El distrito Ridina, en la ciudad de Yamena, está habitado en su mayoría por extranjeros: hausa, peuls y Kanuri que llegan buscando trabajo en Chad y residen en esta área simplemente porque el alquiler es muy bajo. De hecho, las casas alquiladas ya no son abastecidas por agua potable, algunas beben agua de pozos viejos, lo que llevó a algunas personas a contraer cólera el año pasado.
Como resultado, estos inmigrantes gastan sus ahorros en salud a expensas de otras cosas. Un sentimiento de incapacidad crónica en los adultos el poder evitar las epidemias y tener agua para comer y beber.
Teniendo en cuenta los casos de enfermedades diarreicas causadas por el uso de agua contaminada y visto el sufrimiento experimentado por estos miserables que no tienen los medios para tener un pozo eléctrico, la Organización Islámica Addawa se ha implicado en el suministro de agua con el fin de reducir el riesgo de contraer cólera y satisfacer su necesidad de agua potable, además uno de sus primeros objetivos fue precisamente el servicio humanitario.
Fuente: Minarets Africains
[Fundación Sur]
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