Mi amor platónico, por María Rodríguez

12/12/2014 | Bitácora africana

Su nombre: Thomas Sankara.

Thomas Sankara es una excusa para hablar de amor y de África. O quizás estar en África y pensar en el amor la excusa para hablar de él. No puedo estar en Burkina Faso y no hablaros de Thomas Sankara, un militar que con tan sólo 33 años dio un golpe de estado con su mejor amigo, Blaise Compaoré, al gobierno de Burkina Faso en 1983 y tomó el poder para implantar una revolución que aún tiene eco. No lo conocí, en aquel entonces, yo aún no había nacido. Pero si hablamos de amor, de África o de platonismos e ideales su nombre y su persona no pueden dejarse de lado.

Tengo que admitir que un hombre con un uniforme me alegra la vista. Sankara, a pesar de haber dado un golpe de estado y mantenido un régimen militar en el país, no quiso ocultar que efectivamente los militares tenían el poder. La mayoría de las veces el también conocido como el ‘Che Guevara africano’ (a quien, por cierto, Sankara admiraba) portaría su traje de militar y esa boina roja que tan bien le sentaba. Era una persona sincera, de los pocos políticos honrados que se pueden encontrar sobre la faz de esta tierra. Y uno de sus objetivos era ser transparente con el pueblo. Es por ello que además sus discursos eran cercanos y llegaban a la gente.

Pero no sólo se le veía con traje militar. Era de los que piensan: “produce local y consume local”, es el método para ser menos dependientes de otros y para que el dinero vaya a parar al país, aunque los productos sean más caros. Es por ello que invitaría a la población a vestir con las telas y trajes tradicionales y él también los llevaría, entre otras medidas. Pero es que además este líder revolucionario declararía lunes y jueves como los días del deporte y esos días utilizaría chándal. Para gustos colores, pero Thomas Sankara estaba guapo con cualquier cosa que llevara.

Thomas Sankara era un panafricanista. ¿Qué quiere decir esta palabra? Se trata de un movimiento o corriente política, cultural, filosófica y también social que defiende la unión y solidaridad entre todos los países de África. Pero también era un patriota en pura regla. Su lucha era el bienestar del pueblo burkinés aunque siendo consciente de que muchas de las cosas que proponía para el país no serían posibles sin la ayuda de los demás pueblos/países/estados africanos. El ejemplo más sencillo es su propuesta a todos los gobiernos africanos de no pagar la deuda externa.

Su programa político era feminista y ecologista. Buscaba el reconocimiento de la mujer en la sociedad, su igualdad con el hombre y se preocupaba por el medio ambiente. ¿Qué pensaría Sankara de las bolsas de plástico que inundan el suelo africano?

Además, era modesto. Thomas comenzó una revolución que buena parte del pueblo burkinés apoyó con entusiasmo. Sin embargo, también tendría sus detractores porque la revolución no era perfecta, como nada en este mundo. Aunque yo idealice a Sankara tampoco él lo era. Según cuentan, tenía la manía de llevar bien limpios los zapatos y de exigir que los demás también los llevaran. ¿Cómo podía pedir eso en un país donde al final del día acabas con polvo hasta en los dientes y otros lugares insospechados? Yo no sé si podría estar pendiente de algo tan nimio (para mi) como la limpieza de mis zapatos… Volviendo a la revolución, debido a que no era perfecta Thomas comenzaría la época de la Rectificación para intentar resolver los problemas creados por la propia Revolución. Por ejemplo, los primeros años se crearían los Comités de Defensa de la Revolución que se encontrarían en cada barrio para contar lo que ocurre y los problemas que tiene la gente. E intentar solucionarlos. Este poder cedido, sin embargo, sería aprovechado por quienes lo tenían para su propio interés. No todos podemos tener el poder en nuestras manos.

Fue durante la época de la Rectificación, aun habiendo admitido que había errores, cuando el 15 de octubre de 1987 tendría lugar un golpe de estado en el que sería asesinado. Desde entonces su buen amigo Blaise Compaoré se instalaría en el poder durante 27 años. La reciente insurrección popular de los 30-31 de octubre habrían conseguido por fin librarse de él.

Los burkineses siguen teniendo muy presente a Thomas Sankara. Su tumba es muy visitada por sus seguidores y cada 15 de octubre se le hace homenaje, aquel día en que murió pero cuyos culpables aún no han sido juzgados…

Me quedo corta con esta introducción de quién era Sankara pero es una oportunidad para hablar de utopías, África y amores platónicos. Igual quienes pensamos que África necesita ser independiente de manera real de Europa, de EEUU, de sus gobiernos y sus empresas que no tienen en cuenta a las poblaciones locales, que necesita unas relaciones de igual a igual, que el desarrollo debe surgir desde dentro y no a través de una Cooperación al Desarrollo interesada como la de hoy en día; igual somos unos utópicos.

El asesinato de la revolución nos partió el corazón a los que pensamos que se necesita gente como Thomas para que otro mundo sea posible. Incluso yo lloré a pesar de no haber nacido aún… Su amor por África, por su pueblo y su creencia de que las cosas pueden hacerse de otro modo me invita a hablaros de él. Y, por lo que personalmente a mi se refiere, deciros que Sankara estaba casado y tenía dos hijos y si hoy viera nos llevaríamos 40 años así que siempre será eso, mi amor platónico.

Original en : Cuentos para Julia

Autor

  • Rodríguez González, María

    "María Rodríguez nació en 1989 en Baza (Granada). Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Málaga y realizó el Master en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos en la Universidad Autónoma de Madrid. En noviembre de 2014 se marchó a Burkina Faso para comenzar a hacer periodismo freelance y desde entonces recorre los países de África occidental para intentar comprender y acercar esta parte del continente. Autora del blog Cuentos para Julia, donde escribe sobre África, sus experiencias y reflexiones, colabora con varios medios de comunicación como El Mundo, Mundo Negro y El Comercio (Perú), entre otros"

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