Cuando los líderes son parte del problema, en África y en el mundo.

26/07/2016 | Editorial

Analizando la situación social y político-económica en África, constatamos cómo, a parte de algunas honrosas excepciones de buena gobernanza, la casusa más común y relevante de la injusta gestión de los recursos, de la pobreza, de la corrupción masiva, de la desigualdad escandalosa y de la exclusión, reside en la mala gobernanza de líderes irresponsables y egoístas.

Semejantes líderes sin integridad son la gran parte del problema, y no pueden aportar ninguna solución a los retos sociales y económicos de su país.

La frustración de las sociedades, con los líderes políticos irresponsables y sus partidos, aumenta cada día, en muchos países africanos y del mundo.

Cada día, es más evidente, que este sistema político-económico, con sus partidos y líderes, es injusto e inhumano, y solo pude causar más crisis, frustración, exclusión y violencia.

La gestión actual de la mayoría de los gobernantes, atrapados en el sistema capitalista y tribal, no se preocupan por el bien común de la sociedad, sino por sí mismos, sus partidos, sus tribus y sus amigos.

La permanencia de tantos gobernantes africanos en su trono de poder, durante tantos años, resalta este mismo síntoma de irresponsabilidad personal y social.

Es hora de buscar la solución fuera de este sistema político, con sus líderes y multinacionales, y generar una economía nueva por el bien común, através de un comercio justo, bancos éticos y sobre todo con líderes más profesionales e íntegros, inspirados por una visión y valores más humanos y éticos.

La generación de este nuevo sistema político-económico, exige dos requisitos esenciales: líderes íntegros y una sociedad que participe responsablemente en la gestión de los recursos y servicios.

La cuestión persiste: ¿cómo empoderar la sociedad y sus líderes para ser más responsables y comprometidos por el bien común?

Esta es la cuestión que debería exigir:

– Primero, una reflexión urgente a diferentes niveles: autonómicos y nacionales.

– Segundo, tomar los medios necesarios y adecuados, a nivel: educativo, redes sociales, gestión social, política y economía.

– Tercero, de acuerdo siempre, con una visión nueva del ser humano y del bien común y con referencias solidas de valores humanos y éticos, universales.

Sorprende la miopía y la irracionalidad de gran parte de los líderes políticos y económicos, tanto en África como otros continentes, cuando buscan solucionar los grandes retos humano-sociales: del desempleo, la desigualdad escandalosa, los refugiados, la escalada de la violencia, con solo la fuerza de la policía y de los ejércitos, y si hace falta, se levantan nuevos muros y murallas, y hasta se vuelve a la pena de muerte.

Los nuevos movimientos sociales que exigen un mundo mejor, las protestas sociales cuando se pisotean los derechos humanos, las manifestaciones a favor del respeto a todos los grupos humanos, sociales, étnicos y religiosos, son en principal signo de esperanza y muestran que se busca una nueva forma de gestión político-económica, más justa, humana y solidaria.

Las soluciones auténticas siempre nacen del pueblo y no de los líderes atrapados en sus sistemas de poder y control.

NOTA: Desde la dirección de África Fundación Sur, os recordamos que este Centro permanecerá cerrado durante el mes de agosto, por vacaciones. Conectaremos de nuevo el 5 de septiembre 2016. Gracias por vuestra colaboración.

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