Contra el desempleo juvenil en Sierra Leona, por Chema Caballero

2/02/2017 | Bitácora africana

El Gobierno impone un cuestionado servicio social a los graduados universitarios

Ante la imposibilidad de hacer frente a la alta tasa de paro juvenil, el gobierno de Sierra Leona impone un servicio social obligatorio a los graduados universitarios, que parece que no resolverá el problema. En Sierra Leona el 70 % de los jóvenes están desempleados o trabajan en el llamado sector informal, Según distintas estadísticas

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Este es un dato que llama la atención, sobre todo cuando se tiene en cuenta el crecimiento experimentado por la economía del país en los dos últimos años, teniendo en cuenta que se ha enfrentado a dos grandes crisis: la epidemia del ébola y la caída de los precios del mineral del hierro que llevó a parar su producción en el país entre 2014 y 2015.

Los indicadores económicos muestran que desde el último cuarto de 2015, la economía sierraleonesa ha renovado su fuerte crecimiento, lo que se ha mantenido durante el pasado año y se prevé que continue en el actual. Esto ha supuesto nuevas inversiones en minería, agricultura y pesca. Una recuperación económica que el Fondo Monetario Internacional espera se mantenga estable a medio plazo.

Todo esto viene también impulsado por la estabilidad política que vive el país. El actual presidente, Ernest Bai Koroma, concluye su mandato a finales del presente año y, a pesar de algún intento de sus seguidores para prologar su estancia en el poder alegando que durante los años del ébola no pudo implementar su programa, las elecciones presidenciales están programadas para principios de 2018. En 2017, también está previsto un referéndum para aprobar la reforma de la constitución de 1991 elaborada por la Comité de Reforma Constitucional.

En el otro lado de la balanza, junto a la alta tasa de desempleo juvenil, están la corrupción, la débil unidad nacional, la falta de transparencia en la administración de los recursos naturales y de una política fiscal. A todo ello hay que sumar la escasez de infraestructuras y una gran pobreza.

Aquí surge, una vez más, la pregunta de por qué si la economía del país está funcionando tan bien, las tasas de pobreza y de desempleo juvenil no se reducen. Ante la imposibilidad de resolver el problema de tantos jóvenes que no encunentran un empleo y que, en la mayoría de los casos, se ven obligados a engrosar las filas de la mal llamada economía informal, lo que les impide obtener salarios dignos, ascender o gozar de beneficios sociales, por ejemplo, o migrar, el Ejecutivo sierraleonés tuvo la idea de imponer una especie de servicio social para todos los jóvenes que terminen la universidad.

Tras un par de años de discusión, en febrero de 2016, el parlamento aprobó la ley que introduce este servicio con el propósito de que los jóvenes puedan servir a su país tras graduarse en la universidad.

Al presentar el proyecto de ley ante el parlamento, el ministro de la juventud, Alimamy A. Kamara, dejó claro que el propósito del mismo era establecer un servicio nacional para los jóvenes con la intención de formar a los graduados al mismo tiempo que sirven a su nación con el objetivo claro de abordar el grave problema que supone la alta tasa de desempleo juvenil del país.

Este servicio social tiene también una segunda intención, la de obligar a los jóvenes a trabajar lejos de sus lugares de origen para romper las barreras tribales del país y forjar la unidad nacional. No existen estadísticas fiables, pero todo apunta a que solo el 31 % de los jóvenes sierraleoneses llegan a la universidad, y de esta cifra únicamente el 36 % son mujeres. De esta población, exclusivamente el 0,4 % proviene de los segmentos más pobres de la sociedad y el 1 % de zonas rurales.

La principal barrera para acceder a la educación terciaria es la económica, de ahí, que sean muchos los estudiantes que no puedan llegar a ella, a pesar de que en los últimos años el gobierno ha introducido nuevos programs de becas y subsidios a estudiantes. Por eso, el programa de servicio social que se presenta como una puerta para el empleo beneficiará a muy pocos jóvenes.

El programa de servicio social debe empezar a implementarse este año, pero todavía no está claro cómo se hará, a pesar de algunas pruebas realizadas de cara a su puesta en marcha a nivel nacional. Existe mucho desconcierto al respecto.

La idea de esta iniciativa sigue los pasos del National Youth Service Corps (NYSC) que desde 1973 funciona en Nigeria, donde en los últimos años algunos miembros ha sido asesinados debido a los distintos conflictos que vive el país, en sus lugares de destino, o ha habido muchas quejas por las condiciones en las que se ven obligados a vivir muchos de los participantes.

Un servicio nacional para los jóvenes con el objetivo claro de abordar la alta tasa de desempleo juvenil del país

A pesar de contar con el apoyo de todos los políticos, el programa de servicio social, levanta muchas sospechas entre los jóvenes sierraleoneses. La mayoría de los consultados muestran dos grandes preocupaciones: la primera es qué pasará una vez terminado el periodo de servicio, muchos se preguntan si el hecho de participar en él les garantizará un empleo después, cosa que parece bastante improbable.

Además, argumentan algunos, al cubrir los participantes en el programa puestos de trabajo, descenderá la presión existente sobre el gobierno para contratar más profesionales, sobre todo en las zonas rurales y más remotas del país, como profesores o personal sanitario. La segunda es cómo se mantendrán durante el tiempo de prestación del servicio dado que, en principio, no recibirán un salario por el trabajo realizado. Algunos explican que sus familias han tenido que hacer un gran esfuerzo para apoyarlos durante los años de estudio y no pueden seguir manteniéndoles mucho más.

“En el fondo no deja de ser mano de obra cualificada barata que no soluciona el problema del paro al que nos enfrentamos al mayoría de los jóvenes de este país”, comenta un estudiante de la universidad de Sierra Leona en Freetown.

Original en : África no es un País

Autor

  • Chema Caballero nacido en septiembre de 1961, se licenció en derecho en 1984 y en Estudios eclesiásticos en 1995 Ordenado Sacerdote, dentro de la Congregación de los Misioneros Javerianos,
    en 1995. Llega a Sierra Leona en 1992, donde ha realizado trabajos de promoción de Justicia y Paz y Derechos Humanos. Desde 1999 fue director del programa de rehabilitación de niños y niñas soldados de los Misioneros Javerianos en Sierra Leona. En la , desde abril de 2004 compaginó esta labor con la dirección de un nuevo proyecto en la zona más subdesarrollada de Sierra Leona, Tonko Limba. El proyecto titulado “Educación como motor del desarrollo” consiste en la construcción de escuelas, formación de profesorado y concienciación de los padres para que manden a sus hijos e hijas al colegio.

    Regresó a España donde sigue trabajndo para y por África

    Tiene diversos premios entre ellos el premio Internacional Alfonso Comín y la medalla de extremadura.

    Es fundador de la ONG Desarrollo y educación en Sierra Leona .

    En Bitácora Africana se publicarán los escritos que Chema Caballero tiene en su blog de la página web de la ONG DYES, e iremos recogiendo tanto los que escribió durante su estancia en Sierra Leona, donde nos introduce en el trabajo diario que realizaba y vemos como es la sociedad en Madina , como los que ahora escribe ya en España , siempre con el corazón puesto en África

    www.ongdyes.es

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