La responsabilidad de los EE.UU. en la Crisis Global de Refugiados

8/05/2015 | Opinión

Cuando los refugiados procedentes del subcontinente indio, África subsahariana, América Central y del Sur y otros lugares arriesgan sus vidas por la oportunidad de un trabajo precario y bajos salarios en Europa o los EE.UU., es debido a decisiones tomadas en el centro del poder político y económico mundial, lugares como Washington D, Londres, Bruselas y Nueva York.

«Esta crisis humanitaria es el resultado directo de la decisión de Estados Unidos y la OTAN para lograr un cambio de régimen en Libia en 2011.»

En todo el mundo muchas personas arriesgan su vida y a menudo la pierden por escapar de la pobreza o de la guerra en sus países de origen. A lo largo de la historia humana, los migrantes han buscado lugares más seguros o más prósperos, pero pocas veces son recibidos con los brazos abiertos. Xenofobia, racismo, y miedo a la escasez impiden a personas desesperadas integrarse en las sociedades que podrían aceptarlos. Sin embargo, la necesidad de escapar de la violencia o del hambre es siempre urgente.

Lo más visible de la crisis de refugiados en el mundo de hoy está teniendo lugar en el mar Mediterráneo. Hasta ahora, en 2015, se estima que 1.724 personas procedentes de Libia han muerto en su intento de llegar al Sur de Europa en barcos no aptos para navegar. Estos refugiados provienen de muchas naciones africanas, de Siria y de países tan lejanos como Bangladesh. El 18 de abril de este año 2015 una embarcación con unas 850 personas se hundió en el mar. Sólo se salvaron 28 personas.

inmigracion.jpg Esta crisis humanitaria es el resultado directo de la decisión de Estados Unidos y la OTAN para lograr un cambio de régimen en Libia en 2011. La candidata Presidencial demócrata Hillary Clinton dijo de forma despreciable del presidente libio Gadafi, «Vinimos, vimos, murió». No sólo Gadafi fue asesinado por la conspiración entre la OTAN y los yihadistas en su país, sino que Libia nunca se recuperó de la intervención.

La víctima individual más conocida fue el embajador de Estados Unidos, asesinado en Bengasi por las mismas fuerzas que los Estados Unidos apoyaron. Muy pocas personas en los EE.UU. conocen la complicidad de su gobierno y los que la conocen no quieren hablar de ello. Los republicanos que estaban tan ansiosos de intervenir como la administración Obama quieren crear una situación política vergonzosa, pero no quieren hablar de la continua crisis humanitaria creada por los Estados Unidos.

Ciudadanos de muchas naciones africanas fueron rutinariamente a trabajar en Libia, una nación rica en petróleo con muchos puestos de trabajo para migrantes. Libia era un ejemplo de la prosperidad que todas las naciones de África podrían haber experimentado antes de que fuera reducida a escombros por las maquinaciones de la OTAN. Las guerras intestinas han convertido al país en un estado fallido. No hay un gobierno legítimo y la situación es tan peligrosa que no hay vuelos internacionales que lleguen al país. Libia no puede extraer o vender con eficacia los recursos petroleros que tiene.

«Estados Unidos y sus aliados mintieron al mundo cuando reclamaron una dudosa responsabilidad de proteger a los Libios».

Este caos hace que Libia sea un lugar perfecto para hacer negocios para los traficantes de personas. Los africanos hacen un peligroso viaje a través del desierto del Sáhara desde Senegal, Gambia, Nigeria, Níger y Malí. Más hacia el Este desde el Cuerno de África vienen los etíopes, somalíes y eritreos que sufren en sus tierras la destrucción fomentada por EE.UU. Así muchos sirios han huido del ataque de la OTAN en su país. Los países vecinos Líbano y Jordania les impiden entrar. Ahora los sirios vuelan primero a Sudán y esperan allí a ser introducidos clandestinamente en Europa a través de Libia, cuya larga costa es un imán para los contrabandistas y los que esperan entrar en Europa como refugiados.

El tira y afloja entre EE.UU. y los países de la Unión Europea es totalmente hipócrita y debe ser señalado como tal. Miles de libios fueron asesinados o desplazados por la intervención de la OTAN y una brutal guerra racial fue organizada contra los libios negros y los inmigrantes africanos. Libia no sería el punto de embarque para tanta miseria si la hubieran dejado sola.

Las corporaciones internacionales de comunicación tienen una capacidad aparentemente infinita para producir horas de metraje y miles de palabras sin tener que llegar a la incómoda verdad. En este caso, la verdad es que Estados Unidos y sus aliados mintieron al mundo cuando reclamaron la dudosa responsabilidad de proteger a los libios. Su interés no era ese. El único objetivo era atacar a otro país demasiado débil para frustrar sus planes de expansión imperial. Tuvieron éxito en deshacerse de Gadafi y en crear una nueva crisis para la humanidad.

Por otro lado, Libia no es muy diferente de países centroamericanos como Honduras, Guatemala y El Salvador. Golpes de estado respaldados por los Estados Unidos, intervenciones y la política de vigilancia del tráfico de drogas han creado violencia y caos en esos países. Cuando niños no acompañados comenzaron a llegar a los Estados Unidos hubo poca discusión sobre la culpabilidad de nuestro gobierno. El discurso político se centró en discusiones políticas en el Congreso y sobre la política de inmigración y no sobre cómo esta crisis, en particular, había sido provocada por los EE.UU.

Ahora vemos otro espectáculo lamentable de personas que sufren y de naciones poderosas que podrían ayudar, pero se niegan a hacerlo. Es aún más lamentable porque esos mismos países crearon el problema. Los países de la OTAN deben acoger a todos los refugiados que huyen en barcos inseguros. Es lo menos que podían hacer para compensar el sufrimiento que han creado.

Margaret Kimberley

* Margaret Kimberley, escribe semanalmente en BAR, es ampliamente publicada en otros medios y mantiene el blog «Freedom Rider» actualizado con frecuencia. Kimberley vive en la ciudad de Nueva York, y puede ser contactada a través del correo electrónico:

Margaret.Kimberley (at) BlackAgendaReport.com

Fuente: Black Agenda Report

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster