La académica ugandesa Nyanzi acusada por llamar al Presidente Museveni un «par de glúteos»

27/04/2017 | Opinión

Desde que críticó a la primera dama y ministra de Educación, Janet Museveni, la académica se ha está siendo objeto de una campaña de represión estatal.

stella_nyanzi.jpgLa académica ugandesa Stella Nyanzi ha sido acusada oficialmente hoy en el tribunal por referirse al presidente Yoweri Museveni como «un par de glúteos» en un post de Facebook. Se alega que sus comentarios en red contravienen la Ley de Uso Indebido de internet de 2011 y que ha participado en «acoso cibernético» y «comunicación ofensiva».

La presentación de estos cargos es la culminación de una campaña de dos meses de represión estatal contra Nyanzi. Esta alarmante racha de autoritarismo comenzó después de que Nyanzi criticara en un mensaje de Facebook el 15 de Febrero las políticas de la Ministra de Educación y Primera Dama, Janet Museveni.

Aunque la hoja de acusaciones de Nyanzi no menciona específicamente esos comentarios, desde entonces se han violado flagrantemente sus derechos a la libre expresión, libertad de movimiento, privacidad y libertad. Ha sido requerida por el Departamento de Investigaciones Criminales para ser interrogada. Se enteró de que había sido objeto de una prohibición de viajar mientras trataba de abordar el 19 de Marzo un avión para participar en una conferencia en Amsterdam. Y el 31 de Marzo fue suspendida de su trabajo como investigadora en la Universidad de Makerere.

Además, el 3 de abril, Nyanzi afirmó en Facebook que individuos armados estaban siguiendo el vehículo de su hermana, y el mismo día, hombres armados asaltaron su casa, intimidando a su empleado doméstico y tres niños.

En los días siguientes, circularon rumores y falsas alarmas del arresto de Nyanzi hasta que, en la noche del 7 de abril, fue detenida por agentes estatales desconocidos. Después de ser mantenida bajo custodia policial durante un fin de semana, ya ha sido acusada oficialmente.

Sólo Janet

Nyanzi ya había flirteado antes con controversia antes. De hecho, hasta hace un par de meses, era mejor conocida por dos cosas: la primera de ellas fue la protesta, medio desnuda, que emprendió en abril del año pasado contra la supuesta mala administración de Mahmood Mamdani, director del Instituto de Investigación Social de Makerere, una manifestación que transmitió en los medios de comunicación social, generando cobertura nacional; y la segunda fue la ficción erótica, escrita desde la perspectiva de una mujer de mediana edad, que publica en su página de Facebook.

Nyanzi ha usado, a veces, esta imaginería erótica de manera creativa para criticar al gobierno. Pero el mensaje que la puso en dificultades con la Ministra de Educación a mediados de febrero fue más directo.

El día anterior, Janet Museveni había anunciado al parlamento que el gobierno carece de fondos para cumplir con la promesa electoral de su esposo, el presidente Yoweri Museveni, de proporcionar compresas higiénicas sanitarias gratis a las niñas de las escuelas.

Nyanzi respondió con enojo al anuncio, escribiendo: «¿Qué clase de madre permite que sus hijas se mantengan alejadas de la escuela porque son demasiado pobres para pagar materiales de relleno que las protegerían adecuadamente de la vergüenza y ridículo que viene al manchar sus uniformes con sangre menstrual? ¿Qué maldad bulle en el corazón de una mujer que duerme con un hombre que encuentra dinero para millones de balas, miles de millones de sobornos e innumerables papeletas de votos para meter en cajas, pero no puede pedirle que dé prioridad a compresas para colegialas pobres? ¡Ella no es Mamá! Ella es sólo Janet!».

Nyanzi continuó contando cómo había recibido de su madre cuando era niña educación sobre el cuidado menstrual antes de concluir: «Debo visitar a la Sra. Museveni sin protección durante mi próxima menstruación, sentarme en sus sofás inmaculados y levantarme después de manchar su alma con mi sangre menstrual. Esa será mi manifestación pacífica en solidaridad con las adolescentes pobres de Uganda».

Cuando Nyanzi fue convocada por la policía para responder por sus comentarios, la académica respondió pidiendo a sus seguidores que acudieran en solidaridad al cuartel general del Departamento de Investigaciones Criminales con compresas.

Enseguida se puso en marcha en la red una colecta multitudinaria y un equipo de más de cuarenta voluntarios comenzó una campaña para cumplir ellos mismos la promesa incumplida del presidente Museveni . Ellos visitaron varias escuelas, dispensando almohadillas sanitarias y formando a las niñas sobre cuestiones de la higiene menstrual. Según el portavoz de la campaña Almeidah Ampwere, más de un millón de compresas ya han sido distribuidas hasta ahora.

Una empresa familiar

El 30 de marzo, Janet Museveni habló públicamente sobre todo el asunto. Se preguntó en voz alta por qué Nyanzi tendría que estar tan enfadada con ella y anunció que había «perdonado» a la académica. Esta declaración hueca no sólo ignoró el contenido de la crítica de Nyanzi, sino que expuso claramente la naturaleza personalista del poder de los Musevenis. Después de todo, a pesar de los cargos, Nyanzi no cometió ningún crimen expresando simplemente en Facebook su oposición a una política gubernamental. Si lo hubiera hecho, Janet Museveni podría haberla demandado como persona jurídica, pero los Musevenis emplearon la maquinaria estatal para atacar de forma agresiva las libertades de Nyanzi, violando sus derechos humanos y violando también la constitución.

En unos eventos que recuerdan la tiranía e impunidad postcolonial de Uganda, se privó a Nyanzi de la libertad de movimiento sin ninguna sanción judicial. Fue suspendida por Makerere sobre la base de haber insultado a la Ministra de Educación, decisión que fue condenada por la Asociación del Personal Académico de la Universidad de Makerere (MUASA). Su casa fue allanada, asustando a sus hijos y empleados domésticos, y el vehículo de su hermana supuestamente vigilado. Además, el 7 de abril, su seguridad y libertad personal fueron eliminadas al ser detenida por agentes del Estado sin uniforme. Y ahora se enfrenta a unos cargos con motivaciones políticas.

En las redes, el debate sobre Nyanzi ha cambiado de contenido, de discutir la conveniencia de su lenguaje se ha pasado a comentar sobre los límites a los que los Museveni están decididos a llegar para reprimir a los ciudadanos ugandeses. Al abusar de las instituciones estatales para perseguir una venganza personal contra una académica que expresa sus opiniones, se ha puesto de manifiesto la verdadera naturaleza de un régimen familiar que se preocupa poco por los derechos constitucionales y humanos.

Nyanzi se declaró inocente de los cargos mientras los fiscales, por su parte, cuestionaron su salud mental. El tribunal entonces se negó a acoger su solicitud de libertad bajo fianza, lo que significaba que Nyanzi debería permanecer en prisión preventiva hasta el 25 de abril.

Bwesigye Bwa Mwesigire

African Arguments

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]


Artículos relacionados:

Revuelo en la Universidad de Makerere por la clausura del despacho de la Dra. Stella Nyanzi

El presidente de Uganda nombra a su esposa ministro

Uganda: ¿Cuándo se arrestará al presidente por corrupción?

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster
Cine africano, por Bartolomé Burgos

Cine africano, por Bartolomé Burgos

  Desde películas premiadas internacionalmente, como la sudafricana “La sabiduría del pulpo”, que ganó el Oscar al mejor documental extranjero...