«La única forma de ganar la libertad en Ambazonia es con una pistola»

20/02/2018 | Crónicas y reportajes

En diciembre, un testigo de la zona informó que los soldados invadieron la ciudad Kajifu y comenzaron a disparar indiscriminadamente contra supuestos separatistas, que supuestamente se encontraban dirigiendo un gran campo de entrenamiento en el espeso bosque ecuatorial que rodea la aldea. Kajifu se encuentra en una de las dos regiones de habla inglesa de Camerún que han estado presionando por la independencia de la élite francófona que gobierna el país de África Occidental.

El 1 de octubre, los separatistas declararon las dos regiones como la autoproclamada república de «Ambazonia», marcando un punto de inflexión para la minoría de habla inglesa del país, que representa alrededor de un quinto de la población.

amabazonia.jpgEl presidente de Camerún, Paul Biya, envió tropas, helicópteros de combate y vehículos blindados para eliminar a los disidentes, lo que obligó a decenas de miles a huir a la vecina Nigeria. Al menos 26 soldados han muerto en los enfrentamientos, según un recuento de AFP, pero se desconoce el número de muertos civiles, ya que las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación independientes no tienen acceso al área.

Pese a que los líderes originales de Ambazonia se han desvinculado de las ramificaciones de los militantes afirmando que su lucha es pacífica, el número de ataques contra el gobierno ha crecido. El domingo, en una ciudad cerca de la frontera con Nigeria, un funcionario del gobierno fue secuestrado y su auto fue quemado en un ataque reivindicado por separatistas. Lucas Cho Ayaba, líder de las Fuerzas de Defensa Ambazonianas (ADF), se atribuyó el mérito del secuestro y declaró: «Matas a mi pueblo, te perseguiremos hasta las puertas del infierno».

El ADF, junto con otras tres milicias, representan los principales grupos que cuentan con más de 300 combatientes, según un cálculo del International Crisis Group (ICG). También hay 10 facciones mucho más pequeñas pero violentas involucradas en el conflicto.

Pocos revindican los ataques y es difícil saber exactamente quién es el responsable, dijo el investigador del ICG, Hans De Marie Heungoup, añadió que el principal problema para los grupos de Ambazonia es que realmente carecen de financiación.

Pero en medio del caos, una cosa parece segura: la represión ha radicalizado a muchos angloparlantes, entre ellos los agricultores que desde hace mucho tiempo se han sentido marginados por Yaounde, pero nunca han estado interesados ??en la política, hasta ahora. Los angloparlantes en Camerún han sido marginados por demasiado tiempo, comunicó el pastor John Mbe, uno de los más de 33.000 refugiados en el estado de Cross River, Nigeria.

Una fuente cercana a los militantes comunicó que habían adoptado la filosofía guerrillera de los luchadores por la libertad en Eritrea, así como la del movimiento antiapartheid de Nelson Mandela en Sudáfrica. En Manyu, una región en el epicentro del conflicto, los separatistas se encuentran bloqueando las carreteras con neumáticos y troncos para emboscar y atacar bases militares del gobierno. Los militantes de Ambazonia están armados principalmente con rifles caseros, algunos Kalashnikovs, granadas y otros artefactos explosivos improvisados. Las pocas armas sofisticadas que poseen han sido robadas de las estaciones de policía.

Como resultado de la violencia latente, miles de refugiados están llegando a Ikom, una ciudad al otro lado de la frontera en Nigeria, lo que hace temer que el conflicto esté fuera de control.

Magia negra

No se ha identificado ningún campamento de combate formal, pero según varios testigos entrevistados por la AFP, los jóvenes refugiados están realizando rituales de magia negra para prepararse para la guerra. Se reúnen en pequeños grupos para ceremonias «juju», durante las cuales cortan sus frentes y frotan la herida sangrante con «pociones mágicas» para hacerlas invencibles, comunicó un soldado nigeriano que asistió a una de las ceremonias.

Su presencia es una preocupación creciente para Nigeria, un aliado de Camerún, que el mes pasado arrestó y extraditó a 47 líderes separatistas y desplegó soldados a lo largo de la frontera. Sin embargo, eso no impidió que los rebeldes lanzaran ataques desde territorio nigeriano en las últimas semanas, según fuentes de seguridad.

A fines de enero, presuntos separatistas detonaron un artefacto explosivo en el puesto fronterizo de Ekok en Camerún, destruyendo parcialmente una oficina.

«La verdad es que muchos militantes se esconden entre los refugiados, y simplemente cruzan la frontera por voluntad propia a través del bosque, lanzan ataques contra el ejército camerunés y vuelven a Nigeria. Es casi imposible rastrearlos», dijo Lawrence Asuquo, jefe de inmigración en Ikom.

Fuente: Cameroon Condord News

[Traducción, Muriel Balda Aspiazu]

[Fundación Sur]


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