Ese era el titular de Radio France International, el 26 de diciembre. Tras una instrucción de más de veinte años, los jueces antiterroristas franceses, siguiendo el criterio de la fiscalía fijado en octubre, han decidido el sobreseimiento de la causa contra siete ruandeses, próximos al poder actual, imputados en el atentado que el 6 de abril de 1994 había costado la vida al presidente ruandés Habyarimana; atentado que, como se sabe, desencadenó el genocidio. Han considerado los jueces que no existían suficientes elementos contra estos dignatarios (entre ellos un antiguo ministro de defensa) como para abrir un proceso.

En su día, octubre pasado, la requisitoria de la fiscalía ya había sido considerada como un gesto de apoyo político al régimen ruandés; gesto que se sumaba al nombramiento de la ruandesa Louise Mushikiwabo, candidatura impulsada por el presidente Macron, a la secretaría general de la francofonía. El auto de los jueces franceses ha alegrado al Estado ruandés; ha sido recibido como un fantástico regalo de Navidad. Para las partes civiles impulsoras de la instrucción judicial (familiares de los tripulantes franceses del avión que perecieron en el atentado y la viuda del presidente Habyarimana), la decisión, aunque esperada, es decepcionante; piensan recurrir.

Reacción especialmente airada de Théogène Rudasingwa

Théogène Rudasingwa, hoy opositor en el exilio, que sin embrago ocupó en el pasado puestos relevantes en Ruanda como exsecretario general del FPR, exembajador en EEUU, ex jefe de gabinete del presidente Kagame, ha escrito un duro texto en Therwandan.com* en el que acusa al presidente francés Emmanuel Macron de ratificar la impunidad del presidente Kagame. El auto de sobreseimiento es una “denegación de justicia” y una traición de Francia y de los jueces contra los ruandeses para cerrar, por motivos políticos, una investigación sobre el atentado del 6 de abril de 1994 contra el avión presidencial; atentado en el perecieron todas las personas que iban a bordo (los presidentes de Ruanda y Burundi y sus séquitos así como los miembros, franceses, de la tripulación).

Rudasingwa afirma que “existen numerosas pruebas creíbles que confirman que el general Paul Kagame del FPR, hoy presidente de Ruanda, militares y miembros de los servicios de inteligencia bajo su mando asesinaron a todos los que perecieron en este acto terrorista”. Pone de relieve la constante obstrucción del régimen a todo intento por parte del Tribunal penal internacional para Ruanda de investigar sobre sus responsabilidades así como la protección en ese sentido de EEUU y Reino Unido. Los jueces franceses han optado por “ignorar la abundancia de pruebas y aprobar las componendas del presidente Macron por intereses políticos y geoestratégicos”. Al recompensar al presidente Kagame con la inocencia en un atentado que desencadenó el genocidio, Francia “acaba de dilapidar las lecciones que debería haber sacado de su pasado colonial”. Rudasingwa denuncia que Francia se alinee con el régimen del FPR y recuerda este régimen ha cometido muchos actos de terrorismo, crímenes de guerra y contra la humanidad, de genocidio contra los hutu en Ruanda y en RDC y masacres de millones de congoleños.

Francia traiciona no solo a las familias de los ciudadanos franceses que perdieron su vida en el derribo del avión sino también a todos los ruandeses y burundeses cuyos máximos dirigentes fueron asesinados por “Kagame y su banda”. “El pacto impío Macron-Kagame no hace más que perpetuar el ciclo de impunidad y los conflictos violentos en la región de los Grandes Lagos africanos”.

Ramón Arozarena

* The Rwandan

[Fundación Sur]

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