Carta de Año Nuevo a los blancos

19/01/2015 | Opinión

Estimada gente blanca,

No hay forma amable de decir esto, así que prepararos para la batalla y resígnaros.

Todos los blancos son racistas.

Algunos pueden no practicar el racismo y muchos pueden ser antirracistas. Otros equivocadamente creen que vivimos en una época sin racismo. Algunos pueden inclinarse hacia la izquierda, otros pueden ser moderados y otros con tendencia conservadora, pero, en el fondo, ser blanco es ser racista.

Aceptar esto es el primer paso.

Es imposible enfrentarse, desafiar y desmontar de forma efectiva la supremacía blanca y el racismo si no comprendemos y reconocemos que, como blancos, somos parte sistemáticamente de un sistema global que beneficia a los blancos por encima de otras razas y que cosechamos estos beneficios en detrimento de otras , ya seamos antirracistas radicales o reaccionarios de la derecha.

Tenemos que reconocer que todos estamos, a pesar de nuestras ideologías, relacionados con la fábrica de este sistema de dominación global, que nos otorga privilegios en razón del color de nuestra piel y así “no estamos nunca beneficiándonos” de ser blancos.

El reto más grande para nosotros, los blancos, y especialmente para aquellos que creen haber trascendido del racismo, es admitir nuestro propio adoctrinamiento racista y la posibilidad real de que practiquemos y provoquemos el racismo de manera inconsciente.

Debemos aceptar que como blancos, se nos enseña mediante la lengua, la familia, la ósmosis psicológica, la historia, la sociedad y el discurso global que los blancos son superiores a otras razas y que, de este modo, somos la única raza humana superior intelectualmente, moralmente y económicamente a las demás.

Este sistema de poder de la supremacía blanca ha existido desde hace 600 años y hemos llevado en nuestra psyche colectiva recuerdos de la supremacía durante estos años. Se necesita deshacer muchas cosas para liberar nuestra mente de esto.

Así, como blancos, somos racistas inevitablemente incluso desde antes de nacer.

Somos racistas por ser descendientes de los colonizadores y conquistadores del mundo.

Somos racistas porque somos blancos.

Se trata de las circunstancias en las que hemos nacido.

No tenemos otra opción sobre nuestro nacimiento, según lo que sabemos hasta ahora, pero podemos elegir aprender de la historia y rechazar los papeles que se nos han impuesto por el color de nuestra piel.

Las verdaderas preguntas surgen más adelante en nuestro desarrollo.

• ¿Estamos de acuerdo con el status quo que favorece una raza sobre otra en todos los ámbitos de la vida?

• ¿Estamos dispuestos a ser opresores de otro ser humano?

• ¿Podemos hacer algo?

Si no podemos vivir con el status quo, la única elección que nos queda es convertirnos en abolicionistas de la raza.

No hay medias tintas en esta ecuación.

Para aquellos que dicen ser antirracistas o “no racistas”, las acciones hablan por sí solas.

O somos abolicionistas de la raza o somos racistas.

Esta es la cruda realidad.

Si estamos dispuestos a tomar el camino de la abolición de la raza o del antirracismo, debemos seguir reconociendo que se necesita hacer conscientes a los de nuestro alrededor de nuestro adoctrinamiento.

Para mantenernos por este camino, necesitamos tener siempre en la mente que somos racistas en rehabilitación.

Tenemos que ser más conscientes de nuestro adiestramiento y reconocer que el racismo aprendido reside profundamente en nuestra experiencia vital, y tiene la posibilidad de abrirse camino en nuestras cabezas incluso cuando no somos conscientes.

No podemos asumir nunca que no somos racistas y que “cogemos” las cosas de la gente negra. Eso es imposible porque nunca seguiremos el camino de un negro.

La empatía y la solidaridad son dos cosas distintas a hablar por alguien o a la apropiación de las experiencias vitales de la gente oprimida por los blancos.

Solamente podremos empezar a diagnosticar y desmontar el gran espectro del racismo ideológico y sistemático al reconocer y entender nuestro adoctrinamiento histórico y personal.

Hasta que no hagamos esto, no podremos trabajar en solidaridad con los negros y la gente de color para acabar con el racismo.

