Mejores condiciones para la creación de empleo en Suráfrica

28/10/2008 | Crónicas y reportajes

Cuando el Congreso Nacional Africano, ANC, publique su manifiesto electoral, de cara a las elecciones del próximo año, la creación de empleo deberá ser el dominante.

La resolución Polokwane del ANC sobre la transformación económica hacía de la “creación de oportunidades de trabajo digno, el principal foco de las políticas económicas”. La cumbre de la Alianza Económica del pasado fin de semana habló de cinco millones de nuevos puestos de trabajo en los próximos años.

La Alianza tenía sus dudas sobre su los proyectos de trabajo públicos servirían para crear “trabajos dignos”. Pero los trabajos tienen que salir de alguna parte y aunque la economía ha creado cerca de dos millones de nuevos puestos de trabajo en los últimos 5 años, reduciendo los índices de desempleo, esto todavía no es suficiente. Con el ritmo del crecimiento económico ralentizándose de manera significativa, el camino para la creación de puestos de trabajo tiene todas las posibilidades de ser más decepcionante.

El trabajo público es una de las medidas que ayudará a rellenar ese hueco, Estos programas crean sólo puesto de muy corta duración, y bajos salarios, pero ayudan porque suponen un apoyo a los ingresos de las familias pobres, al menos temporalmente. Los programas pueden impartir técnicas que pueden impulsar la habilidad de los participantes para conseguir trabajos más permanentes. Y se supone que dan recursos y servicios que necesitan las comunidades.

El prolongado programa de trabajo público que el gobierno lanzó hace cinco años ha creado ya más de un millón de puestos de trabajo de corta duración. Y no han sido sólo para en el sector de la construcción de infraestructuras, carreteras, edificios, cavar zanjas y cosas así, que es lo que se considera generalmente como trabajo público. Los servicios medioambientales como por ejemplo mantener las reservas naturales, o la recogida de basura también forman parte del programa, ya que son servicios sociales y comunitarios, como los orfanatos o el cuidado a domicilio de los pacientes de Sida.

El gobierno ahora se ha comprometido a incrementar en los próximos cinco años, a más del doble, el número de puestos de trabajo equivalentes a jornada completa, de 145.000 a 300.000 en un año. Y una de las mayores asignaciones únicas de presupuesto, a medio plazo, según presentó el ministro de Finanzas, Trevor Manuel, en el Parlamento, la semana pasada, es 1.000 millones de rands, en los tres próximos años, para apoyar la segunda fase del programa de trabajo público.

En total, Manuel presupuesta destinar más de 2 billones de rands a lo largo de los tres próximos años, así que en el sentido más amplio de las cosas, 4.000 millones de rands es poco dinero. Lo más significativo de todo esto es que por primera vez el gobierno ha dejado a un lado los fondos específicos para los los programas de trabajos públicos. Hasta ahora, el programa ha salido íntegramente de los presupuestos del actual gobierno. El departamento de trabajos públicos estima que se han gastado alrededor de 3.000 millones de rands para pagar a los participantes en los programas. Pero aunque las municipalidades y provincias fueron animados a utilizar procesos de trabajo intensivo que pudieran crear puestos de trabajo público, no hubo incentivos particularmente fuertes para que lo hicieran. Tampoco hubo una buena forma de atraer a las organizaciones no gubernamentales y organizaciones basadas en la comunidad, así como otros participantes del sector privado en el programa.

La nueva asignación debería ayudar a todo el proceso. Pero al final, los puestos de trabajo públicos no sustituyen a los puestos de trabajo reales. La evidencia del departamento de trabajos públicos en sí misma es que hasta el momento, las oportunidades creadas han sido muchas menos de las esperadas, y que la formación no ha tenido mucho éxito. La fase dos puede mejorar aún más la fase uno. Pero los políticos todavía deben ocuparse del asunto de cómo crear puesto de trabajo en condiciones a un mayor ritmo de lo que la economía ha podido hacerlo en los últimos años de crecimiento boyante. Esto no es sólo una cuestión de gastar el dinero público, sino de crear una atmósfera que propicie mayores inversiones y más creación de puestos de trabajo en el sector privado.

Se han oído algunos pensamientos interesantes en la cumbre de la Alianza, sobre centrar la política industrial y del empoderamiento económico negro en el imperativo de los puestos de trabajo. Esperamos que se produzcan propuestas prácticas.

Editorial publicada en el diario Business Day, de Johannesburgo, Suráfrica, el 27 de octubre de 2008.

Traducido por Rosa Moro, del Departamento África de la Fundación Sur.

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