Tal como estaba previsto y anunciado, el General-Presidente Obiang Nguema Mbasogo, después de 37 años de poder totalitario en la República de Guinea Ecuatorial, se ha declarado vencedor, con el 94% de los sufragios, de las fraudulentas elecciones presidenciales celebradas en el país el pasado día 24 de abril, consumando, con ello, su enésimo asalto al poder. En estas elecciones, el número de electores ha superado, en varios miles, al número de personas inscritas en el censo electoral.
Cuando esto sucede, el señor Obiang tiene encarceladas a varias decenas de opositores en las cárceles de Malabo y Bata, y asediada la sede del partido Ciudadanos por la Innovación con más de cien militantes en su interior.
Y como es de esperar, la etapa siguiente, alegando las razones que fueren, será el traspaso dinástico del poder del padre al hijo, ante el silencio de la Unión Africana y del resto de la comunidad internacional. A partir de ese momento, habiendo impuesto ya en 2011 la modificación de la Constitución a su favor, el señor Obiang, convertido en expresidente, se alzará en el puesto de Presidente del Consejo de la República, órgano del Estado diseñado a su medida, para situarse por encima del Presidente de la República y de todos los Poderes del Estado. De esta manera, Obiang seguirá manejando los destinos de Guinea Ecuatorial, como lo hace desde 1979, hasta su muerte.
Por todas estas razones, porque Guinea Ecuatorial no es una monarquía, por las circunstancias que han rodeado a estas pretendidas elecciones presidenciales, por las múltiples irregularidades ya denunciadas y las constantes violaciones de las leyes por parte del señor Obiang, Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial (CPDS) rechaza los resultados que hoy ha anunciado una Junta Electoral Nacional controlada por el partido en poder.
La Misión de Observación Electoral de la Unión Africana en esas elecciones, ha recomendado al Gobierno de Guinea Ecuatorial emprender las mismas acciones que la oposición ha venido exigiendo como condición para unas elecciones mínimamente transparentes, libres y participativas.
Por consiguiente, CPDS, además de reiterar la exigencia de una Administración Electoral Independiente, un Censo Electoral Biométrico y el libre acceso de los partidos políticos a los medios de comunicación públicos, invita al señor Obiang a restablecer un verdadero diálogo político, franco y sincero con la Oposición y con el resto de las fuerzas vivas de la nación, para debatir y negociar la puesta en marcha de una transición pacífica en el plazo de dos a tres años, reforzar la cohesión social y crear verdaderas condiciones de paz duradera para todos los ciudadanos y ciudadanas ecuatoguineanos.
En esta óptica, pedimos a la comunidad internacional, en especial a los países africanos amantes de la democracia, a los Estados Unidos de América, Francia, España y Alemania, testigos privilegiados de lo que realmente ocurre en Guinea Ecuatorial, que, ante el riesgo de estallido político de consecuencias imprevisibles, no permanezcan impasibles ante el estancamiento político que sufre el país, y que contribuyan con toda su diplomacia a la consecución de una democracia real y duradera en Guinea Ecuatorial.
Malabo, 28 de abril de 2016
Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial (CPDS)
Comisión Ejecutiva Nacional
