Sobre el comunicado del MAIB

13/11/2014 | Opinión

Digamos para empezar que nos sorprenden dos aspectos iniciales del comunicado. En primer lugar que no se aluda en ningún momento a la reincorporación a la Mesa y en segundo lugar el (supuesto) tono combativo con el que está redactado. Un tono que parece destinado a ocultar lo que a nuestro entender es fundamental: que los redactores del comunicado (o sus compañeros de militancia) habían llegado ya a acuerdos (“particulares”) con los representantes de dictadura y habían cedido a los intereses del régimen.

Nos sorprende también el texto del comunicado. El MAIB exhibe ante el régimen argumentos totalmente ajenos a la política guineana “del interior”. Nos recuerdan aquel relato de García Márquez en el que refiriéndose a uno de sus viajes, contaba que cuando su cuerpo estaba ya en el lugar de destino, su cabeza continuaba en el de partida. A la delegación del MAIB parece sucederle lo mismo. Sus componentes estarán sin duda en Malabo pero sus cabezas continúan en Madrid. Es un comunicado puramente “español”. No incluye ningún elemento de los que la delegación haya podido encontrar en Guinea. Son todos argumentos relativos al MAIB y ajenos a la política interna del país.

¿Porqué decimos esto? Por que, como hemos escrito en muchas ocasiones, la consecución de los objetivos del MAIB no depende (o no depende sólo) de la astucia y la habilidad de sus dirigentes. Necesitan que sus reivindicaciones fundamentales sean asumidas por el conjunto de la oposición democrática, que formen parte de las reivindicaciones básicas de la oposición democrática guineana. En nuestra opinión, este es un hecho de una gran importancia para el presente y el futuro de la democracia en Guinea.

Centrándonos en la actualidad, nos parece importante afirmar que en el momento en que la oposición política intentaba presionar al régimen para que cediese en alguno de los elementos esenciales que caracterizan al régimen, el paso dado por la delegación del MAIB es un grave error que (bajo el pretexto de conseguir sus “objetivos particulares”, algo que, además, no tardaremos mucho en comprobar si es, o no, verdad) dificulta (debilita) las posiciones del conjunto de los partidos opositores.

En este momento, y durante mucho tiempo, la acción opositora en Guinea necesita (y necesitará) de dos elementos fundamentales: unidad y movilización. Unidad y capacidad de representar las reivindicaciones de la gran mayoría del país. Para conseguir ambas cosas, el comportamiento del MAIB es, sin duda, un mal precedente.

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