Marcha por la Dignidad. Playa del Tarajal. Ceuta, por Rocío Periago

20/02/2015 | Bitácora africana

A partir de hoy Bitácora Africana contará con el Blog Soplalebeche de Rocío Periago un blog que en palabras de su autora tiene

«….Curiosidad innata por las personas y todo lo bueno que pueden generar”, es un espacio donde intento hablar y compartir contenido sobre la realidad social en que vivimos, pero también Responsabilidad Social (RSE, RSC), Tercer sector, Comunicación, Unión Europea, Derechos Humanos, transformación social…una visión diferente sobre la forma de comunicarnos, dándole valor a las personas y apostando por el cambio social.

Hay artículos de opinión sobre estos temas, reflexiones… y mi idea es ir generando cierto debate, invitar a la gente a participar. Intento presentar historias cercanas, siempre con el trasfondo social que es la seña de identidad.

La idea clave es que no podemos mantenernos ajenos al contexto en que vivimos. La globalización tiene múltiples aspectos positivos y negativos, y para poder comprender el alcance de este fenómeno hace falta tener una mente abierta y crítica, y una perspectiva amplia que tenga en cuenta múltiples factores que conforman el puzzle de la sociedad donde nos ha tocado vivir.»

Empazamos con «Marcha por la Dignidad. Playa del Tarajal. Ceuta,»

Amanecía en Granada. Un grupo de gente somnolienta bostezábamos mientras subíamos al autobús que nos llevaría a Algeciras, y de ahí, cruzando en ferry el Estrecho de Gibraltar, a la ciudad de Ceuta.
Cientos de personas venidas de diferentes partes de España se daban cita el sábado 7 de febrero en la II Marcha por la dignidad, en memoria de los 15 inmigrantes que murieron hace ahora un año en la playa del Tarajal, en Ceuta.

Esa misma mañana, los periódicos anunciaban que la Audiencia Nacional devolvía al juzgado de instrucción número 6 de la ciudad autónoma la causa por esas 15 personas fallecidas, porque ese tribunal no se considera competente para conocerla.

Salimos de Granada temprano, aún se veía el hielo sobre los campos y en las cunetas de las carreteras. Hace frío y unas nubes negras no presagian una mañana muy soleada. La Asociación pro derechos humanos de Andalucía había organizado el viaje, y lo que más llamaba la atención era que principalmente había gente de mediana edad.
Señores y señoras con inquietudes que habían dejado sus ocupaciones una tranquila mañana de sábado para participar en la marcha, denunciando la impunidad de los hechos que conmemorábamos. No dejaba de ser curioso que los jóvenes éramos minoría, aunque cuando nos fuimos encontrando los diferentes grupos, buscando un bar donde comer algo antes de empezar la marcha la cosa se equiparó.

Llegamos a Algeciras a media mañana, con un cielo gris y llovizna todo el tiempo. Ceuta nos esperaba con esa riqueza que tienen las ciudades que son puerto de mar, entrada al Mediterráneo y al continente africano. Historia y cultura juntas, y en este caso, escenario de tristes sucesos. La lluvia se fue, y a las 16h nos encontramos todos en el CETI para comenzar la marcha.

La ciudad, que por regla general está llena de militares, policía y guardias civiles, en esta ocasión no iba a ser menos. Fueron controlando y acompañando a la marcha durante los 6 km hasta la playa del Tarajal, justo al lado de la frontera marroquí.

En un principio parecíamos un grupo de locos, un escaso centenar de personas con carteles y pancartas, entonando consignas, pero lo bonito fue ver cómo se iba sumando gente de todas partes.

Los mismos inmigrantes de CETI, con su tarjeta identificativa que les permitía entrar y salir del centro, grupos de chicas musulmanas con velo, muchos jóvenes subsaharianos sacando fotos con los teléfonos móviles, hombres y mujeres de diferentes edades y procedencias, alguna que otra madre con sus hijos, asociaciones pro derechos de los inmigrantes, grupos de estudiantes y jubilados, una chica con un ramo de flores, gente con convicciones religiosas, políticas y personales muy diversas; pero todos unidos por la idea de que la vida humana vale lo mismo, sea donde sea tu lugar de nacimiento.

Al llegar a la Playa del Tarajal impone ver la alambrada de la frontera. Justo al otro lado, tierra de nadie donde las gaviotas felices paseaban por la arena sin que nadie las molestase, y un poco más adelante, Marruecos.

La gente iba llegando y se colocaba junto a la valla. Con unas palabras en árabe y castellano y una canción se hizo un pequeño homenaje a las víctimas, emotivo y cercano, y luego se colocó un cartel conmemorativo. Los cientos de personas que se habían ido sumando a la marcha nos agolpábamos en los últimos metros de tierra europea, pensando en los sueños truncados y en esas otras historias que estaban a solo unos metros de allí, pero sin documentos. Que unos volveríamos a casa tranquilamente, cruzando el mar cómodamente en un ferry, y que otros pasarían una noche más pensando cómo intentarlo, cómo huir de la pobreza y la guerra, buscando una oportunidad más allá de esa alambrada.

Hoy llegaba la noticia de que habían imputado a 16 guardias civiles por los hechos del 2014 y que otras 300 personas habían fallecido intentando llegar a las costas europeas, esta vez en Lampedusa, al sur de Italia.

Jirones de sueños rotos, vidas anónimas que se quedan en el camino intentando llegar a Europa. Me he acordado de las palabras de un amigo que estaba también en la marcha… ¿y si en vez de 15 subsaharianos desconocidos y pobres fueran 15 jugadores del Madrid?

Original en : Soplalebeche

Autor

  • Licenciada en Derecho por la Universidad de Murcia. Abogada no ejerciente. Máster en Derecho Constitucional Europeo por la Universidad de Granada, con especialización en políticas migratorias de la UE. Estancias de estudios e investigación en Italia y Colombia. Tengo experiencia docente y formadora, y diversas publicaciones en este ámbito.

    Experiencia en el ámbito del tercer sector, trabajando en el desarrollo de proyectos europeos dentro y fuera de la Unión Europea, así como en el área de la intervención social, principalmente con jóvenes y con inmigrantes y refugiados. Especialización en Responsabilidad Social Corporativa, centrándome en la acción social, comunicación y diseño social.

    Rocío Periago es la autora del blog www.soplalebeche.com que compartirá con los lectores de esta página web, un blog que según presenta Rocío tiene “Curiosidad innata por las personas y todo lo bueno que pueden generar”, es un espacio donde intento hablar y compartir contenido sobre la realidad social en que vivimos, pero también Responsabilidad Social (RSE, RSC), Tercer sector, Comunicación, Unión Europea, Derechos Humanos, transformación social…una visión diferente sobre la forma de comunicarnos, dándole valor a las personas y apostando por el cambio social.

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