Christian Aid considera que el Reino Unido debería liderar la pacificación del Congo

6/11/2008 | Opinión

Hay que destacar de este manifiesto un giro de la organización británica hacia una postura más contundente y efectiva de la colaboración de Gran Bretaña con la región africana.

Por primera vez se posiciona a favor del despliegue de una fuerza militar europea, “para apoyar a la de la ONU”. Considera la reciente agresión de Nkunda como un “claro acto de agresión”. Le preocupan en particular los informes sobre la presencia militar ruandesa en la RDC, algo en lo que nunca antes había entrado la organización católica.
Recomienda, otra novedad en la postura de Christian Aid, que el gobierno ruandés se responsabilice de garantizar que su territorio no se utilice para suministrar armas al CNDP o a cualquier grupo armado en los Kivus.

Además, señala abiertamente, y por primera vez, que hay que hacer más hincapié en resolver el motivo subyacente del conflicto, que es el “comercio ilegal de minerales”. También recuerda que en un informe sobre la minería ilegal de 2002, se cita a varias empresas inglesas y exige transparencia. Y por último manifiesta la creencia de que la riqueza del Congo pertenece a sus ciudadanos y debe ser utilizada para el desarrollo que tanto necesita el país.

Hay que alcanzar un acuerdo en los Grandes Lagos para evitar una mayor catástrofe humanitaria como la que se está viviendo en la actualidad en el Kivu Norte.

Más de cinco millones de personas han muerto en los últimos 10 años a causa del conflicto en la República Democrática del Congo, haciendo de este el conflicto más mortífero del mundo desde la II Guerra Mundial.
Christian Aid asegura que las tensiones entre Congo R.D. y Ruanda, y la explotación ilegal de los minerales en el Congo, son los aspectos que hay que abordar con mayor atención si se quiere alcanzar una paz duradera.

En un futuro inmediato, Christian Aid apoya el despliegue rápido de una fuerza de la Unión Europea para aumentar la efectividad de la fuerza de la Naciones Unidas, MONUC. Esto asegurará que el capítulo VII del mandato de la MONUC para la implantación de la paz y la protección de los civiles se implemente más decisivamente.

Christian Aid asegura que la última ofensiva del general Laurent Nkunda es un claro acto de agresión.

“Las fuerzas del CNDP, de Nkunda, claramente han renegado del acuerdo de Goma”, asegura Judith Melby, la especialista en África de Christian Aid. “Estas fuerzas deben hacia las posiciones que tenían en agosto, antes de esta última ronda de enfrentamientos”.

El Acuerdo de Goma fue firmado el pasado mes de enero entre el gobierno y varios grupos armados activos en el este del Congo R. D. entre ellos la facción del CNDP liderada por el general disidente Nkunda. El acuerdo establecía el cese inmediato de hostilidades, desmovilización de tropas y la creación de una zona buffer.

“Las organizaciones de la sociedad civil de todo el Congo R.D. estaban involucradas en la elaboración de un plan de acción llamado programa Amani, para implementar los diferentes espectos de este acuerdo de paz nacional”, continúa Melby, “Amani es el único marco para las negociaciones de paz, y la comunidad de donantes debe asegurarse de que recibe todo el apoyo que necesite”.

Christian Aid está preocupada particularmente por los informes sobre la presencia del ejército de Ruanda en Congo R.D. Dice que el gobierno de Gran Bretaña debería utilizar toda su influencia como un gran donante y un actor diplomático en la región, para asegurar el cese de las intervenciones de ejércitos extranjeros.

En noviembre de 2007, el Congo R.D. y Ruanda, firmaron el acuerdo de Nairobi para la repatriación de las milicias Hutu y los refugiados que habían estado en el Congo R. D. desde el genocidio de 1994.

“Este conflicto no se va a resolver solamente con conversaciones entre las diferentes facciones congoleñas. SE debe poner el mismo énfasis en hacer progresos con el acuerdo de Nairobi. Debe darse una voluntad política para asegurarse de que Ruanda y Congo R. D. cumplan los compromisos adquiridos en Nairobi”, asegura Melby.

El gobierno de Ruanda tiene la responsabilidad de asegurarse de que su territorio no es utilizado para abastecer de armas al CNDP ni a ningún grupo armado de los dos Kivus.

Christian Aid asegura que debe ponerse mucho más énfasis en resolver las otras causas importantes del conflicto, como por ejemplo el comercio ilegal de minerales.

Esto empeora por el aumento global de la demanda de los minerales que se encuentran en el Congo, como la casiterita y el coltan. En 2002, el panel de expertos de Naciones Unidas produjo un informe sobre la explotación ilegal de recursos naturales en el Congo. En él se nombraba a una serie de compañías del Reino Unido, como Barclays, De Beers y Anglo American.

“Necesitamos hacer un mayor esfuerzo y muchas más transparencia para resolver este asunto. La riqueza del Congo pertenece a sus ciudadanos y debería ser utilizada para el desarrollo que este país necesita tan desesperadamente”, añade Melby.

“Sin paz y un gobierno efectivo capaz de imponer su autoridad en todo el país, compañías y países sin escrúpulos seguirán saqueando la riqueza del Congo”.

Naciones Unidas calcula que más de 200.000 personas se han visto desplazadas desde el pasado mes de agosto, cuando volvieron a producirse los enfrentamientos entre el general Nkunda y las fuerzas del gobierno congoleño.

(Página oficial de Christian Aid, 03-11-08)

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