Se ha hablado mucho en contra de esta práctica pero sigue vigente, aunque se haya avanzado en contrarrestarla estamos lejos de su erradicación total.
¿En qué consiste está práctica?
Consiste en una ablación total o parcial del clítoris y otras manipulaciones en los órganos sexuales femeninos.
¿Es una práctica muy extendida?
ciertamente está muy extendida en África, a pesar de que muchos países la hayan prohibido. Todavía se practica a niñas en una treintena de países (además de aquellos a los que ha llegado como resultado de la emigración); de ellos, 27 son países africanos y afecta a unos 200 millones de mujeres en todo el mundo.
¿Está prohibida esta práctica?
Está ya prohibida en un total de 23 países, entre otros en Gambia, Senegal, Egipto…etc. Sin embargo, en la mayoría de ellos se sigue practicando. En países como Egipto, Somalia, Guinea o Sudán la tasa de mujeres mutiladas supera el 90%. el Parlamento de la Unión Africana aprobó recientemente un plan de acción para erradicarla del continente.
¿Está penalizada?
Si, y a veces severamente. Por ejemplo, en Gambia las penas por este delito van desde tres años de cárcel, o una multa de 1.000 euros, hasta cadena perpetua, si como consecuencia de ello la niña muere. Egipto ha endurecido las penas recientemente.
¿Dan resultado los medios que se ha tomado para erradicarla?
Entre 2010 y 2017, la prevalencia de la mutilación genital femenina ha caído un 4%, del 41% al 37% de las niñas, según Unicef. Aunque cada país y cada etnia son un mundo aparte. En todos estos países la ley moderna contradice la ley consuetudinaria, o ostumbre, que favorece dicha práctica.
¿Qué puede hacerse todavía para erradicar la ablación genital femenina?
Es esencial la educación tanto de hombres como de mujeres, que les haga percibir la ablación como un crimen. Suele decirse que las mujeres son las que transfieren esta costumbre, pero los hombres son sus grandes impulsores.
ONGs y militantes individuales o en grupos están empeñadas en esta tarea: por ejemplo Fatuma Ahmed Ali, infatigable en sus actividades y sus escritos (ver “Mujeres en Guerra” ). O bien Boge Gebre, que ha salvado a miles de niñas de la ablación, consiguiendo que el 97% de las mujeres de su zona hayan abandonado la práctica. Esperemos que toda la población africana siga el llamado juramento de Maliconda, pueblo senegalés donde, en 1997, mujeres y hombres prometieron no volver a mutilar a sus hijas.