La reciente visita de un prelado católico libanés a Arabia Saudita, dónde los responsables de otras confesiones que no sea musulmana tienen la entrada prohibida, ha hecho que muchos hablen de la “apertura iniciada” por el príncipe Mohamed ben Salam (MBS), el nuevo hombre fuerte saudí. Otros gestos como la reciente y sonada campaña anticorrupción o la futura autorización para que las mujeres conduzcan solas a partir de 2018, han contribuido a alimentar esta sensación de “modernización”. Cabe sin embargo ser más comedidos en el entusiasmo a manifestar.
Recordemos que el régimen saudí se construye ideológicamente sobre la alianza entre la familia Ibn Saud y la doctrina wahabita (la más rigurosa del islam). Sin esos dos pilares, no hay futuro para el régimen. Y sus dirigentes lo saben. Desean por eso exportar el wahabismo para que sea, no “la excepción saudí” sino una doctrina implantada en numerosos países. Para ello las becas de estudios islámicos concedidas masivamente por instituciones públicas saudíes y mecenas particulares, son un elemento esencial para “wahabizar” el mayor número de sociedades, legislaciones, familias, predicadores, asociaciones, individuos, editoriales, canales de televisión o páginas web, etc [1]. Y en este campo África es un objetivo prioritario.
Una de las características principales del wahabismo es el rechazo categórico dela diversidad. Como lo ha demostrado el reciente informe de Human Rights Watch dedicado a analizar el discurso saudí sobre los chiitas saudíes y las demás minorías religiosas, presentes en el país o no.
En algo más de 60 páginas este informe está disponible gratuitamente en árabe e inglés, y lleva el título de “No son nuestros hermanos. El odio en los discursos oficiales saudíes”.
No sólo la minoría chiita es vilipendiada en los discursos y sermones religiosos, también en los libros de texto se han documentado ataques contra otras religiones (judaísmo, cristianismo, el ateismo e incluso el sufismo musulmán).
Esta mentalidad, si se difunde en África favorecerá los conflictos, la inestabilidad, la radicalización, la violencia y la fracturación de sociedades que durante siglos han sido de las más tolerantes. Sería una pena.
Notas:
Estudiar en Arabia saudí. Comunidad de Madrid[1] Estudiar en Arabia saudí. Comunidad de Madrid
Fuentes:
– Vídeo: Saudi Arabia: Official Hate Speech Targets Minorities
– Artículos:
– Saudi Arabia: Official Hate Speech Targets Minorities
– Arabie saoudite : Des discours haineux officiels prennent pour cible les minorités
José María Cantal Rivas, editor de AfroIslam
[Fundación Sur]
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