La revolución de diciembre en Sudán no es una primavera árabe

¿Por qué los sudaneses han decidido poner fin al régimen que los ha gobernado durante tres décadas? ¿Por qué ocurre esto ahora?

Es sabido que Bashir llegó al poder en Sudán mediante un golpe militar, apoyado y organizado por las élites islamistas en 1989. El golpe fue contra un gobierno elegido democráticamente liderado por el Imam Sadiq al-Mahdi del Partido Nacional Umma. El régimen de Bashir se promovió a sí mismo como un gobierno de salvación para empoderar al Islam en todo Sudán y África aplicando las leyes de la Sharia sin tener en cuenta la diversidad religiosa y étnica en Sudán y el continente.

Desde que el régimen de Bashir tomó el control, ha aplicado políticas devastadoras hacia el país que han impactado en la economía, la vida política, la política exterior, la guerra y la paz. Ataques a la vida política, como la detención de líderes políticos, la censura de los medios de comunicación, los ataques a otros derechos liberales por parte del aparato de seguridad nacional del régimen son constantes. El informe de 2019 Freedom House clasifica a Sudán como estado no libre y el Índice de Estados Frágiles enumera a Sudán en la lista de los estados más inestables y frágiles del mundo.

La actual revolución en curso en Sudán involucra muchos factores. En este artículo, resaltaré algunos de ellos.

El factor socioeconómico:

Actualmente, en Sudán el crecimiento económico ha disminuido a los niveles más bajos registrados. La corrupción está muy extendida según el informe del Índice de Transparencia Mundial para 2018. En una escala de 1 a 100, siendo 1 el más corrupto, Sudán tiene el puesto 16, y el puesto 172 sobre 180 en todo el mundo. Oficialmente, la tasa de inflación del país es de 72,74% y otros registros muestran que Sudán tiene la tercera tasa de inflación más alta después de Venezuela y Zimbabue. La moneda nacional ha perdido su valor en un 583%. En 1989, un dólar de Estados Unidos (EE. UU.) equivalía a 12 libras sudanesas, y ahora, en 2019, después de 30 años de mal gobierno, un dólar de EE. UU. está entre 70 y 80 libras sudanesas (video de la BBC).

La secesión del sur de Sudán ha llevado a Sudán a perder alrededor del 90% de sus ingresos. ¿Por qué? Sudán no era un estado de petróleo cuando Bashir llegó al poder. ¿Cómo llegó Sudán a depender del petróleo, que no es una fuente de ingresos sostenible?

Bajo el régimen de Bashir, Gezira Scheme, el proyecto agrícola más grande de Sudán, fue destruido junto con decenas de otros proyectos productivos. Gezira Scheme contribuía a alrededor del 65% de la producción de algodón de Sudán, y en un momento empleó a alrededor del 8% de los trabajadores en Sudán con 14.890 empleados regulares y más de 130.000 ocasionales. Cuando el gobierno decidió privatizar este proyecto, siguiendo las políticas liberalistas como los programas de ajuste estructural (SAP) establecidos por las Instituciones de Bretton Woods, esos trabajadores perdieron sus empleos. En los ferrocarriles, más de 36.000 perdieron sus empleos cuando se privatizaron, y en los puertos a lo largo del Mar Rojo, más de 37,000 perdieron sus empleos, y alrededor de 1,500 perdieron sus empleos cuando privatizaron las vías aéreas sudanesas. Actualmente, Sudán es un país altamente endeudado. La deuda nacional es de alrededor de 50 mil millones de dólares y el gobierno está pagando más del 70% del presupuesto anual para seguridad y menos del 3% para desarrollo y servicios.

La revolución sudanesa está buscando un cambio radical según sus consignas. ¡Estas ideas y los lemas correspondientes, como los llamamientos a la libertad, la paz y la justicia, son factibles en todo el mundo! Además, la visión a la que aspiran los sudaneses es también ampliamente buscada en el mundo de hoy, especialmente en comunidades diversas gobernadas por dictaduras como Sudán.

