Puede que fuera a causa del atentado del 16 de diciembre, en el que cuatro muchachas que llevaban velo integral (es decir que además de cubrir ampliamente y con holgura todo el cuerpo también oculta el rostro) realizaron, en nombre de Boko-Haram, un nuevo atentado suicida en la ciudad de Mafa (noreste de Nigeria); puede que sea una política más amplia de lucha contra una radicalización cada vez más visible del islam; puede que sea para hacer frente a una serie de presiones de algunos países occidentales; puede que sea para frenar una politización de ciertas corrientes ultra-conservadoras en las comunidades musulmanas y que pueden transformarse en oposición política; puede que sea por otras mil razones pero los jefes de estado de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO), en reunión extraordinaria del 17 de diciembre de éste año, han decidido tomar medidas para prohibir el velo integral en sus países.
Cabe señalar que la mayoría de la población de la CEDEAO es de confesión musulmana y que muchos de sus líderes también. Pero todos se han comprometido “respetando las realidades locales” a prohibir este tipo de vestimenta femenina en principio para permitir una fácil identificación de los ciudadanos y viandantes, pero también para impedir que (como Boko Haram ha conseguido “especializarse” en estos atentados) el velo integral permita con mayor facilidad transportar cinturones con explosivos (que según la ONU son detonados a distancia en muchos casos).
La prohibición del velo integral no es una novedad en la zona ya que países como Congo-Brazzaville lo han prohibido (desde mayo), Chad igualmente (desde junio), Camerún, Gabón y Níger en algunas partes de su territorio (desde julio) y Senegal igualmente (desde noviembre).
La CEDEAO se compone de 15 Estados: Benín, Burkina Faso, Cabo-Verde, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea-Conakry, Guinea-Bissau, Liberia, Mali, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo.
[Editor de AfroIslam: José María Cantal Rivas]
[Fundación Sur]
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