El intento de hacer creer al público que la Fuerza Aliada de Defensa,( ADF) una pequeña y asediada milicia islamista ugandesa ataco el 7 de Diciembre en la República democrática del Congo (RDC) una Misión de Paz de las Naciones Unidas matando 15 soldados tanzanos bien entrenados y fuertemente armados e hiriendo a otros 55 suscita muchas preguntas. Otra serie de titulares orwellianos aparecieron recientemente en la prensa con los consabidos cánticos belicosos que guerra es paz, libertad es esclavitud y seguridad de élite es seguridad nacional.
El presidente congoleño Joseph Kabila y el presidente ugandés Yoweri Museveni están movilizando un despliegue conjunto de sus respectivas tropas para perseguir a estos fantasmas islamistas, o eso nos han dicho. He hablado sobre las lagunas en esta información con Helen Epstein, profesora del Bard College y autora del libro «Another Fine Mess: America, Uganda and the War on Terror».
Ann Garrison: Helen Epstein, el gobierno congoleño anunció, hace varios días, que había invitado a tropas de Uganda en la frontera Uganda/congoleña en la RDC para, dicen ellos, ayudar al ejército congoleño a perseguir a la llamada milicia ADF islamista que, según se dice, ha atacado a los soldados de paz de Tanzania en el Congo RDC. ¿Qué plausible es esto?
Helen Epstein: se han celebrado reuniones de alto nivel entre los ejércitos del Congo RDC y Uganda, por lo que parece probable que los ugandeses puedan regresar a la RDC. De qué se trata y las razones son extremadamente turbias. Hubo un ataque el 7 de diciembre de 2017, en el que murieron 15 miembros del personal de mantenimiento de la paz, y se alega que esto fue causado por un grupo islamista ugandés el ADF. Los gobiernos de Uganda y del Congo quieren hacernos creer que el AD F está vinculado a terroristas islámicos, incluidos Al-Qaeda y Al-Shabaab, pero hay muchas dudas sobre esta afirmación.
AG: De hecho, he entrevistado varias veces sobre esta milicia ADF a nuestro amigo Musavuli Bonifacio, autor de «Las masacres de Beni» y «Los genocidios de los congoleños, de Leopoldo II a Paul Kagame».
HE: Esta zona del Congo, rica en minerales y madera no está realmente controlada por congoleses. Durante décadas ha sido expoliada por ejércitos de Ruanda y Uganda que invadieron el Congo en 1996 y, de nuevo en 1998 y más tarde por milicias respaldadas por Uganda y Ruanda después de la firma del tratado de paz.
Ahora parece que hay una narrativa falsa sobre lo que está circulando en medios normalmente fiables. Según el ejército de Uganda, e incluso el respetado Consejo del Atlántico y la MONUSCO, la misión de paz de la ONU en la RDC, esta milicia islamista de Uganda, la ADF, ha estado matando, ella sola, a civiles y fuerzas de paz en la RDC durante más de tres años y está ahora amenazando con invadir Uganda. Uganda afirma que esa es la razón por la que están desplegando su ejército en la frontera y preparándose para perseguir al ADF dentro del Congo.
Pero esta historia está llena de lagunas.
AG: Bueno, hay una larga lista de investigaciones de la ONU que documentan atrocidades masivas del ejército ugandés y el saqueo de recursos en la República Democrática del Congo. Y en 2005, la Corte Internacional de Justicia de la ONU dictaminó que Uganda debía a la República Democrática del Congo 10 mil millones de dólares por crímenes de derechos humanos y saqueo de recursos en la República Democrática del Congo. Entonces, ¿no sabrían estas fuentes, generalmente fiables, que traer tropas ugandesas a Beni es como invitar al zorro a proteger el gallinero?
HE: Uno pensaría así. Ha habido, incluso, más recientes informes de expertos de la ONU indicando que oro, madera e incluso marfil están siendo introducidos clandestinamente en Uganda través de la frontera congolesa para ser exportados a mercados internacionales.
La afirmación de que el ataque fue llevado a cabo por esta milicia islamita ugandesa actuando sola es también muy dudosa. La llamada ADF, que ha estado languideciendo en el Congo durante 20 años, es realmente una operación muy pequeña. El ejército congolés expulsó a casi todos de la selva en 2014. Es muy difícil creer que hubieran llevado a cabo un ataque tan masivo que duro horas, hiriendo a más de 50 soldados y matando a 15 de ellos.
AG: Los tropas de Tanzania son parte de la Brigada especial de Intervención de la fuerza de la ONU que creó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y dio un mandato ofensivo en RDC en 2013. Eso significa que la Brigada puede perseguir agresores, no sólo defenderse y defender los civiles asignados a su protección, y el UNSC ha renovado desde entonces, cada año, su mandato ofensivo. Son los mejor armados y entrenados cuerpos de paz en la República Democrática del Congo, por lo que es extremadamente improbable que una milicia, apenas existente, pueda involucrarlos en una feroz batalla de cuatro horas.