Sudán fue uno de los primeros estados del África Subsahariana que logró su independencia en la década de 1950, pero esa independencia puede ser considerada como una independencia nominal como en cualquier otro lugar, porque las relaciones entre las potencias coloniales y los gobiernos nacionales continuaron de manera desigual. Las potencias coloniales estructuraron la economía y la política en las antiguas colonias para continuar la explotación y servir a sus propios intereses. Esta estructuración fue salvaguardada por la burguesía nacional y/o los gerentes de intereses extranjeros dentro de los regímenes autoritarios. Los intereses de estos gerentes se sustentan con inversiones y poderes externos. Siempre hay un matrimonio de conveniencia entre las potencias imperialistas occidentales y los regímenes autoritarios en los países periféricos. La continuación de este matrimonio y las relaciones desiguales durante décadas han profundizado la pobreza, el desempleo, la falta de desarrollo y la falta de esperanza para todos.

La austeridad de los regímenes autoritarios crea inestabilidad, guerra, violaciones de los derechos humanos y desplazamiento interno y externo. Después de décadas de acumulación de todos estos sufrimientos las masas han decidido levantarse. La revolución busca restaurar la libertad de las personas desde la austeridad, la paz desde la guerra y la justicia desde la impunidad.

En Sudán, el gobierno ha respondido mínimamente a esta revolución, cambiando aspectos de las leyes de represalias, en particular la ley de orden público, y también abriendo la Avenida Nilo para que los jóvenes disfruten de un margen de libertad, pero esto no es suficiente. El gobierno fue más allá pidiendo negociar con los líderes de la Asociación de Profesionales Sudaneses (SPA, por sus siglas en inglés), que trabajan clandestinamente y forman parte de las fuerzas de movilización. Estas negociaciones por parte del gobierno pretenden aislar a los líderes de las masas y satisfacer sus demandas con puestos en el gobierno. En otras palabras, el gobierno está tratando de integrar a los líderes de la SPA en el sistema, lo cual está completamente en contra de las demandas de las masas. Las masas están buscando cambiar el sistema en sí en vez de ser parte de él. Las demandas de libertad, paz y justicia de la revolución son para todos, no solo para las élites.

La revolución de diciembre podría, sin duda tener un efecto en otras naciones africanas que están experimentando las mismas condiciones de vida que el pueblo sudanés. Esta es la era de las masas para decidir. Cuando la revolución sudanesa tenga éxito, otros se unirán con la misma agenda y lemas. Recordamos cuando los etíopes derrotaron al poder colonial italiano en la batalla de Adawa. Proporcionaron impulso y espíritu a otras naciones africanas colonizadas para protestar contra el poder colonial. Esta revolución provocó la segunda ola de naciones africanas a rebelarse contra la austeridad, la injusticia y las continuaciones de un intercambio desigual que fue patrocinado por los antiguos gobernantes coloniales.

Los Gobiernos en el África subsahariana deben ver lo que está sucediendo en Sudán para abordar con sabiduría las demandas de democratización, respeto de los derechos humanos, justicia social, paz y lucha contra la corrupción. Como medida preventiva contra levantamientos similares, estas cuestiones deben ser abordadas de manera correcta y práctica.

En la revolución actual de Sudán, como en otros lugares, los jóvenes representan las principales fuerzas en las calles, especialmente entre las mujeres, simplemente porque son el sector más devastado de la sociedad y su futuro depende de ellas.

Antes de cerrar esta sección, hay un punto que debe abordarse. En la década de 1990, el régimen de Sudán declaró una guerra santa (Jihad) contra su propio pueblo. La guerra hizo que los sudaneses del sur se separaran y continúa en otras partes del país, como en la región de Darfur, la zona de las Montañas Nuba y el estado del Nilo Azul, provocando más de 6 millones de desplazados internos y refugiados. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Sudán se encuentra entre los tres estados principales, como país de origen o de tránsito, de inmigrantes que se enfrentan al mar Mediterráneo. Si bien el Proceso de Jartum de la Unión Europea, una asociación con el régimen de Sudán para frenar la inmigración a Europa, puede haber reducido el número de inmigrantes, la solución es a corto plazo, ya que las razones de la migración continúan, por lo tanto, sin abordar las causas fundamentales de la migración no podemos celebrar el supuesto éxito del Proceso de Jartum.

