La policía ruandesa arrestó a 23 refugiados congoleños después de que oficiales de la policía y autoridades gubernamentales fueran apedreados durante una visita a un campo de refugiados, tras dos días de enfrentamientos.
Los funcionarios que visitaron el campamento de Kiziba en el oeste de Ruanda, hogar de 17.000 refugiados congoleños, fueron atacados el lunes 30 de abril. La policía respondió disparando gases lacrimógenos a los refugiados e hirió al menos a un niño.
Refugiados del campo declararon a Reuters que cientos de policías armados ingresaron a su complejo el martes y dispararon gases lacrimógenos y munición real, matando a un refugiado.
La policía por su parte informó que «los arrestamos porque, mientras realizábamos nuestras tareas, intentaron luchar contral nosotros».
«Varios refugiados resultaron heridos y otros fueron arrestados mientras la policía registraba el campamento», declaró el martes Desange Mukeshimana, residente del campamento y madre de tres niños.
No quedó inmediatamente claro qué desencadenó el último estallido de violencia, pero algunos refugiados dijeron que se debió a lo que sucedió en febrero cuando la policía mató al menos a cinco refugiados e hirió a otros 20 dexspués de las protestas por los recortes en las raciones de alimentos.
El portavoz policial Theos Badege no quiso hacer comentarios sobre si la policía había disparado munición real y gases lacrimógenos, pero dijo que los ataques contra agentes de la policía habían llevado a arrestos el martes 1 de mayo.
La policía de Ruanda dijo en Twitter que patrullas policiales continuaban dentro y alrededor del campamento para garantizar la seguridad de todos los refugiados y otros residentes del área.
Ruanda alberga un total de 174.000 refugiados, incluidos 57.000 de la vecina Burundi que huyeron de la violencia en 2015. La mayoría del resto huyó de la República Democrática del Congo durante episodios de inestabilidad en las últimas dos décadas.
Un tribunal confirmó el lunes la decisión de que continuaran en prisión 21 refugiados bajo la acusación de organizar la protesta de febrero mientras continúan las investigaciones.
Fuente: Africa News
[Fundación Sur]
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