El presidente interino de Guinea Bissau, Raimundo Pereira, ha pedido ayuda internacional para estabilizar su país, a su llegada al cargo, el día 3 de marzo, un día después de que su predecesor fuera brutalmente asesinado.
El Consejo de Seguridad de la ONU mientras tanto ha condenado los asesinatos del presidente y del jefe de estado de Guinea Bissau, y hecho un llamamiento a la calma en la inestable nación del África Occidental.
Pereira ha declarado que el país con tendencia a los golpes de estado, que obtuvo la independencia de Portugal en 1974, necesita ayuda para volver a ponerse en pie, después de los dramáticos acontecimientos ocurridos en los últimos días.
“Durante la última década, ningún presidente ha terminado su legislatura”, aseguró Pereira, mientras hacía su petición a los países de habla portuguesa, a los bloques regionales como la Unión Africana y a las Naciones Unidas.
El presidente en funciones añadió que él “asumía las funciones de jefe de estado, hasta que se celebren otras elecciones”, que según la constitución, deben ser en los próximos 60 días.
El veterano presidente, Joao Bernardo Vieira, que fue brutalmente apaleado antes de recibir varios disparos en la garganta y en la cara, cayó víctima de un ataque venganza, tras el asesinato del jefe de estado militar del país.
Transición constitucional
“El presidente fue alcanzado por varias balas en el tórax y la zona de la cara, y su cuerpo mostraba signos de golpes violentos. Fue salvajemente golpeado antes de ser rematado con varias balas”, asegura el doctor que realizó la autopsia, que no quiso ser identificado.
Vieira fue asesinado en su casa, en una aparente venganza por el ataque bomba que el domingo por la noche mató al jefe de las fuerzas armadas, el general Tagme Na Waie.
El consejo de seguridad de la ONU ha condenado con firmeza los dos asesinatos y pide al gobierno de Guinea que lleve ante la justicia a los responsables de estos actos violentos. Además pide “al gobierno, los líderes políticos, las fuerzas armadas y el pueblo de Guinea Bissau, que permanezcan en calma, que se moderen, y que mantengan la estabilidad y el orden constitucional, así como el respeto por el estado de derecho y el proceso democrático”.
Pereira juró su cargo en una ceremonia a la que asistió el primer ministro, Carlos Gomes Junior, y una delegación de visita de la Comunidad de Estados del África Occidental, ECOWAS.
El jefe de la delegación de ECOWAS aseguró que la investidura de Pereira es un muy buen paso para volver al orden constitucional. “Queremos una transacción constitucional, para volver a poner a Guinea Bissau en el camino hacia la democracia”.
Aviso de nuevos disturbios
El líder interino mantuvo conversaciones con los enviados extranjeros, incluido Joao Gomes Cravinho, viceministro de Exteriores de Portugal.
El principal partido de la oposición de Guinea Bissau, el Partido para la Renovación Social, del antiguo presidente, Kumba Yala, que fue derrocado del poder en un golpe de estado, en 2003, ha criticado las prisas con que se ha nombrado a Pereira, mientras que hay advertencias de nuevos disturbios.
La capital, Bissau, volvía a la normalidad el día después de los asesinatos, con los ministros, empresarios y estudiantes acudiendo a sus puestos de trabajo.
Los soldados habían protagonizado un gran despliegue por las calles de la ciudad, después de su demostración de fuerza, en las horas posteriores a los asesinatos.
Los altos mandos militares han prometido respetar el orden constitucional y se han negado a hacer ninguna declaración con respecto a un golpe.
Una sesión de emergencia del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, celebrada en Addis Abeba, ha concluido que el asesinato de Vieira no ha sido un golpe de estado, que podría haber provocado la expulsión automática de Guinea de la UA.
Historia de golpes de estado
“Un jefe de estado ha sido asesinado, pero no hemos llegado a la conclusión de que la situación pueda ser definida como un golpe de estado”, declaró Bruno Nongoma Zidouemba, que presidió el encuentro.
Muammar Gaddafi, el líder libio y actual presidente de la Unión Africana, ha declarado que el bloque continental enviará un enviado a Guinea Bissau, para valorar la situación y prevenir que empeore”. Más tarde se nombra a la enviada, Julia Dolly Joiner, comisaria de Asuntos Políticos de la UA.
Guinea Bissau tiene una historia de golpes de estado y se ha convertido en un importante punto de tránsito del comercio de cocaína entre Suramérica y Europa, aumentando los intereses enfrentados entre los poderes feudales y los líderes militares.
(News 24, Suráfrica, 04-03-09)