El proceso de paz:

El Panel de Implementación de Alto Nivel de la Unión Africana (AUHIP), dirigido por el expresidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, ha sido asignado por la Unión Africana para mediar en el proceso de paz entre la oposición armada y el régimen de Sudán para detener las guerras primero y trabajar para mejorar el proceso político nacional. Sin embargo, los esfuerzos del panel se ven obstruidos por la determinación del régimen para lograr una solución de compromiso en lugar de un enfoque holístico para poner fin a las crisis del estado. El régimen quiere sobornar a los rebeldes y a los grupos de oposición dándoles escaños en la rama ejecutiva del gobierno o en el parlamento sin abordar las verdaderas causas impulsoras de los conflictos.

Después de la operación militar conjunta de las Fuerzas Revolucionarias de Sudán (SRF, por sus siglas en inglés) y el levantamiento de septiembre en 2013, el régimen inició un proceso de diálogo nacional. Aunque la mayoría de los grupos de la oposición, incluidas las oposiciones armadas, aceptaron la iniciativa, el régimen no estaba dispuesto para un proceso genuino, esto es, un diálogo inclusivo e integral para poner fin a las guerras y lograr la democratización y la normalización con el mundo internacional y allanar el camino para el crecimiento económico. El régimen entendió el diálogo como una garantía para extender su liderazgo en el poder para siempre. Esto ha sido demostrado recientemente por el proceso del régimen de enmendar la constitución para que Bashir pueda postularse nuevamente en las elecciones de 2020, después de finalizar los mandatos establecidos por la Constitución Provisional de Sudán de 2005. ¡Bashir quiere gobernar de por vida!

Por qué la revolución de Sudán no es como la primavera árabe:

La revolución sudanesa se distingue de la primavera árabe de dos maneras. Primero, las fuerzas islamistas en el mundo árabe fueron uno de los impulsores de los levantamientos y movilizadores de los manifestantes contra los regímenes autoritarios militares en la primavera árabe en Túnez, Egipto, Siria, Libia y Yemen; pero en Sudán los islamistas están en el poder y el levantamiento va en contra de su régimen autoritario. En segundo lugar, las fuerzas de la Primavera Árabe no tenían claro el enfoque de una lucha no violenta. En Sudán, la revolución es completamente un movimiento no violento, a pesar de la brutalidad del régimen contra los manifestantes. Hemos perdido más de 50, civiles, manifestantes pacíficos, cientos han sufrido lesiones graves, y más de 2.000 han sido arrestados, incluyendo mujeres, estudiantes, activistas y periodistas, y aún así sigue siendo una revolución pacífica.

La oposición armada ha apoyado la revolución pacífica y ha declarado el cese unilateral de las hostilidades durante tres meses. Además, han prometido un alto el fuego integral después del éxito de la revolución. La intención es de no dar al régimen un pretexto para justificar la violencia.

La revolución sudanesa de diciembre comenzó el 13 de diciembre en la ciudad de El-Damazin, en el estado de Blue Nile, y el 19 de diciembre más organizada en la ciudad de Atbara, en el estado de River Nile. Ahora se ha convertido en una revolución nacional contra el régimen. La revolución está atrayendo a nuevas fuerzas y ganando terreno cada día. Recientemente, más de 500 profesores de la Universidad de Jartum firmaron una iniciativa para pedirle a Bashir que renunciara y propusieron la formación de un gobierno de transición para devolver la democracia a Sudán.

La Declaración para la Libertad y el Cambio (DFC):

Rápidamente, después de dos semanas desde el inicio de la revolución, cuatro principales grupos de oposición firmaron la Declaración para la Libertad y el Cambio en enero de 2019. Estos son la Asociación de Profesionales Sudaneses, el Llamado del Sudán, las Fuerzas de Consenso Nacional y la Coalición Democrática en Oposición. El DFC es un estatuto abierto que fue firmado inicialmente por cuatro grupos, como se ha mencionado, pero ahora está respaldado por diecisiete grupos.