La brigada de mayoría de tropas Tanzanas ayudó a expulsar la milicia M23 a través de la frontera con el Congo a Ruanda y Uganda en 2014, y algunos congoleños están sugiriendo que habría en esto un elemento de venganza para ruandeses y ugandeses entre los atacantes.
Funcionarios de la MONUSCO lo denominaron «una operación bien coordinada y compleja lanzada, de madrugada, con morteros y granadas propulsadas por cohetes» e informaron que cogieron dos tanques, una ambulancia y un camión antes de retirarse.
HE: Es tan improbable que el ADF haya podido lanzar tal ataque que plantea la cuestión que acusándoles a ellos pueda ser un pretexto para las tropas de Uganda para entrar de nuevo al país. Y si esto es cierto, se plantea la cuestión de quién atacó realmente al personal de mantenimiento de la paz y por qué.
AG: Investigadores de la ONU acusaron a tropas congoleñas de atacar al pueblo congoleño en Beni, Kivu del Norte y Kasai. Musavuli Bonifacio dice que algunas tropas congolesas y oficiales forman parte de la red de tráfico de materias primas que incluyen ruandeses y ugandeses, y todos quieren que los congoleños indígenas se quiten del camino. Por eso, algunas personas concluyen que tropas congoleñas estuvieron involucradas en el ataque del 7 de diciembre de 2017. El Grupo de Investigación del Congo informó que los atacantes vestían uniformes congoleses e incluso incluían oficiales congoleños que fueron reconocidos por las fuerzas de paz.
HE: Es muy, muy misterioso. Parte de la razón por la que ha sido tan difícil descubrir lo ocurrido es que esta serie de ataques brutales en esta región desde 2013 parece ser responsabilidad de una amalgama de grupos diferentes. Algunos de ellos pueden ser antiguos miembros del ADF, pero también incluyen oficiales del ejército congoleño y antiguos miembros de grupos rebeldes respaldados por Ruanda, como el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo y el M23. Y nadie conoce cuál es el propósito de todo esto pero no parece estar avanzando los objetivos profesados por el ADF, que son de desestabilizar o incluso derrocar al gobierno ugandés.
AG: Si estudias el mapa del Congo Research Group de masacres cometidas en el territorio de Beni entre diciembre de 2013 y enero de 2016, está claro que los perpetradores se movían hacia el oeste desde la frontera con Uganda, más al interior en la RDC, no al este, hacia la frontera con Uganda y al gobierno que el ADF pudo haber querido derrocar en algún momento del pasado.
HE: Parece mucho más probable que tenga que ver con ambiciones territoriales dentro de la República Democrática del Congo, y algún tipo de estrategia para conquistar esta parte del país, pero nadie sabe exactamente quién lo está haciendo.
AG: Bueno, como no hay un grupo con claro objetivo político bien definido parece normal concluir que los objetivos reales son control del territorio y extracción ilegal de materias primas y evasión en este rincón de la RDC.
HE: Bueno, ese parece ser el nombre del juego en esta región, y hay allí una enorme competencia por los recursos. Y esta área particular de Beni es una especie de encrucijada. Prácticamente todo el comercio en la región tiene que pasar por allí.
AG: The Congo Research Group informa que el ataque a las fuerzas de paz de Tanzania fue parte de una batalla por el control de la ruta de Mbau-Kamango que pasa por el parque de Virunga, cruza el río Semuliki, y conduce a la frontera con Uganda en Nobili. Suena como una ruta clave de contrabando.
HE: Sí, pero eso no parece ser todo lo que hay en este asunto. Otro factor es que se han publicado numerosos informes, incluidos del Alto Comisionado para los Refugiados, que campesinos ruandeses han estado dirigiéndose hacia Beni en grandes cantidades, particularmente a zonas en las que han tenido lugar recientes ataques. Nadie sabe por qué. Parece que se ven miles de ellos de los que muchos se dicen refugiados que vuelven a su tierra, pero no parecen saber dónde están y ni siquiera hablan swahili o no lo hablan muy bien, aunque esa es la lengua franca de esa área. Más bien parecen ser nativos hablantes de Kinyarwanda que vienen de Ruanda. Nadie sabe por qué están ocupando esta área y en muchos casos, ocupando precisamente zonas de las que han huido nativos del Congo
AG: El deseo del presidente de Ruanda, Paul Kagame de anexar las provincias de Kivu, o al menos de Kivu Norte ha sido-manifiesto durante años. Diseñadores de políticas y expertos estadounidenses han abogado por la creación de una zona de libre comercio, que legalizaría el comercio fronterizo en la región.
