La sequía que viene, por Bartolomé Burgos

27/09/2018 | Bitácora africana

sequia-5.jpg Según un informe de la FAO (agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura), en el norte de África y Oriente Próximo se están llevando a cabo planes para hacer frente a la escasez de agua. En estos países gran parte de la población vive de la agricultura y la ganadería.

¿Son frecuentes las sequías en esta zona?

No sólo son frecuentes sino que en algunos países de la región la escasez de agua es endémica, desde hace siglos. Así ocurre en los países de la cuenca del Nilo, siempre dependientes de la crecida o disminución de sus aguas. En Marruecos y Túnez la escasez se repite cada dos décadas, y dura varias temporadas. Aunque llueva, en esta zona, siempre falta agua.



¿De qué cantidades de agua disponen dichos países?

Casi todos disponen de menos de 1.000 metros cúbicos per cápita al año, y varios padecen escasez aguda, es decir menos de 500 metros cúbicos per cápita al año. En la costa norte, que va de Marruecos a Egipto, la media es de solo 274 metros cúbicos anuales por persona. Y si consideramos los Emiratos, Arabia Saudí o Yemen, donde tres cuartas partes del territorio son desérticas, la media cae hasta 84 metros cúbicos anuales por persona.

En esta situación ¿qué ocurre con la Agricultura?

El estudio al que nos referíamos advierte que la agricultura y la ganadería suponen una parte importante del PIB de estos países, y son necesarias para alimentar a su población. Ahora bien, la agricultura y la ganadería consumen nueve de cada 10 litros de agua. Por ejemplo En Marruecos, la agricultura es el 15% del PIB y el 23% de las exportaciones, y emplea a la mitad de la población activa.

¿Cuáles son las conclusiones de este informe?

La primera conclusión es que en estos países faltan agencias para prevenir la sequía. Suelen centrar sus esfuerzos en recuperarse de la sequía cuando esta llega, en lugar de prevenirla. Por ejemplo, en Argelia no hay agencia para predecir la escasez, y en cambio sí la hay para hacer frente a las inundaciones. Ahora bien, hoy en día disponemos de instrumentos para predecir estos problemas.

¿Qué soluciones se proponen?

En la península arábiga y los Emiratos utilizan desaladoras y reutilizan aguas residuales. También se pueden cultivar especies que resistan la escasez, o seguir métodos existentes para mantener la humedad en los suelos y minimizar el impacto de la sequía. En el Sahara, donde las aguas subterráneas son abundantes, se están haciendo pozos profundos y se están consumiendo acuíferos que tardaron miles de años en formarse. No se limitan a consumir las aguas que pueden reponerse. A la larga este consumo podría terminar en catástrofe.

Autor

  • Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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