La declaración está formada en torno a tres pilares. El primer pilar reclama el final incondicional e inmediato de la presidencia de Bashir. El segundo pilar aboga por la formación de un gobierno de transición de cuatro años a través del consenso de todas las fuerzas sudanesas para llevar a cabo tareas específicas, como detener las guerras, abordar la crisis económica, acuerdos finales de seguridad, liderar los acuerdos de transición, reformar los aspectos legales y sistemas judiciales, empoderamiento de las mujeres, mejorar las relaciones exteriores y el apoyo social y una conferencia y proceso constitucional. El último pilar consiste en detener todas las formas de violaciones, derogar las leyes del régimen e instituir medidas de responsabilidad y justicia de acuerdo con las leyes locales e internacionales. Finalmente, la declaración pide a las fuerzas de seguridad, especialmente a las Fuerzas Armadas de Sudán, que se unan a la revolución y no ataquen o permitan que manifestantes pacíficos sean atacados.

La presencia del ejército y su papel es importante para el proceso de transición, pero aún así, se enfrentan a obstáculos por parte de los grupos islamistas dentro del ejército. El régimen, a lo largo de sus 30 años en el poder, ha logrado separar al ejército y a las instituciones del sector de seguridad en general de los elementos nacionales regulares. Los leales al régimen se mantienen, especialmente dentro de los niveles más altos, pero aún hay elementos más leales al país y al pueblo que al régimen.

¿Quién es la alternativa?

Antes de responder a esta pregunta, permítanme aclarar que Bashir se está promocionando a sí mismo como un elemento de estabilidad en la región. Él está buscando legitimidad para mantener su poder, pero es importante recordar la historia del régimen interviniendo en los asuntos de las naciones vecinas. Por ejemplo, ¿quién fue el anfitrión de Josef Kony? ¿Quién fue el anfitrión de Osama Bin Laden? ¿Quién está hospedando al Riek Machar ahora? ¿Quién es el anfitrión de los movimientos jihadistas de Eritrea? ¿Quién acogió al jihadista somalí que intentó asesinar al presidente Hosni Mubarak de Egipto en 1995? Con respecto a los islamistas libios, simplemente busque en Google la crisis de Libia para conocer el papel del régimen de Sudán hasta ahora. Aunque, en algunos círculos, el régimen aparece ahora positivo con respecto a Sudán del Sur y la República Centroafricana, es solo por una razón: acceder al petróleo y otros recursos debido a la crisis económica en Sudán.

Sobre la cuestión de la alternativa, esta pregunta se lanzó en Sudán durante el levantamiento de septiembre de 2013. No se preguntaba para obtener una respuesta, sino que fue utilizada para crear contradicciones dentro de las fuerzas del cambio y el pueblo. No vamos a responder a la pregunta con un nombre. No es Minni Minnawi, del Movimiento de Liberación de Sudán, o Malik Agar, del Movimiento de Liberación Popular de Sudán-Norte, o Omar El Digeir, del Partido del Congreso Sudanés, o Jibril Ibrahim, del Movimiento de Justicia e Igualdad, o El Khateeb, del Partido Comunista de Sudán o incluso Imam Sadiq al-Mahdi, exprimer ministro de Sudán.

El pueblo de Sudán instalará un gobierno democrático que buscará la voluntad del pueblo eligiendo a su presidente en un proceso libre y justo. Este gobierno pondrá fin a las guerras, retornará a los refugiados y desplazados internos a sus hogares y respetará la diversidad del pueblo sudanés. Este gobierno no pedirá a los países árabes del Golfo, sino que acelerará las capacidades económicas del país.

Este gobierno no golpeará a las niñas por usar pantalones ni las matará por expresar sus derechos. No destruirá iglesias cristianas ni patrocinará al LRA, a grupos extremistas islamistas y a otros grupos de oposición armados de los países vecinos. El nuevo gobierno de Sudán protegerá los intereses de la gente de Sudán y vivirá en paz en la región. Este es el Sudán o el gobierno que estamos trayendo. Prácticamente un gobierno de orden constitucional. Por favor apoya nuestra lucha por la libertad.

Mubarak Ardol

* Mubarak Ardol es un activista político sudanés, el portavoz del SPLM-North y miembro de la Secretaría Técnica de Sudan Call.

Referencias:

11- BBC report on Sudan secret hit squads 2019

Fuente: Sudan Tribune

[Fundación Sur]

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