El libro de Negro Bey está basado en la cultura urbana de Guinea Ecuatorial, y es el primero publicado por un rapero sobre este tema. El movimiento protagonista, que inicialmente tenía tintes callejeros, nació a finales de los ochenta y desapareció en el 2000, una época que está marcada por la evolución independentista de los jóvenes de Guinea Ecuatorial. Por ello el objetivo del libro es dar a conocer cómo fue la infancia de los niños, hoy adultos que critican en sus letras el régimen autoritario y dictatorial en el que viven.
Francisco Ebana Edú, más conocido ante el público como Negro Bey, presentará su primer libro CULTURA URBANA en el Instituto Cultural de Expresión Francesa situado en Malabo. El rapero ecuatoguineano dará a conocer su primera obra el sábado 10 de marzo a las 19.00 horas. El acto estará abierto al público hasta completar aforo y los que lo deseen, podrán adquirir un ejemplar allí mismo.
El libro de Negro Bey está basado en la cultura urbana de Guinea Ecuatorial, y es el primero publicado por un rapero sobre este tema. El movimiento protagonista, que inicialmente tenía tintes callejeros, nació a finales de los ochenta y desapareció en el 2000, una época que está marcada por la evolución independentista de los jóvenes de Guinea Ecuatorial. Por ello el objetivo del libro es dar a conocer cómo fue la infancia de los niños, hoy adultos que critican en sus letras el régimen autoritario y dictatorial en el que viven.
Del mismo modo en CULTURA URBANA hay espacio para rememorar la música que existía antiguamente, sin olvidar señalar las diferencias que tiene respecto al tiempo en el que vivimos. Nuestros ancestros no contaban con los medios suficientes para hacer arte mezclando múltiples elementos culturales venidos de todo el mundo, un mestizaje que los jóvenes sí han podido lograr para beneficio de todos.
CULTURA URBANA ha conseguido ver la luz gracias al esfuerzo y la determinación de su autor. Según él mismo explica, tuvo que superar numerosas dificultades para escribir e imprimir el libro en Guinea. Sin embargo, lejos de abandonar el proyecto, el hecho de no contar con el apoyo económico de ninguna institución le animó a narrar las trabas que se encuentran los artistas guineanos cuando intentan divulgar sus ideas.
La edición del texto fue una nueva piedra en el camino, pues supuso el retraso de la publicación del libro. Afortunadamente, la perseverancia y la tenacidad del rapero fueron recompensadas cuando el Ministerio de Cultura autorizó la maquetación de la obra en el Centro Cultural de Guinea Ecuatorial.
En cuanto a la recopilación de testimonios para dar forma al relato, Negro Bey no lo tuvo mucho más fácil. La mayoría de los artistas con los que empezó en la música, abandonaron sus carreras debido a que ahora tienen responsabilidades en la sociedad.
La carrera literaria de este afamado rapero no ha hecho más que empezar. En estos momentos, tiene en mente un segundo libro en el que promete abordar las vidas de todos los artistas que, como él, llenaron el país con la mejor música critica de los últimos tiempos. Mientras tanto, anima a sus lectores a apoyar la cultura pues según afirma “una sociedad sin cultura es una sociedad muerta “.
Negro Bey, un genio autodidacta
Nacido en Bata, Guinea Ecuatorial en 1984, Negro Bey es conocido como uno de los raperos más influyentes y destacados de su generación. Prueba de ello es que en 2015 recibió el premio al Mejor Artista Moderno Ecuatoguineano y en 2005 el de Mejor Rapero Nacional por el Centro Cultural de España en Bata.
No obstante, estos logros se han producido gracias a su talento innato pues nunca recibió formación específica. En los años ochenta Guinea Ecuatorial no tenía una administración que pudiera permitirse el lujo de construir centros de formación cultural. Sin embargo, ante la escasez surgieron los centros de promoción cultural bajo el patrocinio de la cooperación internacional (en concreto, de Francia y España). Si bien, no eran unos centros que ayudaran a los artistas a preparar su carrera en cuanto a dotarles de medios y enseñanzas para mejorar su aprendizaje, sí permitían que los jóvenes demostraran sus habilidades culturales en el escenario.
Fuente: Diario Rombe
[Fundación Sur]
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