Defensores de este plan incluyen dos antiguos secretarios de Estados Unidos para Asuntos Africanos, Herman Cohen y Johnnie Carson y el militarista humanitario John Prendergast, fundador del ENOUGH Proyect para detener el genocidio y los crímenes contra la humanidad.
Esto, dicen, sería legalizar el tráfico ilícito ahora en curso, y por lo tanto reducir conflictos y aumentar oportunidades para ruandeses, así como para ugandeses, tanzanos y otros. Pero mientras que Occidente mira hacia otro lado, Kagame parece estar siguiendo su propia agenda expulsando la población local y llenando su tierra con recién llegados. Hay miedo de que una anexión de facto podría entonces convertirse en oficial a través de una especie de referéndum en el que se dé derecho de voto a los recién llegados.
HE: Esa es ciertamente una explicación plausible de la llegada de tantos ruandeses.
Hay mucha actividad misteriosa y violenta en toda esta región y muchas personas están rascándose la cabeza preguntándose por el sentido de lo que está ocurriendo, y no estamos recibiendo muchas respuestas de la misión de paz de la ONU, la MONUSCO, estacionada allí en la provincia de Kivu, y eso es una gran decepción. Tampoco recibimos señales claras del UNSC. Así que de nuevo, podríamos esperar más claridad sobre esto, porque si Uganda va realmente a involucrarse, se va a poner feo porque donde llega el ejército de Uganda, la hace.
Hay también rumores de que el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y el presidente de Ruanda, Paul Kagame están, de nuevo, en desacuerdo ya que han estado pasando de la cooperación a la rivalidad durante décadas en el Congo.
AG: Ha habido, incluso, rumores de que Kagame ha estado planeando asesinar a Museveni. El periódico ugandes «The Red Pepper» fue cerrado y sus editores arrestados por publicarlo. No he visto evidencia fiable de ello pero Kagame está implicado en el asesinato de muchos otros opositores políticos en el extranjero.
Y si Museveni o Kagame fueran asesinados, uno o el otro sería el quinto presidente asesinado en la región de los Grandes Lagos de África en los últimos 25 años. Las evidencias apuntan a complicidad de Kagame en al menos tres de los otros cuatro: los asesinatos del presidente de Ruanda, Juvenal Habyarimana y el presidente de Burundi Cyprien Ntaryamira en 1994 y el asesinato del presidente congoleño Laurent Desiré Kabila en 2001. Kagame remplazó a Habyarimana y el presidente congoleño, Joseph Kabila remplazó a su padre Laurent Desiré Kabila. El joven Kabila no tardó en afirmar que estaba más dispuesto que su padre lo había estado para colaborar con los intereses de EE. UU., Uganda y Ruanda.
HE: Había muchos factores, fuerzas e intereses en juego entonces, como los hay ahora.
AG: Ni la MONUSCO, ni el Consejo de Seguridad de SCCM parecen haberse opuesto a la operación conjunta del Congo y Uganda en el territorio de Beni, a pesar de la larga historia de crímenes de los dos ejércitos contra su población indígena.
HE: Bueno, tendremos que esperar y ver qué hace el ejército ugandés en el Congo. La gente de esta región ha sufrido ya tanto que da mucho miedo pensar en lo que podría pasar.
AG: Recientemente, Radio Okapi, medio de noticias de la MONUSCO, informó de la marcha atrás en el gobierno del Congo sobre el propuesto despliegue conjunto congoleño y ugandés: «En el anuncio de la reunión de Kasindi-Lubiriha se levantaron varias voces para oponerse a una posible operación militar conjunta de los ejércitos de Uganda y del Congo contra los rebeldes ugandeses del ADF. La sociedad civil de Beni, por ejemplo, teme que el ejército de Uganda llegue a la zona con la excusa de la búsqueda de esos rebeldes».
HE: Sí, acabo de leer ese informe. Decía que los dos ejércitos se habían puesto de acuerdo para establecer una red de intercambio de información sobre la milicia ADF pero permaneciendo, por el momento, cada uno en su propio lado de la frontera, aunque sin descartar una futura operación conjunta.
AG: El gobierno congoleño instaba a la gente de Beni a no alarmarse al ver tropas ugandesas en la frontera porque no cruzarían.
HE: Bueno, estoy seguro que es, sin embargo, alarmante, y puede, también, haber en Beni tropas respaldadas por fuerzas ugandesas, incluso si no visten uniformes de Uganda, pero, quizás el ejército mismo no irá por ahora.
Fuente: Pambazuka
[Traducción, Jesús Esteibarlanda]
[Fundación Sur]
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