Cambios radicales amenazan el sistema educativo en Zimbabue

22/02/2017 | Opinión


Hubo un día en el que el sistema educativo de Zimbabue era el orgullo de África, y durante décadas de dictadura, ha conseguido seguir produciendo generaciones de graduados con talento. Pero una paquete de nuevos y controvertidos cambios puede tirar por tierra y destrozar por completo el sistema, tal y como temen los críticos.

Decir que Zimbabue es un desastre, sería quedarse corto. Corrupción, carreteras llenas de socavones y una economía en declive que ha obligado a millones de personas a buscar un trabajo y una vida en otro lugar. Pero, a pesar de todo lo malo, hay algo que los zimbabuenses atesoran y de lo que están ferozmente orgullosos: nuestro sistema de educación. Con una de las tasas de alfabetización más altas de África y una política educativa que garantiza, desde la década de los 80, educación primaria gratuita a todos sus ciudadanos , el sistema educativo del país se ha convertido en esa gema reluciente cuyo brillo no podía atenuarse con nada.

Hasta ahora.

El Dr. Lazarus Dokora, Ministro de Educación Básica y Primaria del país, ha puesto en marcha varios cambios en el plan de estudios de Zimbabue, cambios que se harán efectivos en junio de este mismo año. Varios críticos temen que estos cambios amenazan con desmantelar el sistema educativo que una vez fue considerado el orgullo de África.

Las nuevas medidas de Dokora incluyen una promesa de contribución nacional que tendrá que recitarse en las asambleas escolares después de cantar el himno del país. La promesa, inicialmente propuesta en 2016, ha sido recibida con una fuerte oposición. Las medidas entran en conflicto con las creencias religiosas de algunos padres, que se sienten incómodos cambiando los rezos por esta promesa. Otros opinan que es una politización innecesaria de los más pequeños. Sin embargo, el ministro de educación ha segudio adelante con la decisión y pronto se introducirán más cambio al plan de estudio zimbabuense.

La educación religiosa (a menudo centrada en el cristianismo) ha sido eliminada y sustituida por Estudios Islámicos. La supuesta razón detrás de esta decisión sería debilitar el predominio del cristianismo en la educación del país y ampliar el plan de estudios para acomodar otras religiones. A pesar de que Zimbabue es un país predominantemente cristiano (el 85% de la población se considera cristiana de acuerdo con una encuesta demográfica del año 2012) se consideró injusto que otras creencias fueran ignoradas en lo que a educación religiosa respecta.
Las reacciones fueron duras. El ministro Dokora fue acusado de satánico y de “besuquearse con los musulmanes” a costa de los “cristianos temerosos de Dios”.

Para los extranjeros, todo esto puede parecer ridículo, pero es importante comprender el baluarte que el cristianismo tiene en Zimbabue. En el país existe la libertad religiosa y la tolerancia, pero el cristianismo está en la cima de la pirámide. La decisión de eliminar el estudio del cristianismo del currículo escolar de mentes jóvenes e impresionables fue interpretado como un paso demasiado lejos en el nombre de la modernización.

En el centro de la polémica, sigue Dokora, que se convirtió en ministro de educación en el año 2013. Muchas de las críticas y de los ataques a los cambios en el plan de estudios, han sido más bien ataques personales dirigidos directamente al ministro. Un periódico ha llegado a bautizarle como “Ciclón Dokora”. Sin embargo, Dokora ha persistido en su búsqueda de lo que considera un plan de estudios modernizado e integrador.

A partir de ahora, las matemáticas se impartirán en Shona y Ndebele desde el Grado Cero y hasta el Grado Dos, una medida que pretende asegurar que los alumnos puedan entender nuevos conceptos más fácilmente en un idioma que les sea familiar. Los estudiantes de Nivel 0 que hagan el ZIMSEC (el examen del país) tendrán que cursar siete asignaturas obligatorias, permitiéndoles matricularse en un máximo de diez. Eso les deja tan sólo tres asignaturas que elegir por si mismos.

zimbabue_mass_display.jpgLas materias obligatorias incluyen Agricultura, Educación Física, deporte y coreografía deportiva* y Estudios del Patrimonio. Además de esta ya considerable carga, el ministro ha introducido el estudio de francés, swahili, mandarín y portugués en las escuelas secundarias. Estos cambios son demasiados y demasiado rápidos, avisan los expertos. La rápida implementación de estas medidas ha despertado la preocupación acerca de la eficacia con que este nuevo plan de estudios afectará a los estudiantes.

La precipitada aplicación de estos cambios es también una preocupación importante para Raymond Majongwe, miembro de la Unión de Maestros Progresistas de Zimbabue. “La velocidad con la que el ministerio (de educación) ha implementado el programa es tan increíble que el desastre es inevitable”, afirma Majongwe.

Majongwe está de acuerdo en que una revisión del plan de estudios de Zimbabue es necesaria desde hace tiempo, pero se pregunta por qué ahora y por qué tiene tanta prisa el gobierno para que los cambios entren en vigor. En un primer momento, el presidente Mugabe creó una comisión de investigación para el plan de estudios en 1999 y la revisión completa del modelo debía haberse producido en el año 2000. Aquel fue el mismo año en el que el polémico programa de reforma agraria, y algo tan aburrido como la revisión del currículo escolar quedó mucho después de la lucha por la independencia económica y la tierra. Sólo ahora, después de 17 largos años, el Gobierno ha decidido poner en marcha algunos cambios.

Pero estos cambios están lejos de ser eficientes y eficaces, afirma Majongwe. “Todo el proceso está repleto de problemas de falta de seriedad, de falta de consulta y compromiso con las partes interesadas y de una falta de orden en las prioridades”.

Majongwe señala, además, la eliminación de materias científicas y el nuevo énfasis en la agricultura, la coreografía deportiva y los Estudios del Patrimonio.
Los dos últimas asignaturas son un punto de preocupación particular. «¿Deporte y coreografía deportiva no tiene referencias, ni textos, ni material didáctico. Es una forma de hipnotización política, destinada a glorificar a los individuos y las partes», dice Majongwe, enfatizando el absurdo de todo el proceso. «No se tiene en cuenta el aspecto presupuestario. ¿Quién financia esto? ¿Cuanto costara? ¿De dónde viene este dinero? ¿Por qué todas estas cuestiones están envueltas en secreto?».

Los cambios son buenos, en especial cuando tienen que ver con qué y cómo se enseña a los niños en las instituciones educativas en un mundo acelerado de aprendizaje y desaprendizaje. Pero este cambio tiene que estar bien pensado, bien planificado y, lo más importante, bien ejecutado. Este no ha sido el caso con los cambios en el plan de estudios de Zimbabue. Las cosas se han hecho precipitadamente. Tanto padres como profesores se sienten excluidos del proceso, y amenaza con ampliar la ya abismal brecha entre las escuelas públicas y el pequeño grupo de instituciones privadas de élite.

¿Es posible lo impensable, que el poderoso gigante que ha sido el sector educativo de Zimbabue sea el próximo en capitular?

Mako Muzenda

Daily Maverick

*Nota del T.: traducción libre del término «Mass display».

[Traducción, Sarai de la Mata]

[Fundación Sur]

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