblo pobre.
En la campaña electoral, Buteflika ha prometido invertir 150.000 millones de $ USA ( unos 120.000 millones de €) en planes de fomento para crear 3 millones de puestos de trabajo en los próximos 5 años. Pero la juventud desempleada y no pocos de los universitarios con diplomas recientes, funcionarios y académicos no se entusiasman con esas promesas presidenciales electorales. Se preguntan ¿porqué no empezó a hacerlo desde 1999, cuando fue elegido sin ninguna oposición? ¿A qué espera?
La desilusión está muy arraigada. Hacen falta hechos. El pueblo no se ha beneficiado aún de la riqueza del petróleo. Las elites que toman las decisiones se alejan cada vez más de las masas y sostienen al presidente con su dinero y servicios.
LA SOCIEDAD CIVIL SE HA VUELTO CONSERVADORA
La sociedad argelina se ha transformado en estos últimos 10 años por causa de la presión islamista. Hoy es más conservadora y las libertades conquistadas en el pasado por las mujeres están amenazadas. Podemos afirmar que las mentalidades hicieron marcha atrás.
Es lo que se concluye de un estudio publicado en marzo pasado por el Cidaef