“Expats” europeos vs. migrantes africanos, por Gabriela Pis San Juan

10/03/2015 | Bitácora africana

El término migrante es una palabra que en el imaginario social europeo representa a personas con escasos recursos que intentan entrar en el continente, normalmente de “forma ilegal” o en la jerga de actualidad “asaltando la valla”: sagradas fronteras de lo que parece una fortaleza medieval. Las personas que vienen a Europa con dinero no son del todo migrantes. Son sólo guiris jubilados que viven en las islas o en el sur, jeques que compran equipos de fútbol, profesores congoleños, dentistas alemanes o ingenieros suecos. Pero no nos referimos a ellos como lo que todas y todos somos cuando salimos de nuestro país y nos vamos a otro: migrantes. La razón del movimiento, la raza, la religión o el poder adquisitivo están al margen.

En el caso de África es muy curioso: los europeos aquí no son migrantes, son y se autodenominan “expatriados”. El término viene del francés expat y es lo que en la onda de la cooperación y el mundo laboral externalizado se utiliza para nombrar a los migrantes occidentales que trabajan en África. A pesar de que se utiliza entre muchas nacionalidades, reduciré la denominación de expat a los europeos.

Una razón para esta diferenciación puede ser que un africano en Europa normalmente entra de manera ilegal y un europeo en África casi siempre de forma legal, debido a la injusticia de las políticas migratorias. O que un africano que consiga entrar, por ejemplo, en España tiene muy pocas posibilidades de ganar ni siquiera el sueldo mínimo interprofesional, y aquí los migrantes mzungu (como los hablantes de swahili denominan a los blancos), que normalmente vienen a trabajar para grandes empresas extranjeras, cobran sueldos mensuales que nunca hubieran imaginado en sus países de origen y que la mayoría de la población local no reuniría ni en un año.

Estos expats no se han visto en una así en su vida. Llegan de un barrio residencial normal y corriente, con una hipoteca y un coche sin pagar en su país, a vivir aquí con seguridad y cocinera, haciendo su vida en la urbanización más hipersegura de la ciudad, en los centros comerciales y los clubs nocturnos de mzungus, donde por cierto prolifera la prostitución. Vamos, que en muchos casos no conocen muy bien la vida local, aunque cuando regresen a casa por Navidad lleven la maleta cargada de telas tradicionales y figuritas de animales de su último safari.

Se trata de la apropiación de un vocabulario que nos aleja de concepciones de la migración como fracaso o huida, y viene a formar parte del lenguaje neocolonial del siglo XXI. Los europeos nos diferenciamos con este tipo de términos dejando claro que los expats no venimos a buscarnos la vida, venimos a ayudar a los africanos, que por lo visto no tienen universidades ni profesionales para hacerlo por sí mismos.

La RAE establece que un “migrante” es aquel que migra o emigra, y define “emigrar” como:

1. Dicho de una persona, de una familia o de un pueblo: Dejar o abandonar su propio país con ánimo de establecerse en otro extranjero.

2. Ausentarse temporalmente del propio país para hacer en otro determinadas faenas.

3. Abandonar la residencia habitual dentro del propio país, en busca de mejores medios de vida.

4. Dicho de algunas especies animales: Cambiar periódicamente de clima o localidad por exigencias de la alimentación o de la reproducción.

En cuanto al término “expatriado” lo define como aquel “que vive fuera de su patria”.

Entonces, unos y otros somos migrantes y expatriados. Nos movemos de un continente a otro por ocio, trabajo o amor, ¿dónde está la diferencia más allá de las palabras? Utilicemos correctamente el lenguaje. Las realidades son por todos conocidas.

Original en : Una Mzungu en Tanzania.

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Autor

  • Pis San Juan , Gabriela

    Gabriela Pis San Juan , periodista especializada en información internacional y temas de África subsahariana, migrante y amante de la lectura. Actualmente escribe en blogs personales y otras publicaciones, y colabora en el área de comunicación de SOS Racismo Madrid.

    Puedes conocer su trabajo más de cerca en la web

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