El fotoperiodista franco-marroquí Seif Kousmate, con residencia en Casablanca, fue arrestado en Mauritania mientras informaba sobre el tema de la esclavitud. Después de cuatro días de detención, fue liberado para ser deportado a Marruecos.
El sábado, 24 de marzo Seif Kousmate, fotoperiodista franco-marroquí, llegaba a Casablanca después de haber sido expulsados de Mauritania, donde nformaba sobre la esclavitud. Mauritania es uno de los últimos países que han abolido la esclavitud en 1981, pero de acuerdo a un informe de Amnistía Internacional publicado la semana pasada, 43.000 personas, o el 1% de la población siguen siendo víctimas de ella.
Telquel ¿Cuál fue el motivo de su estancia en Mauritania
Seif Kousmate – Quería hacer un reportaje fotográfico sobre la situación actual de los esclavos y, específicamente, los descendientes de los esclavos. Ingresé en territorio mauritano por la frontera terrestre del norte de Mauritania con Marruecos con mi pasaporte marroquí y una visa de turista.
Usé el pasaporte marroquí para no llamar la atención, porque cuando un extraño entra en su territorio, las autoridades piensan que es un periodista. Pero de momento hay muchos marroquíes, incluidos los que están de paso. Entonces es realmente más fácil trabajar y no despertar sospechas.
T – ¿Cuál es la situación de la esclavitud hoy en Mauritania?
SK – Mauritania tiene un 30% de población árabe-bereber, 40% haratin de piel negra llevados a Mauritania para la esclavitud en el momento en que todavía existía este comercio. Hoy en día son por lo tanto los descendientes de esclavos que ya están inmersos en la cultura árabe-bereber y hablan el dialecto Hassani . Son mauritanos, pero no son aceptados. El 30% restante está compuesto por wolofs, soninkés y otros grupos étnicos. Trabajé con la casta Haratins, los descendientes de esclavos. En los años 80 y 90, hubo una gran liberación de esclavos, es cierto.
T – ¿De qué tipo de esclavitud estamos hablando?
SK- Te doy algunos ejemplos. En la capital, podemos encontrar niñas que son explotadas como sirvientas. Una especie de esclavitud tradicional. De madre a hija, trabajan para las mismas familias. Una vez que estas niñas tienen hijos, algunos maestros le ofrecerán uno de los niños a su hermana o madre.
Otro problema que surge es que una vez puestoS en libertad – porque hay que saber que hay muchos activistas que luchan contra esta plaga – una parte de ellos viven en los márgenes de la sociedad, en una pobreza extrema. No tienen acceso a educación o a los servicios de salud.
T – ¿ Se puede hablar de algún número?
SK – Por el momento, no puedo darle cifras claras y precisas. existe un estudio muy serio sobre el tema el informe de Global Slavery 2016. Ellos estiman que los esclavos en Mauritania son el 1% de la población (43.000 personas), pero es muy complicado de medir.
En 2014, el mismo informe hablaba del 4% de la población reducida a la esclavitud. Algunas ONG locales denuncian entre el 10 y el 20% de los esclavos. Por lo tanto, es realmente muy difícil establecer una cifra, no podía decir oficialmente, pero como he dicho, el informe más grave es el hecho por Global Slavery
T – ¿Cómo fue su arresto? ¿Y las condiciones de su detención?
SK – Después de 21 días en Mauritania, me dirigí al sur para salir del país por la frontera terrestre y regresar vía Senegal. En la frontera, fui arrestado. Las autoridades buscaron mis cosas y encontraron mi pasaporte francés lleno de visas y sellos de los países que había visitado, mientras que mi pasaporte marroquí, estaba virgen.
Me hicieron preguntas, pensando al principio que podría ser un terrorista. Cuando encontraron mis fotos, pensaron que era un activista. Entonces les dije que había conocido a Biram Dah Abeid, ex candidato presidencial en las elecciones de 2014 y figura del movimiento antiesclavista. Entonces me retuvieron.
Después de tres horas de interrogatorio, me trasladaron esa misma tarde a la policía de Nuakchot. Allí , las condiciones eran normales, me trataron bien, pero decidí iniciar una huelga de hambre porque no tenía ninguna información sobre la duración de mi detención. Les preocupaba. Llegué allí el martes, fui liberado el viernes. El sábado por la mañana, fui expulsado a Marruecos. Pude llevarme mis cosas, pero me dijeron que habían formateado mi equipo, mi teléfono y destruido mis tarjetas de memoria.
Como ha señalado Reporteros Sin Fronteras (RSF), esta no es la primera vez que Mauritania expulsa a un periodista por ser motivo de preocupación. En abril de 2017, Tiphaine Gosse, un periodista independiente francés que investigaba la esclavitud, recibió la orden de abandonar el país recibió la orden de abandonar el país o enfrentarse a ser encarcelado
Fuente: Telquel ma
[Fundación Sur]
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