Trabajar para acabar con ello requiere trabajar por la erradicación del sistema global de privilegios blancos.

Requiere poner la causa antes que los privilegios y abandonar estos privilegios para siempre.

Cambiar solo “algunas cosas” y no todo es un enfoque falso y oportuno para el activismo y ayuda a mantener nuestra ventajosa zona de confort mientras hablamos de boca para afuera sobre el antirracismo.

Este activismo a medio camino perpetua el insidioso y encubierto racismo al final y es igual de dañino que el racismo de derechas.

Hasta que una gran cantidad de blancos sigan el camino de la abolición de la raza y desafíen el racismo en todos los ámbitos, nunca podremos afirmar que vivimos en una sociedad que ha superado el racismo.

34 cosas que, como racistas en rehabilitación, necesitamos reconocer:

1. Aunque el discurso dominante nos dice constantemente que ya no existe el racismo en nuestro país (Sudáfrica), o que el racismo es cosa del pasado, la mayoría de gente que dice esto es blanca. Claramente estos blancos creen que porque no ocurra, no existe.

2. Muchos blancos niegan que son racistas pero continúan discriminando a los negros y a la gente de color.

3. Los incidentes racistas todavía son importantes en nuestra sociedad lo que indica que no hemos superado el racismo y que no vivimos en una sociedad que no ve los colores de las razas.

4. Siempre hay un silencio ensordecedor sobre los incidentes racistas por parte de la mayoría blanca, lo que significa o que no les importa o que creen que no están implicados en el incidente.

5. A los blancos se les enseña a no reconocer el racismo sistemático o su papel en él.

6. El racismo sistemático se manifiesta en el discurso de dominación que sostiene los valores racistas disfrazados en términos liberales agradables como “reconciliación” o “cohesión social”.

7. Sin duda esta “reconciliación” es un discurso falso vendido como un opiáceo para las masas y construido para proteger a los ricos y a la élite.

8. Este discurso se basa en el liberalismo despolitizado y espera que los negros se crean el perdón, vayan más allá del odio y el dolor y dejen atrás los impulsos revolucionarios.

9. Esto es también un invento para hacer que los blancos se sientan seguros y cómodos y puedan ignorar obstinadamente el hecho de que el apartheid económico continúa aún arraigado en nuestra democracia. También quiere decir que los blancos no tienen que sentirse mal o hacer cualquier cosa personal para subsanar los errores del pasado.

10. Este discurso liberal despolitizado seguro que llama a la gente negra racista si expresan dudas sobre la falta de transformación o hablan directamente de la constante opresión sistemática de la gente negra, ya sea institucional o económico.

11. Mientras que el liberalismo despolitizado no es un fenómeno racial, ya que muchos negros se lo han tragado, las desigualdades económicas en este país continúan siendo raciales.

12. Los blancos nunca sufren el racismo. Puesto que la construcción de la raza se basa en un sistema de poder y puesto que los blancos constituyen el sistema global de dominación del discurso, de los espacios públicos, de las economías, de la prensa, de la sexualidad y de las guerras, los blancos son las únicas personas que pueden ser racistas.

13. Existe una falta de interés o incapacidad de escuchar lo que la gente negra dice o piensa sobre la perpetuación del racismo y los privilegios blancos y estas opiniones se escuchan raramente en la prensa convencional.

14. Esto hace que estos puntos de vista sean invisibles y que la perspectiva dominante blanca se normalice y pase a ser la única opinión que importa o tiene sentido.

15. «Beee, beeee »y la acción afirmativa no puede apelarse para revertir la discriminación o el racismo. ¿Cómo se puede dar la vuelta al racismo cuando en Sudáfrica durante 350 años el sistema entero se ha distorsionado en favor del privilegio de los blancos y ha desfavorecido sistemáticamente a los negros

16. Los privilegios de los blancos no son un fenómeno neutral. Se han erigido mediante la subyugación brutal, la deshumanización y el sangriento sudor y las lágrimas de los negros.

17. Por este motivo, la discriminación inversa no existe. Hay una necesidad urgente de la consolidación de programas para equilibrar los siglos de desfavorecimiento negros.

