EL YIHADISMO: PROBLEMA-REACCIÓN-SOLUCIÓN

9/12/2015 | Editorial

Según reconocidos islamistas, analistas político-económicos y expertos en terrorismo islamista, como: Jofre Montoro, Fernando Reinares, Carola Garcia Cabo y otros, el ciclo de: problema, reacción y solución, se sigue repitiendo en la plataforma internacional, y está a la raíz misma de los retos más serios, a los que nos enfrentamos, como: los movimientos yihadistas, la crisis económica internacional, la carrera frenética por el petróleo, acaparamiento de tierras en África, comercio de armas, etc.

Lo decía el Papa Francisco, el 26 noviembre 2015, en Nairobi: “La marginación que sufren estos barrios, como el de Kibera que alberga a más de un millón de personas en el centro de la capital keniana, son heridas provocadas por minorías que concentran el poder y derrochan con egoísmo mientras crecientes mayorías deben refugiarse en periferias abandonadas, contaminadas y descartadas”.

El Papa pide a los Gobiernos que detengan la atrocidad en los barrios chabolistas.

1. EL PROBLEMA

El grupo terrorista “Estado Islámico”, “ISIS” (Islamic State in Irak and Siria), o “Daesh” (en árabe), es una organización yihadista suni que busca la instauración de un califato o Estado regido por una visión ultraconservadora de la ley islámica (sharia) en diferentes países del Medio Oriente y de África.

El “estado islámico” surge después de la intervención de Estados Unidos en Irak. El grupo terrorista, originalmente parte de la rama de Al-Qaeda en este país, se desprendió de la agrupación por considerarla débil.

El estado islámico es dirigido por Abu Bakr al Baghdadi, también conocido como Abu Dua y autoproclamado Califa Ibrahim, “gobernante de los musulmanes allá donde estén”.

Los terroristas del estado islámico operan particularmente en Irak y Siria, con su centro de operaciones o capital en Raqqa, ciudad siria controlada por los terroristas tras vencer a las fuerzas militares de Bashar al Assad.

¿Quién está detrás de este grupo terrorista, equipado con el material militar más sofisticado, fuertemente subvencionado y organizado, que se ha extendido tan rápidamente?

Muchos analistas y jefes de gobierno apuntan sobre todo a dos potencias mundiales: Arabia Saudita y Estados Unidos. Estos poderosos estados han provocado primero el “problema”, como lo hacen con las crisis económicas, algunas pandemias contra la salud, etc. para luego poder justificar su “reacción” militar o financiera, y llegar finalmente a su “solución”, que consiste siempre en un mayor control de los recursos naturales y minerales, a nivel mundial.

2. LA REACCIÓN

La “reacción” a estos retos de grupos terroristas, armados por los mismos poderosos, suele ser casi siempre y especialmente militar, como lo estamos viendo ahora en los bombardeos de la OTAN, EEUU, RUSIA, etc. sobre los yihadistas en Siria e Irak.

Es sorprendente la rapidez y facilidad con la que han llegado a un acuerdo las grandes potencias mundiales, incluso para conseguir la aprobación de la ONU.

En la reacción militar, política y financiera, ya vemos los motivos últimos de esta reacción militar: el control de los grandes recursos energéticos.

3. LA SOLUCIÓN

La “solución”, que siempre buscan las grandes potencias, es la misma: el mayor control de la economía mundial y de sus recursos, estén donde estén, ahora en Siria e Irak.

Todos los discursos, sobre: “nuestra libertad, valores, forma de vida, seguridad y ayuda a los emigrantes, etc.” suenan vacíos y además hipocríticos, pues pretenden engañar a sus propios ciudadanos.

Mientras los grandes poderes de EEUU, UE, China, Rusia e India aumentan su control y explotación de recursos y de lucro, siguen además contaminando nuestro Planeta provocando un grave cambio climático, que afecta sobre todo a los pueblos más empobrecidos.

Lo afirma el Papa Francisco sobre la reunión de Paris: “Confío en esta gente, que hará algo: Estamos al borde de un suicidio”.

CONCLUSIÓN:

Con semejante sistema político-económico y con demasiados líderes de gobierno a merced de sus propios intereses, es absolutamente imposible construir una sociedad más justa y solidaria.

Nuestra alternativa, la de la inmensa mayoría de buena gente y de los nuevos movimientos sociales, propone que cada persona y sociedad pueda vivir en dignidad, solidaridad, tener trabajo para poder cubrir todas sus necesidades básicas, y ser protagonista de su propio futuro.

Esta semana recordamos los Días Internacionales “contra la corrupción” (día 9) y “de los Derechos Humanos” (día 10).

Un comportamiento honrado, responsable y solidario con los demás debería ser algo básico y normal en una sociedad que vive los valores más humanos y universales.

A medida que la sociedad llegue a estar más informada, motivada y comprometida, podremos aislar a los actuales líderes corruptos, promover otro sistema económico y político que sea justo, humano y respetuoso con los derechos de cada ser humano, y exigir integridad profesional a los que gestionan los bienes de todos.

Llegará el día en el que prevalezca la dignidad humana y el Bien Común.

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