Deuda pública: ¿una nueva crisis en África?

24/10/2017 | Crónicas y reportajes

El Fondo Monetario Internacional (FMI) envió el pasado mes de septiembre un equipo a Brazzaville capital de la República del Congo para evaluar el desarrollo económico del país y la situación precaria de su deuda.

Parece que el Congo, escondió parte de su deuda pública en las conversaciones bilaterales con el FMI la primavera pasada, no es un caso aislado en términos de endeudamiento en el continente africano. Esto comienza a preocupar más y más hasta el punto de temer una nueva crisis de deuda. Y por una buena razón, los indicadores económicos del Banco Mundial y el FMI distan mucho de ser alentadores.

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Según las dos instituciones de Bretton Woods, el nivel de deuda promedio del África subsahariana aumentó del 25,2% del PIB en 2010 al 34,5% en 2015. Del mismo modo, la deuda pública en el continente, excluida Nigeria y Sudáfrica, se estima en un 44% del PIB en 2015 contra un 31% tres años antes. Cifras que recuerdan los malos recuerdos de muchos africanos de la década de 1990 cuando muchos países recurrieron a drásticas políticas de reestructuración para pagar sus deudas, los famosos Programas de Ajuste Estructural.

Incluso si las deudas de los países africanos siguen siendo muy inferiores a las de los países europeos, estos préstamos pesan sobre los presupuestos nacionales. Solo las deudas de Sudáfrica, Ruanda y Etiopía permanecen estables. La fuerte caída en el costo de las materias primas como el petróleo del que dependen muchos países africanos es el primer factor de riesgo.

Así, en 2016, el precio del barril de petróleo alcanzó su valor más bajo con un valor de menos de 30 dólares y el cobre registró una disminución del 33% en comparación con el año anterior, lo que hace temer lo peor a las agencias de calificación financiera.

Standard & Poor’s. ha alertado a Gabón, Congo-Brazzaville y Angola, y ha puesto a Nigeria bajo vigilancia. Los países, además de ser extremadamente dependientes de los ingresos de algunas materias primas, también sufren de una baja diversificación de la economía.

Además, la baja tasa de crecimiento de algunos países africanos les impide cumplir con sus obligaciones y aumentar su capacidad para pagar sus deudas, explicó en febrero de 2016 Noël Tshiani, economista del Banco Mundial en el periódico Le Point. De hecho, según los indicadores del Banco Mundial, África está experimentando su tasa más baja desde 2009 con un 3.7% en 2015 en lugar del 4.6% registrado en 2014. La falla con las inestabilidades políticas y de seguridad que bloquean parte de los inversores.

Finalmente, el último factor de riesgo está relacionado con la fuerte depreciación de algunas monedas, en 2015, por ejemplo, el cedi de Ghana, el rand sudafricano, el dólar zimbabuense y el kwanza angoleño colapsaron.

Sin embargo, en general, la deuda de los países en desarrollo permanece por debajo del umbral del 40% establecido por el FMI. Y la mayoría de los países africanos usan préstamos en condiciones favorables, lo que significa tasas muy bajas que oscilan entre 0 y 5% y períodos de reembolso de hasta 50 años.

Fuente: Afrique Expansion

[Fundación Sur

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