18. Los blancos muestran su racismo inconsciente, por lo que prefieren quedarse callados.

19. Al quedarse callados en temas de racismo, estás participando en la perpetuación del racismo.

20. Podemos apreciar el racismo sistemático en el hecho de que los trabajos menores, el desempleo y la pobreza son sobre todo asuntos de negros, mientras que la mayoría blanca sigue teniendo acceso a trabajos decentes y no vive en la pobreza.

21. El racismo sistemático se manifiesta en el hecho de que el estado maltrata a los negros, mientras que a los blancos no se les dispara por protestar contra la clase media.

22. No es probable que veamos 34 muertos blancos en las noticias, matados por el estado porque quieren un mayor salario y mejores condiciones de vida.

23. Se aprecia el racismo sistemático en las condiciones de vida insostenibles que se les espera, o se les obliga, a sufrir, mientras que los blancos viven relativamente en una riqueza obscena.

24. La casi inexistente élite negra y la clase media negra pueden ser ricos económicamente pero son todavía despreciados y menospreciados por el discurso dominante blanco.

25. La cara de los negros se ha vuelto la ÚNICA cara del fallo en Sudáfrica mientras que los negocios blancos y sus prácticas corruptas se esconden entre la nueva élite.

26. Tanto el gobierno como las empresas se merecen las críticas de los fallos en este país pero hay una obsesión blanca en que estos se deban a la «ineptitud» negra y a la omisión de la ambición blanca y a la mala gestión.

27. La responsabilidad empresarial está virtualmente ausente en el discurso ordinario blanco y la prensa que dirigen las empresas raramente se centra en el papel que desempeñan las empresas en la creciente división entre ricos y pobres y en los múltiples tipos de injusticia que causan a los pobres.

28. Los negros y los pobres llevan la carga económica de este capitalismo salvaje; se espera que acepten felizmente informes y que vivan en desesperación mientras que, por otro lado, los restaurantes y los hoteles están llenos de blancos que aparentemente tienen dinero disponible para gastar en lujos.

29. El racismo, el liberalismo despolitizado, el apartheid de la economía y el discurso dominante blanco frustran cualquier esperanza de cambio.

30. Uno incluso puede decir que los blancos se resisten obstinadamente al cambio y que se niegan a ir más allá del racismo. En realidad, los blancos se centran solo en mantener su privilegio.

31. La dura realidad del asunto es que hasta que tengamos una mayoría de blancos moviéndose hacia el desmantelamiento de su privilegio y el racismo sistemático, todos somos partícipes de su perpetuación.

32. Acogerse a tus privilegios y proclamarse como un abolicionista de la raza o un antirracista es un contrasentido.

33. Por esta razón nos tenemos que preguntar si los blancos están haciendo algún esfuerzo real en acabar con el racismo o si, por otro lado, el esfuerzo se dedica a preservar su privilegio.

34. En una sociedad donde los rumores de revolución se escuchan a lo lejos, los blancos necesitan alejarse de su arrogancia o su ingenuidad y preguntarse si está ocurriendo una revolución para tener la simpatía de los blancos de naturaleza obstinada y su negación a formar parte de un cambio justo que pide la igualdad de todos sus ciudadanos.

Que su 2015 sea el año de profunda reflexión sobre la naturaleza de los blancos y cómo vencerla.

Aquí se encuentra un documento que analiza a los blancos como estudio: http://www.ucalgary.ca/cared/whiteness

¡Adelante con el cambio social radical! ¡Vamos!

Settler Sister

Gillian Schutte*

*Feminista, directora de cine, escritora, poetisa, activista y autora, Gillian Schutte tiene una carrera en Política africana, un máster en Escritura creativa y la calificación de directora de cine del Binger Institute, en los Países Bajos. Ganadora del Premio de Excelencia por su documental para el festival Society for Visual Anthropology en Washington en 2005, y autora de la novela After Just Now, Schutte trata sin miedo y de forma creativa temas como la raza, la identidad, la socialidad y la justicia social en su obra multimedia. Es una de las fundadoras de Media for Justice, copropietaria de HandHeld Films y coproductora de la serie de realities online The Schutte Singiswas.

Thought Leader

[Traducción, María Alarcón]

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster